miércoles, 3 de abril de 2013

SALVAR AL REY ABDULLAH DE JORDANIA DEBE SER UNA PRIORIDAD AMERICANA

Fuente: The Wall Street Journal- Traducido por Marcela Lubczanski especialmente para el blog de OSA Filial Cordoba 20/3/13 por David Schenker Cuando el President Obama se reuna con el Rey Abdullah de Jordania el viernes, la agenda es probable que se enfoque en el derrame de la guerra civil de Siria (que incluye 400000 refugiados en suelo jordano) y las campañas para lanzar el proceso de paz israeli-palestino. Dados los recientes acontecimientos en el reino, sin embargo, el Sr. Obama haria bien en hacer de la politica interna jordana la pieza central de la discusion. Hasta recientemente, el Reino Hachemita de Jordania—quizas el mejor aliado arabe de Washington y el ultimo socio de la paz fiable que queda de Israel—habia capeado la turbulencia politica de la region. Ultimamente la tensa calma ha dado camino a lo que podria ser un periodo de agitacion prolongado. Durante decadas, los analistas han predicho la inminente desaparicion de la insolvente monarquia. Cuando la Primavera Arabe comenzo en el 2011 los jordanos se unieron cautelosamente al movimiento, lanzando protestas limitadas pero persistentes por la corrupcion, reforma politica y estancamiento economico. Luego las manifestaciones pegaron un salto el año pasado, provocadas por una decision gubernamental de disminuir los subsidios al petroleo y alimentos. El Rey Abdullah tuvo pocas opciones mas que tomar esos pasos. En el 2012, interrupciones en el gasoducto de gas natural de Egipto contribuyeron a un deficit jordano de $3 mil millones—de un presupuesto de $9,7 mil millones. Pero con casi 30% de desempleados y precios de bienes articulos basicos en aumento, la decision del rey fue predeciblemente impopular. Las protestas han remitido, pero ellas probablemente se reanudaran en abril cuando el gobierno planea reducir su subsidio a la electricidad. Los alborotos por los precios de los alimentos no son nada nuevo en Jordania, pero las recientes manifestaciones difirieron en forma marcada de los alborotos por pan del pasado. Historicamente, los islamistas de Jordania eran los principales criticos del regimen. Durante los ultimos dos años, sin embargo, a la islamista Hermandad Musulmana se le han unido jordanos de origen tribal que tradicionalmente han sido considerados los principales partidarios del rey. Conocido como Al-Hirak o "El Movimiento," este grupo dispar de jordanos desafectados tiene solo unos cientos, pero sus miembros han sido abiertos al criticar a la monarquia, violando rutinariamente leyes que prohiben la difamacion del rey y su familia. Durante una manifestacion a la que asisti en enero, manifestantes de Hirak en Amman se refirieron al Rey Abdullah como Ali Baba (del famoso "40 ladrones"). Una percepcion generalizada de corrupcion palaciega—mas los arrestos de manifestantes y una nueva ley de medios represiva apuntando al disenso en Internet—continuan alimentando la indignacion. Washington ha estado preocupado por el lento ritmo de la reforma politica de Jordania y la frustracion que siembra. Las elecciones parlamentarias en enero estuvieron plagadas de acusaciones de compra de votos, y mala distribucion de la representacion continua siendo un problema, pero los monitores del Instituto Internacional Republicano estimaron la eleccion "mas transparente" que la ultima, en el 2010, y "un paso hacia adelante." No obstante una cantidad importante de jordanos continua frustrada con el progreso en reforma politica, pero la amenaza principal para la estabilidad es el descontento local enfocado en la corrupcion y la economia. Si el Rey Abdullah no encara en forma eficaz el creciente malestar, podria ganar fuerza una coalicion de islamistas y oposicion tribal—reforzada por el tipo de sindicatos que echaron a Hosni Mubarak de Egipto del poder—y socavar la monarquia. En este punto hay poco que pueda hacer Washington para revertir la estatura disminuida del palacio. Es posible que el Rey Abdullah pueda resucitarse promulgando reformas politicas limitadas pero reales y permitiendo las operaciones de organizaciones anti-corrupcion legitimas tales como Transparency International. El padre del Rey Abdullah, Rey Hussein, ideo mas que una reaparicion durante un reinado de casi 50 años. Pero Washington no puede dejar a su suerte tal renacer. Dado el deterioro de la relacion entre EEUU y Egipto y la probabilidad que los islamistas o palestinos irredentos capitalicen la inestabilidad en Jordania, la supervivencia del regimen hachemita es un imperativo estrategico americano. El desafio mas urgente es ayudar a Jordania a evitar su propio abismo fiscal. El año pasado, EEUU otorgo al pais $460 millones en ayuda economica, incluidos $284 millones en apoyo presupuestario. Estados Unidos tambien envio $300 millones en ayuda militar. Esa es ayuda sustancial, pero es necesaria mas para aislar al combatido rey. La administracion Obama debe otorgar a Jordania los $200 millones en ayuda financiera americana adicional que esta solicitando, respaldar una garantia de prestamo permitiendo al reino hacer flotar un prestamo de mil millones de dolares, y concentrar a la comunidad internacional para solventar el costo para Jordania de recibir a refugiados sirios. Mas importante, la administracion debe presionar a los amigos de Jordania en el Consejo de Cooperacion del Golfo—quienes se comprometieron a dar al reino $5 mil millones durante los proximos cinco años—para que hagan mas. Durante los proximos meses, Kuwait y los Emiratos Arabes Unidos enviaron mas de mil millones de dolares para proyectos de desarrollo. Pero el dinero en efectivo es ahora crucial. Arabia Saudita fue una vez un benefactor fiable—en 2011, los sauditas otorgaron $1,45 mil millones a Jordania. Ellos no han sido tan generosos desde entonces, aunque el mes pasado Riad finalmente firmo un cheque por $200 millones. Dada la inmediatez de la crisis, la Casa Blanca debe prevalecer sobre Arabia Saudita para que aumente. Con Egipto ahora bajo control de la Hermandad Musulmana y el regimen Assad de Siria al borde del colapso, las duras consecuencias de la inestabilidad en Jordania no pueden ser exageradas. La importancia de Jordania como un aliado americano puede ser vista en informes que Estados Unidos tiene docenas de Fuerzas Especiales ya desplegadas en el reino haciendo preparativos de contingencia, con las fuerzas armadas jordanas, para acorralar las armas quimicas de Siria si cae Assad. Durante mucho tiempo una fuerza para la moderacion y paz regional, Jordania bajo el Rey Abdullah ha sido un excellente socio estrategico para Washington. Si Jordania es desestabilizada, hay pocas dudas que, como con Egipto, el resultado sera decididamente menos ventajoso para los intereses americanos. El Sr. Schenker es director del Programa sobre Politica Arabe en el Instituto Washington para Politicas del Cercano Oriente.