lunes, 8 de abril de 2013

Tragedia en Afganistán

El incidente se produjo durante una operación conjunta entre fuerzas afganas y la OTAN en el distrito Shigal de la provincia de Kunar, en la conflictiva frontera con Pakistán, durante el fin de semana que pasó. Un funcionario afgano que participó en la operación y pidió no ser identificado dijo que el apoyo aéreo fue llamado después de que fuerzas locales y de la coalición fueran atacadas, provocando la muerte de una civil estadounidense y heridas a varios soldados afganos. El funcionario alegó que la fuerza que no sabía que había mujeres y niños en las casas que se vieron afectadas. Las víctimas civiles causadas por las fuerzas de la OTAN han sido uno de los temas más polémicos de la campaña militar contra los insurgentes talibanes que ya lleva 11 años y, también en esta ocasión, lo sucedido provocó duras críticas del presidente afgano Hamid Karzai y protestas públicas. En un comunicado emitido por su oficina, el presidente "condenó enérgicamente" el ataque aéreo de la ISAF que terminó con la vida de 11 niños y una mujer. "El presidente, al tiempo que condena el uso de civiles como escudos por los talibanes, ha denunciado todo tipo de operaciones que causan la muerte de civiles", dijo el comunicado. Un portavoz de la Fuerza de Asistencia de Seguridad Internacional de la OTAN (ISAF) confirmó el ataque y dijo que la coalición está reuniendo información para determinar lo sucedido. El funcionario comentó también que un civil norteamericano murió en el ataque. Por su parte, el Ministerio del Interior informó que en el ataque de las fuerzas de coalición murieron seis talibanes, incluyendo dos comandantes de alto rango. Después de un ataque aéreo que, en febrero pasado, mató a 10 civiles, la mayoría mujeres y niños, el presidente Karzai prohibió a las fuerzas de seguridad afganas unirse a los ataques aéreos de la OTAN. Sin embargo, no está claro si la prohibición se ha aplicado, y muchas operaciones se ejecutan conjuntamente por fuerzas de la OTAN y de Afganistán. El último ataque, este fin de semana, se produjo un día después de que al menos cinco estadounidenses, entre ellos una joven funcionaria diplomática, murieran en dos ataques talibanes en el este y el sur del país. Un atacante suicida atacó un convoy de la OTAN en la provincia sureña de Zabul el sábado, matando a tres soldados estadounidenses y dos civiles, uno de los cuales era una funcionaria estadounidense. El grupo viajaba, junto con autoridades afganas, para distribuir libros entre los estudiantes de la zona. El mismo día otro civil norteamericano murió por un ataque aéreo en el este, convirtiendo al sábado que pasó en el día más mortífero para la coalición desde el 8 de julio del año pasado. Aunque los talibanes aún no han anunciado la reanudación de su "ofensiva de primavera", que comenzó el año pasado con una serie de ataques sangrientos perpetrados a principios de mayo, la temporada "tradicional" de lucha en Afganistán está empezando, a medida que cede el frío invierno. Las fuerzas de la coalición lideradas por Estados Unidos están terminando sus operaciones antes de la retirada de la mayor parte de sus 100.000 soldados,prevista para finales de 2014, e intentan ganar una carrera contra el tiempo para preparar a las fuerzas afganas a fin de que puedan hacerse cargo de la seguridad del país. Sin embargo, un osado ataque el miércoles pasado - cuando hombres armados talibanes mataron a 46 personas en un tribunal de la ciudad occidental de Farah para tratar de liberar insurgentes sometidos a juicio - despertó más preguntas acerca de la capacidad de los afganos de garantizar por sí mismos la seguridad del país. La cifra de muertos en un solo ataque – en el tribunal en Farah - fue la más alta en Afganistán desde que un santuario musulmán chiíta fuera bombardeado en Kabul en diciembre de 2011, matando a 80 personas.