domingo, 12 de octubre de 2008
Editorial de la semana del 11/10/2008: Controlar la crisis, inspirar la paz
Por Guy Senbel para Guysen International News
Esta semana, desearíamos hablar a nuestros lectores sobre la crisis financiera que empezó a el pasado 15 de septiembre con la quiebra del banco Lehman Brothers. Las consecuencias de esta crisis financiera espectacular, que es noticia en los diarios desde hace casi tres semanas, son múltiples. Influyen en el sistema financiero, ponen su fiabilidad y su viabilidad en entredicho. Los hogares no estarán a salvo de la crisis financiera. Afecta también a los protagonistas económicos de primera fila, entre ellos, algunos inversores en proyectos que podrían favorecer la paz y el equilibrio, en Oriente Medio en particular.
Ciertamente, el espectro de un largo estancamiento preocupa mucho más que la amenaza de una gran grave depresión, y tan grave como la de 1929, la crisis actual que devasta el corazón de las finanzas mundiales no es un simple accidente, es verdaderamente una crisis del sistema financiero moderno como consecuencia de los excesos masivos de endeudamiento. Primera consecuencia, a pesar de la intervención de los Gobiernos para impedir que la quiebra contamine al conjunto de las instituciones financieras, la crisis económica amenaza al consumo. Las condiciones del crédito van a endurecerse más aún, y afecta directamente a los hogares; las caídas bursátiles y la reducción de los bienes inmobiliarios, así como el aumento del desempleo, impedirán al consumo seguir siendo el principal motor de la actividad económica. Resultado: en la mayoría de los países occidentales, los índices de crecimiento se revisan a la baja.La crisis alcanza una extraña intensidad, e incluso los banqueros de Wall Street reconocen que es necesario fijar límites a “la irrepresible inclinación de los financieros por la especulación”. No obstante, el debate sigue estando abierto, y algunos abogan, a pesar de todo, contra la tentación regulacionista, con el pretexto de que unas normas más vinculantes limitarían el acceso a la liquidez y empeorarían aún más la crisis bancaria. No queremos abrir aquí un debate de expertos, sino recordar a nuestros lectores que la crisis del sistema bancario alcanzará a los particulares y a las empresas, sin límites geográficos.Porque instaura un clima austero, la crisis financiera podría poner en entredicho o retrasar el desarrollo de grandes proyectos, en Oriente Medio en particular. Los hombres de negocios israelíes más importantes han perdido esta semana miles de millones de shekels. Y algunos están involucrados en proyectos de futuro por la paz en la región. Al hombre de negocios israelí asociado con el jeque Ben Talal, Yitzhak Tchuva, le fue confiado, por el Presidente israelí Shimon Peres, el proyecto del “Valle de la Paz”. El “canal de la Paz”, que debe conectar el Mar Rojo al Mar Muerto y abastecer a este último para que no se destare, será el acto original y fundador de un “Valle de la Paz” que debe atraer inversiones de Israel y los países árabes, a favor de la paz y la estabilidad en Oriente Medio. Sería deplorable que una crisis financiera hiciera caducar tales proyectos.En esta región, la prioridad de las empresas es también el desendeudamiento, y se puede cuestionar legítimamente si las inversiones previstas se mantendrán para concluir muchos proyectos futuros. Si los países moderados de Oriente Medio piensan “salvar” lo esencial, ¿de qué herramientas disponen hoy para resistir a la tentación de poner entre paréntesis los proyectos que sus Gobiernos no podrían asumir sin la ayuda de socios financieros privados? La crisis financiera es una única ocasión para entablar debates técnicos. Falta hoy una estructura capaz de reunir a los protagonistas políticos para pensar juntos en los proyectos de futuro, como el “Valle de la Paz”, y asegurar sus financiaciones. El proyecto costoso de Nicolas Sarkozy de una “Unión del Mediterráneo” parece ofrecer un marco conveniente para reunir a los Ministros de Economía de los países del Mediterráneo, y que establezca las bases de una primera Unión económica mediterránea.No olvidemos que Europa puede servir de modelo… La única ambición de su construcción era la paz, y sus fundaciones se basan en la CECA y el Mercado común… La crisis financiera actual podría desembocar a escala medio oriental en el panorama de un programa económico federalista. ¿Cómo no pensar en ello? Martes 7 de octubre, un hombre político francés tuvo el valor de exponer un cartel de Guilad Shalit delante del Ayuntamiento del XVI distrito de París del cual es el primer magistrado. Este cartel tiene un título: libertad. Ojalá que la iniciativa de Claude Goasguen, amigo de Israel y de un Oriente Medio en paz, inspire a otros responsables políticos a través de Francia y Europa.Esta noche, nuestros pensamientos van hacia Guilad Shalit, detenido por el Hamás desde hace 839 días, soldado de Tzahal, último rehén francés
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