martes, 15 de enero de 2013
Muere Leon Leyson, el judío más joven de la "Lista de Schindler
Hitler y el ejército nazi no pudieron con él gracias a Oscar Schindler, que lo eligió como uno de los integrantes de la famosa lista que salvaría las vidas de 1.100 judíos. A los 83 años, Leon Leyson ha fallecido después de cuatro años de lucha contra el cáncer y su memorial público se celebrará el 17 de febrero en la capilla de la Universidad de Chapman, según publica el periódico estadounidense Los Angeles Times
Leyson tenía casi 10 años cuando las tropas alemanas invadieron Polonia, la vida de este niño y de toda su familia comenzó a desmoronarse, igual que la de millones de judíos. Tiroteos y asesinatos masivos, deportaciones a campos de exterminio, hambre y miedo eran constantes en su vida.
Dos de sus hermanos fueron asesinados, Hershel, el mayor, murió en medio de una masacre que acabó con la vida de 500 residentes de una aldea y Tsalig acabó en un campo de concentración, él formaba parte de la lista de Schindler pero su novia no, por lo que se negó a acompañarle.
“Pequeño Leyson”, como le llamaba Schlinder, sobrevivió al Holocausto para empezar una nueva vida en Los Ángeles, donde estudió industriales y trabajó dando clase en el instituto de Huntington Park casi 40 años.
Pocas veces habló sobre el dolor que experimentó durante la guerra, creía que sus vivencias no interesaban a nadie. La película “La lista de Schindler” fue la que abrió la caja de Pandora, el tema causó conmoción e interés a partes iguales y el miembro más joven del grupo rescatado por el empresario comenzó a hablar. Muchos lugares de Estados Unidos y Canadá fueron testigos de las historias que contaba.
La película impresionó a Leyson, "esto es como tener una experiencia fuera del cuerpo" contó a The Times, "porque uno de estos pequeños niños que estaban tratando de escapar del comando era yo. Estos eran mis amigos".
"La verdad es que no viví mi vida en la sombra del Holocausto", dijo a The Oregonian en 1997. "Yo no di a mis hijos el legado del miedo, yo les di el legado de la libertad".
Solo tuvo una crítica a la película que relató su vida, según él se empatizó en las imperfecciones del carácter de Schindler (era mujeriego, especulaba y pertenecía al nazismo) pero no mostró su lado más humano.
Leyson también tenía algunos buenos recuerdos, él trabajaba 12 horas como los judíos mayores, tenía que subirse a una caja para llegar a la maquinaria de la fábrica de Cracovia, pero Schindler dobló sus raciones de comida cuando vio lo débil que estaba y cuando sus ojos empezaron a fallar lo retiró del trabajo.
También recuerda cuando Schindler le daba paquetes de cigarrillos para su padre y cuando añadió a su madre a la lista, haciendo de ellos una de las pocas familias enteras que cuidó.
La última vez que Leyson vio a su salvador fue en 1974 cuando el empresario fue a Los Ángeles. Leyson fue uno de los judíos que acudieron a recogerle al aeropuerto, allí intentó presentarse a Schindler pero no fue necesario: “sé quién eres, eres Pequeño Leyson”, le dijo.