lunes, 13 de octubre de 2008
Acco: su legendaria coexistencia se tambalea
Famosa por la calidad de una coexistencia ejemplar entre judíos y árabes, la ciudad portuaria de Acco, de 50.000 habitantes, vive desde hace 4 días al ritmo de detenciones y violencias urbanas. Entre llamamientos a la calma y acusaciones mutuas, los acontecimientos toman un peligroso cariz político que trae malos recuerdos en Israel. En octubre de 2000, unos motines idénticos habían conducido a la Segunda Intifada.
Los motines comenzaron en la noche de miércoles 8 al jueves 9 de octubre, cuando un árabe israelí, al volante de un vehículo, entró en un barrio judío.
En la víspera de Yom Kippur, cuando la circulación de los coches está prohibida, esta intrusión, con la música a todo volumen, parece una provocación. Después de haber fallado en su intento de atropellar a una niña, el hombre que se detuvo, es tomado por un grupo de jóvenes judíos que lanzan piedras contra su vehículo. El conductor abandona entonces su coche, monta en un edificio conjunto y empieza a lanzar objetos a la calle insultando a los judíos.Al creer que el conductor está siendo linchado, los árabes entran en masa en el barrio. Lo peor es evitado gracias a la intervención de la policía que intenta controlar la situación con cañones de agua.A partir del día siguiente (viernes 10 de octubre), las reacciones de la clase política no se hicieron esperar. El Presidente del Estado, Shimon Peres, pidió a los habitantes que “cesaran inmediatamente las violencias” mientras que Tzipi Livni, designada para ocupar el puesto de Primer Ministro, condenó los actos cometidos precisando que “los ciudadanos no deben tomarse la justicia por su mano”. El Ministro israelí de Cultura y Deportes, Raleb Majadleh, denunció por su parte el llamamiento efectuado antes por el diputado nacional-religioso Aryeh Eldad que había pedido que “dejen a los Judíos coger las armas si la policía no restaura la calma”. Para el Ministro tal declaración es un incentivo al asesinato. El todavía Primer Ministro, Ehud Olmert, hizo por su parte un llamamiento a la calma en un comunicado: “La coexistencia pacífica entre judíos y árabes es esencial, es necesario hacer todo lo posible para permitir a las dos comunidades vivir juntas y calmar los ánimos”. El jefe de Israel Beitenu, un partido de extrema derecha de oposición, Avigdor Lieberman, animó por su parte a fomentar la represión contra los Árabes israelíes “que se lanzaron en una nueva Intifada en el corazón mismo de Israel llevando a cabo pogromes”. Avi Dichter, Ministro de Seguridad Interior, precisó no obstante que la policía no tenía ninguna información en su posesión que podría dejar pensar que estas violencias eran premeditadas.Los islamistas del Hamás no ven las cosas de la misma forma: “Los enfrentamientos en Acco tienen como objetivo expulsar a los árabes de Israel”, indicó un portavoz de la organización terrorista, la cual piensa que las violencias entre árabes y judíos en esta ciudad del norte de Israel, entran en el marco de un “plan bien establecido”.Un “plan” que la Yihad islámica querría ver propagar en otras ciudades con el fin de lanzar una 3ª Intifada. Una situación catastrófica que las autoridades quieren evitar a toda costa. Sin embargo, a pesar de los 700 policías desplegados durante el fin de semana y la seguridad reforzada en torno a los centros escolares, los habitantes de Acco no parecían tranquilios: sólo un 40% de los estudiantes habían vuelto a clase este viernes 10 de octubre.Por otra parte, se supo durante el fin de semana la decisión del municipio de prorrogar a una fecha posterior el festival de la ciudad.
La prueba de una tensión aún tangible en la ciudad que venía por otra parte a confirmar nuevas confrontaciones entre judíos y árabes israelíes en la noche de viernes al sábado 11 de octubre. Dos casas incendiadas, varias otras seriamente dañadas, y 22 personas, miembros de las dos comunidades, detenidas por las fuerzas del orden, según Micky Rosenfeld, portavoz de la policía nacional, las cifras son elocuentes y preocupan. “Grupos de judíos en cólera, principalmente jóvenes, incendiaron las casas. Sigue habiendo mucha tensión”, explicó el sábado 11 de octubre Sami Hauari, Presidente de una asociación que trabaja en la cooperación entre judíos y árabes.Una coexistencia que los habitantes de la ciudad desean preservar. Sábado por la noche, una reunión se celebró entre los responsables de las distintas comunidades con el fin de traer la calma. Tras este encuentro, y para aliviar la cólera, el diputado árabe israelí Abbas Zakur condenó en nombre de su comunidad el comportamiento del conductor árabe que causó el desencadenamiento de las violencias.“Nosotros, árabes de Acco, condenamos al conductor que salió con su coche la noche de Yom Kippur. Debió hacer lo posible por volver a casa sin el coche en este barrio que es mayoritariamente judío”, declaró el diputado en la radio militar. Sin embargo, Zakur no ocultó su asombro por los acontecimientos. “Nunca imaginamos que llegaríamos a esta situación. Respetamos todas las religiones y todas las fiestas de los judíos, de los cristianos, de los musulmanes”. “La policía estaba insuficientemente presente la primera noche pero, desde entonces, actúa como es debido”. Siempre con la voluntad de apaciguar, los líderes árabes de Acco van a publicar un prospecto esta semana que llama a los miembros de su comunidad a abstenerse de conducir en Yom Kippur. Esto no parece suficiente a los ojos del gran rabino de la ciudad que considera no tener “ningún interés por un encuentro con el público árabe, por su comportamiento y el de sus dirigentes estos últimos días”. “El público árabe violó el día más santo del judaísmo y, de manera programada, saqueó almacenes, coches manchando una sinagoga”, indicó.En la noche de sábado al domingo, las violencias continuaron. Un cordón de policía bloqueó por la noche un barrio de la ciudad que fue cerrado a la circulación, mientras que una tercera casa, perteneciente a árabes, fue incendiada.Hoy, domingo 12 de octubre, los responsables de la seguridad afirmaron que fueron detenidas 54 personas durante estos 4 últimos días. La mitad de la población judía y la otra mitad del sector árabe. Catorce personas resultaron también heridas.Según el comandante de la policía de la región Norte, los principales responsables de los desordenes son los judíos. El Comisario Shimon Koren indicó que la policía conocía exactamente su identidad, tenía la intención de proseguir las detenciones y de llevar a los culpables a juicio.
Este domingo 12 de octubre, la comisión de los asuntos internos de la Keneset debería tener un debate especial consagrado a la situación en Acco.
Los próximos días dirán si estas violencias sólo son temporales o si anuncian un movimiento de larga duración. Por Itai Smadja para Guysen International News
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