Las historias de Ana y Eva son escalofríantemente similares. Heinz Geiringers, el hermano de Eva, murió a los 17 años en Aushwitz. Durante los dos años en que su familia estuvo escondida en vez de escribir, como Ana en su diario, pintaba. Los cuadros sobrevivieron a la barbarie nazi escondidos debajo del piso. Tiene imágenes de dolor y otras luminosas, llenas de colores y paisajes. Eva los donó al Museo de la Resistencia de Amsterdam.
Fuente: Diario Clarin
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