lunes, 6 de octubre de 2008

El “Mossad” recupera su prestigio


Puede que se trate de otra de las “olas” de euforia “Made In Israel”. Un periodo de tiempo en el que se alaba casi descontroladamente a una institución o a una persona que luego suele “caer” desde el precipicio más cruel. Tras 1967 (la Guerra de los Seis Días), fotografías de generales israelíes eran vendidas como figuritas y se cantaban canciones loando “la última de las guerras”. Nadie podía igualar el poder de Tzahal, se aseguraba. En 1973 el fiasco de Yom Kipur enterró al otrora superpoder. Fueron tres años en el que se leían por las rutas de Israel: “Dai Le-Beji ha-Leumí” (Basta de llanto nacional). El brazo largo de Israel volvió a demostrar su poder divino en la rimbombante operación “Entebbe” (1976). Subir y bajar y volver a subir. Esperemos que no sea este, también, el caso del “Mossad” y de su jefe Meir Dagan.Existe un consenso genera en Israel. Hace muchos años que el “Mossad” no tenía un jefe como Meir Dagan y que no se cosechaban tantos éxitos. La Cadena 2 de TV israelí filmó una entrevista entre Ehud Olmert y Meir Dagan en la cual el primer ministro aseguraba: “Si le pregunta a Dagan si él es el hombre del año seguramente les dirá que los hombres del año son los agentes que lograron los éxitos conocidos y los muchos desconocidos. Yo les aseguro que Dagan es el hombre del año”.Como es de suponer, nadie exactamente sabe las razones por las cuales el premier asegura lo que asegura. Sin embargo, algo debe haber hecho el “Mossad” para que su jefe haya cumplido su cadencia de 5 años y le hayan renovado la jefatura por otros dos años e incluso la candidata a primer ministro Tzipi Livni declaró que “le gustaría poder contar con Dagan en el futuro”.Ariel Sharón nombró a Meir Dagan como jefe del Mossad en el 2002. No se trataba de personas desconocidas. En el año 1971, siendo Sharón general encargado de la zona sur del país, comando una serie de ataques contra nidos de terroristas en Gaza. En el marco de esas operaciones, actuaba un grupo denominado “Rimón”, encargado de eliminar a los peores terroristas. Meir Dagan era el oficial de “Rimón”. Luego, siguió su carrera militar como oficial del cuerpo 188 de tanquistas, dirigiendo acciones de alto riesgo durante el Guerra del Líbano de 1982. Dicen los medios de comunicación que Ariel Sharón decía sobre Meir Dagan: “es especialista en separar la cabeza del cuerpo de los terroristas”.
Al no ser nombrado general por el Jefe de Estado Mayor de entonces (Ehud Barak), Meir Dagan se retiró de la vida militar, volviendo a la escena pública para dirigir el cuartel general de Ariel Sharón en las elecciones de 2001. De esa época se conoce su afiliación política al partido “Likud”.Meir Dagan reemplazó en el cargo a Efraim Ha-Levy, un jefe del Mossad muy particular que, según afirman desde los medios de comunicación, tenía más tendencia a la labor diplomática que a las operaciones “Jamesbonianas” clásicas del Mossad. De hecho, Ha-Levy debió hacer frente a una serie de fracasos del Mossad anteriores a su cadencia. Un intento fracasado de asesinar al jefe de la oficina política del Hamás (entonces en Jordania) Jaled Mashall y la detención de dos agente del Mossad que intentaban colocar aparatos de escuchas en la embajada de Irán en Chipre. Ha-Levy debió dedicarse más a reconstruir la agencia aunque haya sido acusado muchas veces de ser un “segundo Ministerio de Relaciones Exteriores”.Si para Ariel Sharón, Meir Dagan podría llegar a ser visto como “el ejecutador” de las órdenes del experimentado ex militar, para Olmert la situación era muy diferente. Olmert carecía de la experiencia militar de Sharón y por lo tanto, su influencia podía llegar a ser mayor.
