jueves, 18 de abril de 2013
Entre las dos sirenas
El país se paraliza al aullar de las sirenas
Debo confesar que lo que escriba en estos momentos es producto de mis sentimientos y no de mi raciocinio. Hace minutos acaba de sonar la sirena en conmemoración de las víctimas del Holocausto y a pesar de hacer más de cinco lustros que vivo en Israel, no puedo permanecer ajeno al hecho que se conmemora. No puedo evitar que se me nublen los ojos y que mi corazón palpite con más fuerza. En forma directa la shoá no ha tocado a mi familia.
Mis abuelos viajaron a Argentina todavía en la época que en Rusia gobernaban los zares y por tal motivo nadie quedaba en el viejo continente cuando se producían las terribles matanzas. Pero ya en Israel se siente mucho más lo que hicieron con nuestros hermanos. Las persecuciones, los saqueos, los atropellos, que sufrieron los judíos de toda Europa durante la Segunda Guerra Mundial en una medida sin parangón. Que fanáticos salafistas o dictadorzuelos de Sud América lo nieguen, no quita vigencia a la realidad comprobada. El Holocausto existió y probablemente fue mucho más sanguinario que lo que se describe hoy día.
Pero lo que no me termina de cerrar es el proceder del Estado de Israel para con parte de los supervivientes del mismo. Todos los años la misma historia. Días antes de la fecha nuestros sensacionalistas periodistas publican notas en los diarios y en la T.V. en donde muestran pobres ancianos carenciados suplicando una ayuda. Denuncian que en Israel viven hoy día 192.000 supervivientes de la Shoa. Todos ellos con más de 75 años y muchos con más de 80 u 85. ¿Cómo nuestros gobiernos pueden o han podido ser tan insensibles?. ¿Cómo no se permite que sus últimos días vivan con dignidad?. Israel ha cobrado importantes sumas de dinero de indemnizaciones de guerra por parte de Alemania para esos fines. ¿Cómo no se tiene vergüenza en demorar esos pagos? ¿De qué sirve que nos consideremos unas de las potencias económicas del mundo? ¿De qué sirve que tengamos satélites girando en torno a la Tierra, crecimiento económico, un mercado desarrollado de primer nivel en informática, computación, comunicaciones, etc. si estos pobres indigentes se mueren de hambre o frío y no estamos en condiciones de consolarlos?
Ahora en gesto "magnánimo" el Gobierno decide crear un fondo de 10 millones de dólares para ayudar a los pobres sufrientes. Es una cifra similar a la que reclama Turquía que se abone a las familias de un puñado de delincuentes que fueron justamente eliminados, en defensa propia cuando se abordó el Marmara. Realmente ridículo. De vergüenza, no debían haberlo anunciado.
Si esto es así, todo Israel es una mentira. Es hora de solucionar los problemas. Tengo esperanza que el actual Ministro de Economía tome cartas en el asunto y termine con el tema. El conoce en carne propia lo que fue la shoá. Su padre fue un damnificado directo. Es de esperar que esto influya para que encuentre la solución final. Pero otra solución final que la que buscaban los nazis, la solución real a que esta gente viva con dignidad los últimos días de sus vidas. Es altamente probable que esto se termine en la próxima década. No es contraer obligaciones a largo plazo. Se calcula de 1.000 de estos sobrevivientes muere por mes. Pues hay que hacer el sacrificio ahora. Puede ser que Riki Cohen no viaje todos los años al exterior o que no pueda ayudar a sus hijos a comprar una vivienda. Puntos muy importantes, sin duda, pero primero esto. Dentro de poco no estarán.
Otra medida que se aconseja es que, en estos momentos, que se debate que pasa con los estudiosos de la Torá que se niegan a hacer el servicio militar sean enviados a prisión, se podría desligar de la obligación a parte de estos para que presten servicio social a esta gente. Que los ancianos tengan quien vaya a sus casas, le hagan compañía, los ayuden con sus tareas, los acompañen a los médicos o a comprar remedios o al menos a tomar sol en las plazas. En fin, hacerle una vida más cómoda. De esta forma todos saldrán ganando. Los supervivientes, verán simplificada su vida y los estudiosos de la Torá cumplirán con el mandato divino de ayudar a su prójimo.
Dentro de pocos días más volverá a oírse la sirena y todo el país se paralizará. Esta vez en recuerdo de los caídos en defensa de nuestra patria y las víctimas del terrorismo. Otro momento de congoja y recogimiento. Ya suman más de 23.000 las muertes que dejó esta permanente guerra que ya lleva 65 años. La semana pasada publicó el NotiOlei un artículo titulado ¿Cuántos israelíes más deberán morir hasta encontrar la paz? Es una pregunta que hacemos a diario y todos los esfuerzos que se haga en esa dirección son pocos. Se debe redoblar los mismos para que esta continua guerra termine. Por nuestro bien y el de nuestros vecinos. Ya sabemos que es muy difícil, Abu Mazen no es un partenaire válido. Ya ha comenzado a exigir condiciones previas para comenzar las conversaciones. Esto debe eliminarse y U.S.A. debe controlar esas demandas. Hay que sentarse a hablar sin condiciones previas. Todo es negociable y todo debe llevarse a la mesa de negociaciones. Las condiciones previas son chicanas y eso debe ponerse en evidencia. Es de esperar que la Gran Potencia tenga presente este concepto y presione a la Autoridad Palestina para que cambie su intransigente actitud.
Deseamos fervorosamente que dentro de un año cuando se acerque la "semana de las dos sirenas" ya no tengamos que ver a los pobres ancianos supervivientes suplicando por lo que es de ellos y le pertenece y que el número de muertos en actos de guerra o actos de terrorismo no se haya incrementado.
Cont. Víctor Vaisman
OLEI