viernes, 19 de abril de 2013

¿Será posible la paz entre Israel y los palestinos?

¿Se podrá convivir en paz? El próximo martes 16 de Abril, Israel cumplirá 65 años de vida. Que lástima que aun ningún gran estadista o comentarista, acepta mi realidad, enunciada en años anteriores, que estará cumpliendo 3.565 años. Definitivamente, preferimos los mitos de nuestros enemigos, antes que la realidad de nuestra historia. ¿Cómo andaría que un Rabino calculara exactamente nuestros años, a partir del instante en que Hashem le dice a Avram que vaya al lugar que le indicará, dando así inicio a nuestra historia? Como regalo anticipado de aniversario, Israel ha estado recibiendo visitas ilustres, los cuales, con una candidez asombrosa, vienen a “aconsejar” ya que decir “ordenar” podría ser mal visto: Hagan la paz con los palestinos. Que asombrosamente fácil y añorada suena esta frase. ¿Por qué, ninguno comprende que en realidad, debieran decirle a los palestinos: Hagan la paz con Israel? ¿Se preocuparán de estudiar un poco de historia, ojo, historia, no ficción, antes de visitarnos? ¿Cuántas decenas de veces, se han sentado a conversar nuestros dirigentes con sus pares palestinos, sin resultados finales? Tengo claro que siempre se ha culpado a Israel del fracaso de cada intento. No los voy a aburrir mencionándolos nuevamente, cuando tenemos tan claro y tan enunciadas cada una de ellas. En su reemplazo, si los voy a invitar a analizar algunas de las principales causas de no llegar a acuerdo definitivo. En primer lugar, los palestinos pretenden establecer, previo a cualquier conversación, que Israel acepte todas sus reivindicaciones. Si se aceptara tal criterio ¿Para que se van a sentar y de qué se va a conversar? Luego de arduo trabajo de los distintos mediadores, instalados frente a frente o a través de terceros, todos pretenden que sea sólo Israel el que tenga que ceder. A los palestinos, sólo se les exige que detengan los atentados terroristas, antes de la construcción del muro divisorio (tan severamente criticado, pero que ha salvado tantas vidas de civiles israelíes) y después, que dejen de disparar desde la Franja de Gaza, en contra de escuelas, hospitales, sinagogas y otros lugares, en su totalidad, albergando a mujeres, niños, ancianos, padres, madres, hermanos, nietos, hijos israelíes. Aun cuando no se ha llegado a acuerdo definitivo, luego de aceptar las autoridades palestinas que se terminarán los atentados terroristas, Israel acepta una serie de condiciones, que han ido cambiando el estatus existente, sin que sea reconocido. A los pocos días de finalizadas las conversaciones, los palestinos, especialmente los terroristas de Hamás, reinician sus atentados y nadie les dice nada. Ellos, simplemente, no necesitan honrar su único compromiso. Distinta es la situación con respecto a lo aceptado por Israel. Eso, simplemente es sagrado. Deben cumplirse hasta en su más mínimo detalle y si, por la causa que sea, se transgrede alguno, vendrá de inmediato el repudio internacional y la condena de cuanto organismo está acreditado, adjunto o dependiente de la ONU. Para que decir el escándalo que arman las ONG defensoras de los Derechos Humanos y los grupos de militantes “progresistas” estando aquellos integrados por judíos, en primerísima fila. En resumen, la cosa es muy pareja, ética y justa: los palestinos, pueden prometer cualquier cosa sin cumplir nada. Los israelíes, deben comprometerse al máximo de exigencias y deben dar cumplimiento cabal a todas ellas. Es sabido que en dos oportunidades, prácticamente se les ha dado a los palestinos el 95% de lo solicitado. La primera vez con Arafat. Cuando ya se daba por seguro que en esa oportunidad, las conversaciones llevarían a un resultado fructífero, que permitiría la creación del Estado Palestino, Yaser sacó una nueva cartita debajo de la manga: pretendió exigir que Israel debería recibir a la totalidad de los refugiados palestinos. Luego de las 3 grandes guerras libradas entre Israel y los Estados Árabes y cuando toda la diezmada Palestina quedó bajo el dominio israelí, se calcula que había 750 mil refugiados palestinos. Arafat exigía el retorno de más de dos y medio millones de ellos, incluidos hijos y nietos de los que originalmente dejaron sus viviendas sin que fueran forzados por Israel a irse. Sólo para recordar como se han dado las cosas entre las partes, en ese mismo período, debieron abandonar distintos países árabes, 785 mil judíos, los cuales, llegados a Israel, fueron absorbidos e incorporados a la vida cotidiana, sin que jamás se les diera el título de refugiados y sin que le costara un solo dólar su reinserción, a organismos internacionales. Como Abbas ha sido muy buen alumno, la segunda vez, él recurrió al mismo ardid, claro que para ese entonces, los refugiados palestinos fueron estimados en 4 y medio millones. Esto nos lleva a una pregunta de primordial importancia: ¿Por qué los dirigentes palestinos nunca han querido llegar a un acuerdo de paz con Israel? La respuesta es muy simple y mencionaremos algunos puntos aclaradores. 