domingo, 20 de enero de 2013

actualidad

Más mujeres en el Parlamento israelí de Cidipal, el sábado, 19 de enero de 2013 a la(s) 2:03 · http://www.idi.org.il/ספרים-ומאמרים/מאמרים/יותר-נשים-בכנסת,-מספיק-נשים-בכנסת Si las encuestas de opinión son exactas en el pronóstico de sus resultados, la próxima Knesset incluiría un número record de mujeres y, a pesar de eso, el índice es bajo. A principios de 2012, la Diputada Zehava Galon fue elegida para la conducción de Meretz. Su elección condujo a una situación en la cual los líderes de tres partidos representados en la Knesset eran mujeres. Galon se sumó a la presidenta de la oposición, la Diputada Tzipi Livni (líder, entonces, de Kadima) y a la Diputada Shelly Yachimovich (Avodá). En ese mismo período de tiempo, el número de mujeres en la Knesset alcanzaba la cifra récord de todos los tiempos: 24. Por entonces, la Corte Suprema era comandada por la Juez Dorit Beinisch. Meses antes fue designada Orna Barbibay a la jefatura del Área de Recursos Humanos de las FDI y, por primera vez, se otorgaba a una mujer el grado de general. Por la sumatoria de esas circunstancias, podemos desatacar una tendencia a la significativa mejora de la representación femenina en funciones clave. Sin embargo, el camino para una representación equitativa, en el marco del cual, tanto mujeres como hombres, estén representados en las diferentes elites, en forma proporcional a su presencia en la población, es aún muy largo. Por un lado, el Estado de Israel puede verse honrado por la presencia de mujeres en la vida política. Su elección equitativa es habitual desde las primeras elecciones del establecimiento judío en la Tierra de Israel (1920). Se trata de uno de los casos más tempranos de otorgamiento de derechos de elección a la mujer. En Estados Unidos las mujeres gozaron del derecho a la elección en ese mismo año pero, en España y Portugal, se les impidió ese derecho hasta el inicio de los años 30. En Francia e Italia lo obtuvieron recién en los ´40 y en Suiza, solo en 1971. El Estado de Israel fue una de las primeras democracias en las que la mujer llegó a una posición de conducción más alta: Golda Meir fue designada Primer Ministro en 1969. Solo 2 mujeres lo lograron antes. Por otro lado, la representación de las mujeres en la Knesset fue muy bajo durante las primeras cinco décadas del Estado de Israel. Desde la elección de 2003, comenzó un ascenso de la presencia femenina y, si confiamos en las últimas encuestas, continuará la tendencia y, en las próximas elecciones, serán elegidas 25 mujeres. Esa tendencia es significativa aunque, Israel, esté aún calificado con una baja nota en relación a la representación de mujeres en el parlamento. En marzo de 2012, Israel ocupaba el 79° lugar en el mundo. Es decir, en 78 países hay parlamentos con un índice más alto de mujeres. A ello, cabe agregar el hecho que en Israel hay partidos que apartan a las mujeres de sus listas de candidatos como Shas, YaHadut Hatorá y Raam-Taal, entre los principales. El ascenso de la representatividad femenina en la Knesset no es acompañada por el significativo ascenso de la representación femenina, alrededor de la mesa de gobierno. Hasta 1995, fueron designadas tan solo 5 mujeres al cargo de ministro. Desde 1996, y hasta la fecha, en un período de 16 años, otras 8 mujeres fueron nombradas al cargo de ministro. Es decir, hasta el presente, solo 13 de 221 personalidades que fueron designadas a ministros eran mujeres (menos del 6%). Si comparamos el porcentaje de mujeres en el gobierno en los 34 países de la OCDE, veremos que Israel se instala en el penúltimo lugar de la lista. Solo en Hungría hay menos mujeres en el gobierno. En síntesis, a pesar de la significativa mejora en la representación femenina de la Kneset, Israel aún atrasa, desde ese punto de vista, en relación a la mayoría de las democracias del mundo. La representación de mujeres en la mesa de gobierno es, aún, más baja. El mejor camino para generar un cambio, en ese ámbito de toma de decisiones y diseño de políticas, sería a través de mejorar la representación femenina en la Knesset y se debe trabajar a favor de la consolidación de ese objetivo. Estudios demostraron que una presencia más sobresaliente de las mujeres en cargos políticos clave es importante, en términos de cultura política. La presencia de mujeres políticas tiene un valor democrático, en especial importante a partir de los preocupantes fenómenos de apartamiento de las mujeres del espacio público, fenómenos que estarán a la orden del día en el próximo tiempo. Fuente: Instituto israelí para la Democracia. (idi)-CIDIPAL