Meir Dagan se fue ganando el respeto de los políticos y de sus pares al demostrarse como acertadas ciertas evaluaciones que realizó. Ante todo, Dagan criticó la forma en la que se encaró la Segunda guerra del Líbano (2006). Ėl creía que la aviación no podría destruir totalmente el poder de Jizballah y por lo tanto, haría falta introducir soldados. Cuanto más rápido, mejor. Si en cambio, el gobierno prefería solucionar el tema políticamente, entonces se debía buscar una solución de inmediato. No se hizo ni una cosa ni la otra por lo que la evaluación de Dagan demostró ser correcta. Más tarde, Dagan criticó el intercambio de presos con Jizballah. Según la información que poseía, Goldwasser y Reguev estaban muertos por lo que la entrega de Kuntar y los otros solamente reforzaría al Jizballah y endurecería las negociaciones con el Hamás por Shalit. Por lo visto, también aquí parecería ser que Dagan tenía razón.Es difícil saber lo que hizo el Mossad sin estar adentro. Allegados a Olmert aseguran que solamente “dentro de 50 años se podrá saber lo que han hecho Olmert y Dagan por el país”. El setiembre de 2007, una supuesta central nuclear Siria en El-Kaber fue destruida, según informaciones extranjeras, por la aviación israelí. El reactor fue totalmente destruido. Por lo visto, el Mossad aportó la información necesaria para la operación. Michael Haiden, jefe de la CIA dijo hace pocos días: “un equipo de espionaje extranjero fue el primero en descubrir el reactor como una copia de una versión norcoreana en Siria”.
Jizballah atribuye a Israel el asesinato de su jefe de operaciones Imad Mougnieh en Damasco el último mes de febrero. La prensa extranjera también cuenta que una fabrica de químicos en Siria fue explotada, muriendo decenas de ingenieros iraníes y sirios. El asesor de Bashar el-Assad, general Mahmoud Suleiman fue asesinado sorpresivamente en Damasco. Un convoy de los “Guardias de la Revolución” explotó en pleno Teherán cuando le llevaba armas a Jizballah. Nadie asumió la responsabilidad de tal acto. El último sábado, una explosión en Damasco provocó la muerte de 17 personas. En las últimas horas, la agencia oficial Siria Sana atribuía el atentado de Damasco a un kamikaze islamista. La agencia afirmó que un vehículo del terrorista provenía de un país árabe vecino, sin precisar no obstante de cual país se trataba.
Por un lado… la falta de transparencia en Siria (y en otros países) y el miedo a ser acusados de ser un país en donde Israel puede atentar cuando se le ocurre. Por otro lado, el hecho que Israel defiende una política de “falta de claridad” en estos temas. Todo esto hace que sea realmente difícil saber que fue lo que hizo Israel (el Mossad) y que es lo que no hizo.Durante los último años, fueron publicadas varias noticias que tienen que ver con operaciones que han pospuesto el programa nuclear iraní. Problemas técnicos u de otro tipo. Ali Rua Askari, un general iraní, desertó sorpresivamente. Askari estaba metido en el medio de las relaciones entre Irán y el Jizballah. Un comerciante de materiales eléctricos en Irán fue acusado de ser espía para Israel. En Suiza fue descubierta una familia (el padre y sus dos hijos) que, por lo visto, habían ayudado a Irán a enriquecer uranio y pasaron a ser utilizados como agentes dobles para dañar las instalaciones nucleares iraníes. Meir Dagan y el “Mossad” disfrutan de un prestigio nacional e internacional impresionante. Quizás se trate de la parte “alta” de su ola de popularidad actual. Quizás, sea el preludio de tiempos aún mejores. La llave a esta pregunta… el desenlace del problema nuclear iraní. Por Gabriel Ben-Tasgal para Guysen International News

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