miércoles, 19 de diciembre de 2012

Obama nombraría a Chuck Hagel, un furibundo antiisraelí como próximo Secretario de Defensa

18 diciembre 2012 By Ruben Kaplan La probable designación de Chuck Hagel como nuevo Secretario de Defensa de EE.UU. en reemplazo de Leon Edward Panetta, demostraría la cada vez mayor desembozada hostilidad de Barack Hussein Obama contra Israel, evidenciada al nombrar en ese vital cargo a un enconado antiisraelí y con un largo historial de oposición a sanciones a países como Irán, Corea del Norte, Siria, Libia y Cuba. Charles Timothy (Chuck) Hagel, casado y padre de dos hijos, nació el 4 de octubre 1946 en North Platte, Nebraska , cursó la Escuela Secundaria de San Buenaventura, Columbus, Nebraska, y se graduó en el Instituto Brown de Radio y Televisión, Minneapolis, MN, 1966; BA de la Universidad de Nebraska, Omaha, en 1971. Hagel, ex senador por Nebraska y sargento veterano de Vietnam conocido como el republicano más crítico de las políticas del ex presidente Bush en Irak, se desempeña actualmente como Co-Presidente de la Junta Consultiva de Inteligencia de Estados Unidos. A lo largo de su dilatada carrera ha propiciado públicamente la idea de colaborar con regímenes criminales y se manifiesta a favor de la diplomacia y contrario a las medidas punitivas. En su desempeño en el Congreso, votó en contra de las sanciones y recibió varios gritos por parte de senadores en contra de su eficacia. Repasando su actuación a través de los años y su tesitura se pueden advertir sus posiciones y políticas sesgadas contra el Estado judío y lábil con regímenes tan opuestos, pero igual de peligrosos para el mundo como la teocrática República Islámica de Irán y la comunista Corea del Norte. En octubre de 2000, Hagel fue uno de los cuatro senadores que se negaron a firmar una carta del Senado en apoyo de Israel, en ocasión de la segunda Intifada. También, en noviembre de 2001, Hagel, junto con otros diez senadores, se opuso a suscribir una solicitud al presidente Bush en la que se instaba a no auxiliar a Yasser Arafat hasta que éste pusiera fin a la violencia contra Israel. Hagel, se negó en junio de 2004 a firmar una carta en la que se exhortaba al presidente Bush a exponer el programa nuclear iraní en la cumbre del G8. Un año después, en diciembre de 2005, Chuck Hagel, fue uno de los 27 senadores, que rechazó firmar una misiva al presidente Bush, que tenía como fin, presionar a la Autoridad Palestina para que ésta prohibiera que los grupos terroristas participasen en las elecciones legislativas palestinas. Como corolario, en agosto de 2006, el senador Hagel, al igual que otros once parlamentarios, se negó a escribir a la UE, para que ésta declarase al Hezbollah, una organización terrorista. El posible nombramiento de Chuck Hagel, causó gran beneplácito en el Council on American-Islamic Relations (CAIR). Ésta institución, con lazos comprobados con el extremismo islámico, había difundido en 2008 el siguiente comentario:” Los posibles candidatos presidenciales como Hillary Clinton, John McCain, Joe Biden y Newt Gingrich, fueron cayendo todos, por expresar su apoyo a Israel. La única excepción a esta regla fue el senador Chuck Hagel”. En un discurso de apertura en una cena de gala de J Street, una institución judía “progresista” que pide a los EE.UU. que presione más a los israelíes y menos a los palestinos para que éstos acepten una solución de dos Estados, asegurando que un fin pacífico es la clave para garantizar la seguridad de Estados Unidos e Israel, Hagel dijo que “el conflicto palestino-israelí es central, no periférico, para los intereses de seguridad vitales de los EE.UU. en la lucha contra el terrorismo”. Hagel, evidenciando su antisemitismo, en una oportunidad manifestó que “La realidad política es que el lobby judío intimida a mucha gente aquí”, también enfatizó la importancia de las relaciones fuertes con los países árabes. “EE.UU. tiene una relación larga y especial con Israel, pero no debe ir en detrimento de nuestras relaciones con los árabes”. “El compromiso no es apaciguamiento. Diplomacia no es apaciguamiento. Las grandes naciones se comprometen. Las naciones poderosas deben ser los adultos en los asuntos mundiales. Cualquier otra cosa resultará en desastre, conflicto inútil, global prevenible”, dijo Hagel en un discurso en la Institución Brookings en 2008. Ese mismo año, Hagel fue responsabilizado por bloquear sanciones a Irán que los senadores demócratas apoyaron. También en ese período, pronunció un discurso pidiendo la apertura de una oficina diplomática de EE.UU. en Teherán y se prodigó en elogios a la administración de George W. Bush por el acuerdo con Corea del Norte, que incluía el levantamiento de algunas sanciones a Pyongyang y la eliminación del país comunista de la lista del Departamento de Estado de