lunes, 23 de septiembre de 2013
Demencial ataque terrorista islámico en Kenia
Ataque terrorista en NairobiLa brutal masacre perpetrada el sábado 21 de septiembre, por entre quince y veinte terroristas del grupo islámico somalí Al Shabab, en el lujoso centro comercial Westgate de Nairobi-la capital de Kenia- que produjo hasta el momento al menos 68 muertos entre ellos tres presuntos diplomáticos extranjeros uno de Canadá, otro de Ghana y el último de China- y cerca de 280 heridos, fue al comienzo calificada eufemísticamente por los medios, como el “ataque de un grupo comando”, evitando todo lo posible mencionar el origen musulmán de sus miembros, para no herir el pundonor de los seguidores de “la religión de la paz” como hipócritamente éstos se autodefinen.
Mientras Occidente se empecina en reflejar una imagen meliflua del Islam, los “moderados” de esa religión como es habitual no condenan enérgicamente esos actos de barbarie y Obama, elucubra cómo pertrechar a Al Qaeda en su lucha contra Siria, en un dramático discurso a la nación, el conmovido presidente de Kenia, Uhuru Kenyatta, dijo que la operación para neutralizar a los atacantes continúa y que el país entero estaba en alerta terrorista y apeló a los donantes de sangre para tratar de ayudar a los heridos en los hospitales. Cabe recordar que en un viaje que efectuó en 2006 Barak Hussein Osama a Kenia, el país natal de su padre, mientras era senador por Illinois, posó para las fotos, vestido a la usanza tradicional de Somalia, ataviado con un turbante y una túnica blancos. Sarah Omar, la anciana abuela del presidente de EE.UU. afirmó, a su regreso de la última peregrinación a La Meca, en una entrevista publicada en el diario egipcio ‘Al Watan’ a fines de noviembre de 2010, que rogó a Dios para que su nieto se convierta al Islam.
Un gran número de terroristas enmascarados y vestidos con ropa de color negro, irrumpió conduciendo motocicletas en el centro comercial disparando con armas de fuego, lanzando granadas, portando ingente cantidad de munición y generando pánico entre los propietarios de los negocios y clientes. Testigos horrorizados que lograron huir, contaron que muchos niños fueron tomados como rehenes y que los yihadistas señalaban a sus blancos y que gritaban a los musulmanes que escapasen. Para verificar su credo, les hacían leer un texto en árabe, probablemente del Corán y el que lo comprendía, se salvaba de ser ejecutado. Esta acción discriminatoria demuestra el carácter racista de este tipo de grupos islamistas, que pregona que todos los infieles, es decir los feligreses de cualquier otra confesión religiosa, si no se convierten al Islam, deben ser asesinados.
Al Shabab (que se traduce como “la juventud”) es un grupo terrorista alineado con la campaña global de Al Qaeda contra Occidente, que ha jurado venganza contra Kenia por su apoyo militar del gobierno de Mogadiscio.
Salió a la palestra en marzo de 2010 cuando conminó a la PMA (Programa Mundial de Alimentos), la agencia especializada de alimentos de la ONU, a que abandonara Somalia, acusándola de distribuir alimentos caducados y de perjudicar a los granjeros somalíes al distribuir gratis estos productos y de mantener una agenda oculta para prestar apoyo a los intereses de Etiopía.
En 2010 Fuentes del Departamento de Estado de EE.UU. dijeron que habían tomado nota de una notable afluencia de “combatientes extranjeros” que llegan a Somalia para robustecer las filas de al-Shabab. Las rutas corrientes utilizadas entre Gran Bretaña y Somalia involucran a Kenia y Yibuti, la pequeña república al sudeste de Somalia con una población cercana a los 400.000 habitantes, de los cuales, el 94% son musulmanes. En Londres hay preocupación por los contingentes que asisten a los campamentos somalíes de entrenamiento, mas no se sabe con exactitud el número exacto de británicos que han viajado para integrar los grupos terroristas, aunque se estima que son numerosos. Funcionarios del Reino Unido están dispuestos a limitar el potencial de Somalia para convertirse en un refugio alternativo para los extremistas de Al Qaeda que operan en Afganistán y Pakistán. Según los analistas, el desgobierno en el país africano, aumenta el riesgo que éste replique el rol que desempeñó Afganistán cuando estuvo controlada por los talibanes. Otro factor que perturba a los ingleses y norteamericanos es la proximidad de Somalia con la República de Yemen, el empobrecido país de Medio Oriente situado al este de la Península Arábiga, que sirve de base de Al Qaeda. El 26 de abril Timothy Torlot, el embajador británico en Yemen, -en un episodio que tuvo el sello de Bin Laden- providencialmente escapó ileso a un atentado suicida con explosivos al paso de su vehículo blindado mientras se dirigía a su trabajo en Saná, la capital yemení. Una fuente del Pentágono afirmó que los recientes acontecimientos están generando “gran preocupación por la creciente amenaza” en la zona. Estados Unidos ha traído fuerzas especiales de EE.UU. a Yemen para trabajar con el ejército y tratar de contrarrestar la amenaza de Al Qaeda. Asimismo, ha gastado casi siete millones de dólares en Somalia para apoyar la capacitación de casi 2.000 soldados, lo que es considerado como el mayor esfuerzo para la reconstrucción del ejército somalí en 20 años. La cuestión de Somalia ha sido puesta de relieve en repetidas ocasiones por Jonathan Evans, director general del MI5, el servicio de inteligencia del Reino Unido que principalmente se dedica a la seguridad interna. “No hay duda que hay actividad de formación y planificación de terroristas en el este de África – en particular en Somalia – que se centra en el Reino Unido”.
