domingo, 16 de diciembre de 2012

Preparándose para la carrera final

Como si estuviésemos en los coquetos y famosos hipódromos de Ascot (Gran Bretaña) Longchamp (Francia) o San Isidro (Argentina) los pura sangre se están preparando para la gran carrera final. Ya están dispuestos en las gateras. Listos para salir a correr los últimos metros (40 días), en busca del premio final. Una silla en la Kneset, donde se atornillarán y tratarán de permanecer cuatro años, en toda una prueba única de resistencia y perseverancia. (1) Se ha cerrado el término establecido por ley para presentar las listas con candidatos para las próximas elecciones del 22 de enero y hasta el último momento se han producido cambios que no podían concebirse sólo algunos minutos antes del cierre. Más de 30 agrupaciones han presentados sus aspirantes, aunque es casi seguro que no habrá más de una docena de partidos que superen el tope legal mínimo del 2 % de los votos válidos. Esto ya indica que debería volver a estudiarse, con seriedad, el aumento del número mínimo de afiliados para inscribir a una lista. Esta profusión de candidatos confunde y cuesta dinero que deben solventar todos los ciudadanos para campañas poco serias. De no ocurrir nada raro, y es bastante frecuente que en Israel se produzcan acontecimientos inusitados, hemos regresado a la vieja puja de dos partidos, uno llamado en el pasado de centro derecha, y otro denominado de centro izquierda que serán los mas votados. El Likud y Avodá vuelven a encontrarse en un mano a mano, pero que en esta oportunidad ya tiene, por anticipado un claro vencedor. El viejo Likud, con su nuevo maquillaje modelo 2012, el agregado de Israel Beiteinu, se ha convertido en un nuevo matrimonio, el primero que se produce de cara a estas elecciones, y ha recibido una nueva denominación: Likud Beiteinu y de esta forma Netanyahu y su viejo colaborador, Avigdor Lieberman han integrado sus listas. Han decidido que "juntos suman más", pero para muchos eso ha sido un error garrafal. En esta Kneset el partido de Bibi suma 27 mandatos y el de Lieberman 15. Es bastante improbable que el 22 de enero lleguen a 42 mandatos. Es muy difícil que superen los 40 y algunas encuesta le otorgan actualmente no más de 35. Así y todo será, por mucho el partido más votado y el primero que llamará el presidente Peres para invitarlo a formar gobierno. El Likud va tomando cada vez más, un camino a la derecha que se acrecienta con los aportes de Israel Beiteinu. Esta agrupación no ha realizado elecciones internas. Dentro de casa, se hace lo que desea su líder sin discusión alguna. El decide a su voluntad, y, por rara paradoja, los dos primeros nominados de su lista luego de él, no son de origen ruso, sino israelíes nativos. Le suceden Iair Shamir, hijo de pasado Primer Ministro de Israel y sin ningún antecedente en la política y Uzi Landau, antiguo likudista y actual ministro de Energía. A último momento, y no se sabe a ciencia cierta por que motivos, los candidatos de Lieberman lograron algunos puestos más altos en la lista conjunta. Eso ha molestado a tradicionales miembros del Likud que han manifestado que "Bibi los ha vendido por poco a, Ivet". Con la presente lista, y la plataforma actual, hasta el propio Menajem Begin se escandalizaría de la transformación que sufrió su partido. Ni hablar de las fuerzas sefaradíes que eran la base de su electorado y en esta oportunidad casi ni están representadas en los puestos probables de la misma. Avodá tendrá un mayor apoyo que en las elecciones anteriores, donde obtuvo unos magros 13 mandatos, pero más que por méritos propios, por carencias ajenas. La caída o desaparición de Kadima, hará que viejos adeptos regresen a su casa. Ha integrado una lista social demócrata en donde aparentemente su principal fuerza es la reivindicación de los derechos sociales. Si estas elecciones se realizarían en Finlandia, Suiza o Nueva Zelanda, no tenderíamos dudas que es ideal. Pero esto es Medio Oriente. Nuestros vecinos son Siria, Líbano y Egipto, sin mencionar a Hamás, la Autoridad Palestina y Hezboalla, no Noruega y Suecia. El tema de seguridad debe ser prioritario y no ignorado. Prometer mejoras sociales antes de las elecciones es muy lindo, luego cumplirlo