Estados de aquellos que patrocinan el terrorismo, a cambio de una mayor transparencia en el programa nuclear de Corea del Norte. Como era previsible, La República Popular Democrática de Corea, tal como es su denominación oficial, más tarde abjuró de su compromiso. El irrespeto de Corea del Norte al acuerdo suscripto con EE.UU, dejó mal parado a Hagel y lo enfrentó con sus declaraciones efectuadas en 2003: “Lo último que queremos hacer o debería hacer en mi opinión se trata de aislar a Corea del Norte. “Ellos son muy peligrosos, son impredecibles, y tienen un patrón de comportamiento en el pasado que es un poco errático. Eso no es una buena noticia para ninguno de nosotros. Así que creo que debemos mantener las emociones abajo y seguir trabajando los canales.” Los desaguisados de Hagel en relación al país asiático se patentizaron en varias oportunidades más. En mayo de 2009, Corea del Norte se retiró de las conversaciones entre seis partes (las dos Coreas, China, Estados Unidos, Japón y Rusia) que propiciaban estímulos económicos a cambio del desarme, en protesta por una declaración del Consejo de Seguridad de la ONU que condenaba al país por estar experimentando cohetes de largo alcance. La casi unánime condena a Pyongyang, tuvo un apologista, la República Islámica de Irán. Su portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Hasan Qashgavi defendió la decisión de Corea del Norte de lanzar un cohete al espacio y advirtió sobre cualquier acción que ponga en riesgo la estabilidad en Extremo Oriente. “Irán tiene el derecho legítimo a disfrutar la tecnología espacial para fines pacíficos cumpliendo las reglas internacionales y cree que ese derecho le asiste también al resto de los países del mundo”. La Conexión de Teherán-Pyongyang tiene extensos eslabones militares. Después que Rusia y China redujeron el flujo de tecnología, Pyongyang se constituyó en la fuente principal de la tecnología de misil balística y de componentes de Teherán. Además, los informes publicados atribuidos a fuentes de inteligencia occidentales han encontrado pruebas de cooperación nuclear entre estos dos Estados, de larga data. En noviembre de 2010 se produjo una sorpresiva agresión de Corea del Norte, lanzando al menos 200 proyectiles contra la isla de Corea del Sur, Yeonpyeong, ubicada cerca de su frontera occidental. La gravedad de la situación aumentó cuando se conoció la existencia de una nueva planta de enriquecimiento de uranio de Corea del Norte, después que el New York Times publicó que Pyongyang exhibió a un visitante científico nuclear estadounidense, durante una visita profesional, cientos de centrifugadores nucleares. La confirmación que Corea del Norte tiene 20.000 centrifugadoras completadas y la certeza que el país asiático trabaja en programas de enriquecimiento de uranio que le posibilitarán fabricar armas atómicas de gran potencia, alertaron a altos funcionarios militares estadounidenses que advierten que podría acelerar la capacidad de los norcoreanos para poseer y exportar arsenal nuclear. Durante la madrugada del 12 de diciembre de 2012, burlándose de los EE.UU. y en nuevo desafío a la comunidad internacional, Corea del Norte lanzó su cohete de largo alcance Unha-3- que viola dos resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Según los norcoreanos, lograron poner en órbita por primera vez en su historia un satélite de observación. Expertos extranjeros consideran que el cohete portador Unha-3 es un proyectil derivado de su misil de largo alcance Taepodong-2 y que el lanzamiento es una prueba de misiles balísticos encubierta. Lo precedente demuestra inequívocamente el estrepitoso fracaso del presidente Barak Hussein Obama en su estrategia internacional de desarme nuclear progresivo, que comparte Chuck Hagel. Los desatinos de Hagel incluyeron a Siria. Él era partidario de un compromiso con el régimen del despiadado presidente Bashar al-Assad, semejante al que tuviera con su padre Hafez al-Assad. Después de reunirse con el progenitor en 1998, Hagel dijo: “La paz viene a través del trato con la gente. La paz no llega al final de una bayoneta o el final de un arma.” En 2008, Hagel fue co-autor de un artículo de opinión publicado en el Wall Street Journal con el probablemente futuro Secretario De Estado , el senador John Kerry, que reemplazaría a Hillary Clinton, titulado: “Es tiempo de hablar con Siria”. “Los líderes de Siria siempre han hecho cálculos fríos en el nombre de la auto-preservación, y la historia demuestra que la diplomacia intensiva puede pagar”. De confirmarse los nombramientos de Hagel y Kerry como Secretario de Defensa y Secretario de Estado respectivamente, Irán, Corea del Norte, los grupos terroristas palestinos y otros regímenes totalitarios, tendrán sobrados motivos para festejar. -- Rubén Kaplan http://www.rkpress.com.ar/