Terrorismo contra terrorismo
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Claudia Barrionuevo
Barack Obama iluminaba el salón Este de la Casa Blanca con su encantadora sonrisa. Frente a él, un viejo pero juvenil Paul McCartney cantaba “Michelle”. El atlético presidente de Estados Unidos miraba a su Michelle repitiendo “ma Belle, sont des mots qui vont très bien ensemble”. Luego la pareja junto a sus fascinantes pequeñas Malia y Sasha bailaron junto a un grupo de connotados artistas al ritmo de “Hey Jude”. Las imágenes difundidas por los medios audiovisuales trasmiten una alegría familiar contagiante, libre de tragedias.
No hay fotos ni vídeos públicos de la esposa, las tres hijas y la nieta de otro hombre poderoso que murió junto con toda su familia días antes del homenaje al ex Beatle. Las pocas imágenes de Moustapha Abou al-Yazid número tres de Al Qaeda lo muestran como un hombre demasiado serio y austero. Dicen que era muy discreto: es difícil imaginárselo bailando, cantando o haciendo palmas.
Responsable financiero de los terribles atentados terroristas del 11 de setiembre de 2001 que les costaron la vida a 2.973 inocentes, el egipcio también conocido como Seij Said al Masri Yazid murió en un atentado terrorista, perpetrado por la CIA, en el cual también murieron inocentes.
El próximo 18 de julio se cumplirán 16 años del peor ataque terrorista sucedido en la Argentina. En 1994 un automóvil explotó en la puerta de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) de Buenos Aires provocando la muerte de 85 personas y dejando heridas a otras 300. Todas eran inocentes. Todas víctimas del terrorismo.
Los palestinos bloqueados en Gaza esperaban 10 mil toneladas de ayuda humanitaria. Medicinas, materiales de construcción, vehículos para discapacitados, casas prefabricadas y alimentos eran trasportados por seis barcos turcos. Entre los 800 pasajeros que acompañaban la ayuda humanitaria, viajaban parlamentarios de Alemania, Suecia, Irlanda, Noruega y Bulgaria. Los misiles israelíes atacaron las naves asesinando a 18 civiles y dejando a decenas de heridos. Terrorismo de Estado.
Todo acto terrorista debe ser condenado. No importa si es cometido por la CIA, Hezbollah, Al-Qaeda o un estado. Ningún fin justifica al terrorismo como medio. La vida de todos es importante. Los inocentes no deben ser víctimas de las locuras de los que detentan el poder y creen tener derecho a masacrar a cualquiera.
Posiblemente Paul McCartney pacifista activo estaría de acuerdo conmigo. Tal vez le pueda recomendar a su admirador norteamericano Barack Obama la próxima vez que lo vea, que el terrorismo no debe combatirse con terrorismo y que merece ser condenado públicamente.
Claudia Barrionuevo
claudia@barrionuevoyasociados.com
Doña Claudia desinformada
Mayer Tropper
http://www.larepublica.net/app/cms/www/index.php?pk_articulo=36984
En su artículo “Terrorismo contra Terrorismo”, doña Claudia comete varios errores inexcusables para una articulista de su talento. Asevera que Israel atacó con misiles los barcos que rompe bloqueo, lo cual es falso y ni siquiera aparece publicado en los medios de la organización terrorista Hamas.
Otro error, producto de la costumbre de los enemigos de Israel de multiplicar las víctimas para lograr un golpe mediático, que aunque falso condiciona la opinión pública a pesar de la demostración posterior de la mentira: los muertos no fueron 18 como escribe sino nueve, cuatro de los cuales habían prometido morir como mártires y el resto era parte del grupo turco radical IHH. No basta ser civil para ser un ángel, el que asesinó al director holandés de cine Theo Van Gogh, era civil, como civiles eran los que impactaron las torres gemelas, en Estados Unidos y los de la bomba en la AMIA en Argentina.
Omite que Israel ofreció recibir y entregar todo el tonelaje bajo la supervisión de los parlamentarios, premios Nobel y terroristas que venían en los barcos, a los destinatarios, como efectivamente ocurrió.
No hace la diferencia en que el ataque de Estados Unidos, al tercero en la lista de la terrorista Al Qaeda, el atentado de la AMIA, y en todos los casos que cita, no hubo advertencia previa. Israel advirtió a los organizadores que pretendían romper el boqueo desde antes que zarparan, que se serían detenidos, abordados y devueltos a su país de origen.
Eran seis barcos, con cinco de ellos no hubo incidentes, el sexto partió de otro país, se organizó y se pertrechó separadamente, con la intención no muy civil de enfrentarse a marinos que lo abordarían, lo que hicieron con garrotes y armas blancas. Espero que doña Claudia leyera, en LA REPUBLICA 12/06/2010, página 17, la nota en que Reuters se disculpa por haber editado las fotos del enfrentamiento para perjudicar a Israel. Suprimió los cuchillos y rastros de sangre mientras dos comandos israelíes yacían sobre la cubierta.
El bloqueo de Israel basado en la ley internacional responde al derecho de legítima defensa ante una organización que tiene en su constitución como uno de los principales objetivos destruirlo.
Como asiduo lector de la columna de doña Claudia, nunca leí que se refiriera a la angustia de los habitantes del sur de Israel ante la lluvia diaria de misiles contra sus ciudades, ni que se preguntara cuanto más podría esperar Israel para ejercer su derecho a la legítima defensa.
Sin embargo, cada vez que la ejerce brotan articulistas, algunas cultas y sensibles que confunden la justa autodefensa con actos de terrorismo. Por alguna curiosa razón al igual que en la Edad Media, la Inquisición y la barbarie nazi, muchos se incomodan cuando el pueblo de Israel se defiende. Para ellos, 2 mil años de persecución no han sido suficientes. Solo Juan Pablo II tuvo la hidalguía de reconocerlo y pedir perdón por la bimilenaria injusticia. En otros conflictos actuales mueren miles de civiles, nadie escribe de ellos, será porque no hay judíos a quienes echarles la culpa.
Mayer Tropper
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