es mucho más difícil, salvo que se proceda con el libertinaje y facilidad que hicieron muchos de los países europeos que ahora están pagando las consecuencias. Cuando gobierna el socialismo, y se repartió más de lo posible, luego se derivan en circunstancia que obligan a un "ajuste de cuentas" que es mucho más doloroso. Tampoco en este caso David Ben Gurión estaría muy orgulloso de su lista. No se vislumbra ni un Javer Kibutz entre los candidatos de Avodá. En épocas mucho más reciente, ni Izjak Rabin entendería lo sucedido. Un 80 % de graduados universitarios entre los 20 primeros puestos de la lista. Ninguno trabajó, codo a codo con las personas que dicen querer representar. Da que pensar. A estas dos agrupaciones les suceden dos nuevas propuesta. Hay Futuro, presidida por el famoso periodista y luminaria de la T.V. Iair Lapid y La Agrupación, recientemente fundada por la ex Ministra de RR.EE y líder de la oposición sobre casi todo el primer período de Netahyau Tzipi Livni. En ambas listas hay conocidos personajes de nuestro mundo, ex ministros, ex candidatos a P. M. periodistas y hombres de letras, negocios, etc. Dicen las encuestas que tendrán unos 10 mandatos cada uno. Pueden aportar algo positivo si se dedican a trabajar. Podrían, en casos eventuales aliarse a las fuerzas de derecha en un gobierno amplio, pero aún nada se ha aclarado. El partido de Tzipi ha recibido el último día, en el minuto de descuento, el apoyo de Amir Perez. El ex Secretario General de la Histadrud, ex Ministro de Defensa y ex militante de Avodá ha dado un cambio de timón a su vida política y se une a un grupo de centro. El principal motivo que aduce para el cambio es que Selly Yajimovich, cabeza de la lista de Avodá, no quiso comprometerse púbicamente que no formaría parte de un gobierno encabezado por Bibi. ¿Indica eso que Likud Beiteinu y Avodá han llegado a un acuerdo para compartir gobierno?. En la política israelí todo es posible. Kadima será el gran derrotado de esta compulsa electoral. De sus actuales 28 mandatos, puede llegar a no entrar en el corte y desaparecer totalmente. El partido creado por Ariel Sharon en 2005 tuvo una exitosa pero efímera vida. Del gobierno, a cabeza de oposición, y ahora a punto de dejar de existir. Shaul Mofat no es un político muy querido ni representativo de nada. Tampoco a los seguidores de Ehud Barak, ahora alejado de la política se le augura buenos resultados si por último deciden presentarse. Si logran ingresar al parlamento será una gran actuación. El otro partido laico, de izquierda, Meretz ha quedado muy reducido en las últimas elecciones. Tan solo tres mandatos posee actualmente. Se estima que podría a llegar a tener uno o dos más, pero lejos estaría de las 10 que alguna vez llegó a tener. Dentro de los partidos religiosos, encontramos al representante puro de los colonos que se presenta bajo el nombre de La Casa Judía y podría llegar a diez mandatos e Israel Fuerte que eventualmente podría alcanzar al límite mínimo y llegaría a los tres mandatos requeridos. Los ortodoxos con sus agrupaciones tradicionales, Shas (Sefaradíes) y Yadut Hatorá (Ezquenazitas) mantendrían sus once y cuatro/cinco mandatos actuales. Shas podría aumentar un poco su caudal de votos con motivo de la vuelta a la política de su ex líder Arie Deri, que luego de cumplir éste, un tiempo de cárcel y unos años de prohibición de actuar en política regresa a sus orígenes. Como se supone que Shas volverá a ser parte de la coalición gobernante, los israelíes tendremos el "orgullo" de tener un ministro ex convicto. Los partidos árabes, actualmente con 11 mandatos probablemente vuelvan a repetir sus últimas elecciones. Los palestinos israelíes cada vez son más, pero el porcentaje de estos que vota va descendiendo, tal vez porque estiman que los actuales partidos no son representativos de sus bases. Las próximas semanas tendremos temas para divertirnos y hasta el 23 por la mañana, todo serán simples conjeturas. Luego veremos la realidad, que muchas veces supera a la ficción. (1) La comparación con una carrera de caballos es una simple metáfora que utilizamos y no deseamos indicar que todos los candidatos son como esos nobles animales. Cr. Víctor Vaisman vaisman4@hotmail.com