1.- Si se firma la paz con Israel, se le acaba el negocio a sus dirigentes, ya que los miles de millones de dólares que envían tanto organismos internacionales como países petroleros árabes, dejarían de fluir y ellos no podrían seguir incrementando hasta el infinito, sus cuentas personales. Esto, la corrupción ilimitada de la dirigencia palestina, es mencionada cada vez más frecuentemente, por los donantes árabes, aburridos de ver como los millones de dólares que envían, se diluyen sin que signifique bienestar alguno, para sus verdaderos destinatarios, los refugiados palestinos. 2.- Si se llegara a firmar la paz, se comprende que la vida diaria de los palestinos, debiera tomar un curso diferente, incluyendo en ello, elecciones libres y democráticas, lo cual no pueden permitir por ningún motivo, ya que ello les significaría dejar todas las prebendas de las cuales actualmente gozan, incluido lo económico ya enunciado. Además, los dirigentes palestinos, por ningún motivo están dispuestos a aceptar cualquier cosa que pudiera significar que la tan mentada y malograda “primavera árabe” llegue a sus feudos. 3.- El lograr un acuerdo con Israel, significaría, entre otras cosas, el término, parcial o total, de los campamentos de refugiados palestinos, cosa que ellos por ningún motivo van a aceptar, ya que es su base de demonización en contra de Israel. Que un refugiado pueda salir de un campamento, resulta una tarea casi imposible. Para lograr esto, el resto de los países árabes, les colabora eficientemente. Cada vez que nos enfrentamos a conflictos en países árabes, nos encontramos con un fenómeno que, para los que no conocen a fondo el problema, puede pasar desapercibido. La existencia de campamentos de refugiados palestinos en dichos países. Todos ellos, datan de 1948 en adelante. Por lo general, no se dan explicaciones al respecto, pero si resulta imposible eludirlo, se le culpa de ello a Israel y, con eso, todos quedan conforme. La verdad es la prohibición de abandonar dichos campamentos. A los palestinos, se les tiene prohibido tomar la nacionalidad del país en que se encuentra el campamento. Los hijos, los nietos y toda la descendencia de un palestino, viviendo en un país árabe, seguirá siendo “refugiado palestino”. Esto lo hemos visto en Irak, Egipto, Siria, Líbano. Lo más asombroso de todo, es que Abbas ha declarado categóricamente que en el futuro Estado Palestino, los refugiados palestinos no tendrán cabida. De acuerdo a sus declaraciones, la totalidad de ellos, deberán ser absorbidos por Israel, con lo cual, automáticamente, éste dejaría de ser una nación judía. 4.- He dejado para el último lugar en los impedimentos para poder pensar realmente en que pueda haber paz entre Israel y los palestinos, lo más obvio y elemental: los palestinos, se niegan a aceptar la existencia de Israel como estado judío. Hamás, simplemente dice que debe ser borrado del mapa, al igual que su mentor y abastecedor de cohetes, Ahmadinejad y los Ayatolas iraníes. Abbas y la “democrática” Autoridad Nacional Palestina, argumenta que debe ser, en sus inicios, un estado judío-musulmán, para luego pasar a ser un estado musulmán, en que se aceptará a judíos, ya que el futuro Estado Palestino, no aceptará bajo ninguna circunstancia a judíos dentro de sus fronteras. “Ni judíos ni refugiados” Se comprende que para la opinión internacional, Israel que acepta cristianos, musulmanes, bahais, hinduistas, ateos y de la religión que cada uno quiera tener, es un país racista. Palestina, aun cuando hasta hoy no existe, es una democracia digna de ser imitada. Queridos amigos, mucho queda en el tintero sobre este tema. Pese a todos los problemas, los invito a que estemos optimistas y confiados. Israel, partiendo desde la nada, ha logrado su renacer a niveles jamás soñados hace 65 años atrás, cuando aquel 14 de Mayo de 1948, salimos a cantar y bailar por las calles de Santiago, en que nos miraban como locos y a nosotros no nos importaba. En esa noche memorable, lo único importante para nosotros y para millones de judíos en Israel y el mundo entero, era el renacer del Estado de Israel. Israel se puso de pie y logró vencer obstáculos que parecían imposibles de superar. Sólo en una cosa, se han perdido todas las batallas y es en la difusión de nuestra verdad, nuestra realidad, nuestra democracia ejemplar y nuestro desarrollo no igualado por nación alguna. De cada uno de nosotros depende que superemos la desinformación y la demonización que se hace de Israel El mejor regalo que le podemos hacer al Estado de Israel este 16 de Abril, es comprometernos ante nuestra propia conciencia, a poner nuestra cuota de esfuerzo y lograr difundir la verdad y justicia de Israel. Eso, es más importante que salir en una foto, brindando junto al embajador, en la embajada de Israel http://www.anajnu.cl/2013/articulos/sera-posible.html