El domingo 22 de septiembre, un informe de AFP, mencionando una fuente de seguridad de Israel no identificada, dijo que asesores israelíes están ayudando en la formulación de la estrategia para acabar con los terroristas y liberar a los rehenes, cuya cantidad se desconoce fehacientemente. Al respecto otra fuente de seguridad, es este caso keniana, declaró que fuerzas israelíes entraron en el centro comercial y “están rescatando rehenes”.
Algo similar difundió Reuters que también citó a una fuente de seguridad israelí diciendo que “hay asesores israelíes que ayudan con la estrategia de negociación, pero los israelíes no están involucrados en cualquier operación de asalto inminente”, dijo el “garganta profunda”, que no dio más detalles y pidió no ser identificado.
Una fuente de seguridad de Kenia, que pidió no ser identificada, dijo a Reuters que el ejército israelí estaba involucrado en la operación, mientras que un funcionario de seguridad privada también dijo que estaban ayudando a peinar el centro comercial. Pero el ministro del Interior keniano Joseph Ole Lenku , aumentando las dudas, insistió en que era una operación nacional, a pesar de las ofertas de ayuda extranjera.
Según el portal DEBKA, Nairobi invoca un pacto de seguridad secreto entre los dos gobiernos por el cual Jerusalén garantiza la asistencia militar al gobierno de Kenia en caso que éste se vea amenazado por una fuerza extranjera.
Esta fue la primera vez que las fuerzas antiterroristas especiales israelíes han luchado contra terroristas de Al Qaeda cara a cara en suelo extranjero. El Ministerio de Asuntos Exteriores israelí se negó a confirmar o negar cualquier involucramiento en Kenia. Aguardando el desenlace y ávido por conocer la suerte de los rehenes, el presidente de Israel Shimon Peres envió una carta de condolencia al presidente Uhuru Kenyatta de Kenia, expresando pesar por la pérdida innecesaria de vidas en el horrible ataque terrorista en el centro comercial de Nairobi. Al ofrecer sus oraciones por la liberación de los rehenes y la plena recuperación de los heridos, Peres también expresó sus condolencias a las familias de las víctimas.
Peres dijo que el terrorismo es una amenaza global, cuyos autores no hacen ninguna distinción entre jóvenes y viejos, hombres y mujeres. ”No hay justificación para el asesinato de civiles inocentes”, escribió, Kenyatta asegurando que “Israel está hombro con hombro con el gobierno de Kenia y la gente en este momento difícil”. Peres señaló que “en Israel sabemos el dolor de terror y haremos todo lo posible para apoyar a la población de Kenia.”
En un comunicado emitido por la oficina del presidente, donde califica al terrorismo como una amenaza global cuyos autores no hacen ninguna distinción entre jóvenes y viejos, hombres y mujeres, Peres declaró que los terroristas están destruyendo un país tras otro y no se preocupan por el alcance de los daños y agregó: “Es un fenómeno que vemos ahora en su mejor momento, pero no su fin.” Peres instó a todos los países del mundo a adoptar de inmediato medidas eficaces para acabar con las operaciones terroristas.
La vesania de los terroristas islámicos, es en efecto, una amenaza global. El 22 de septiembre, en otro aberrante hecho casi ignorado por la prensa, dos talibanes suicidas se inmolaron, asesinando al menos a 75 personas y dejando numerosos heridos, cuando los fieles cristianos salían de de histórica Iglesia de Todos Los Santos, en Peshawar, Pakistán, después de asistir a la misa dominical.
Rubén Kaplan
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