jueves, 3 de enero de 2013

América Latina como ámbito de acción terrorista, de inteligencia subversiva y criminal por parte de Irán y Hezbollah

cidipal
“AMÉRICA LATINA COMO ÁMBITO DE ACCIÓN TERRORISTA, DE INTELIGENCIA-SUBVERSIVA Y CRIMINAL POR PARTE DE IRÁN Y HEZBOLLAH”[1] 1. Desde que fuera elegido Ahmadinejad a la presidencia (agosto, 2005),las relaciones de Irán con algunos países de América Latina fueron ampliadas y profundizadas, en especial con Venezuela y Bolivia y creció el esfuerzo nacional iraní por vincularse a otros países de la región. Según hallazgos exhibidos frente al Senado norteamericano, Irán aumentó significativamente sus delegaciones diplomáticas en Venezuela, Bolivia, Nicaragua, Ecuador, Argentina y Brasil. Asimismo se dio a conocer que, desde el 2005, Irán incrementó el número de sus representaciones en América Latina, de 5 a 11, creando en esos países 17 “centros culturales”.[2] 2. El denominador común de las estrechas relaciones entre Irán y algunos países de América Latina consiste en la ideología y la política anti-norteamericana y la voluntad de emplazar un sustituto revolucionario apropiado al Imperialismo norteamericano. Irán aprovecha esos vínculos para la ampliación de su huella en la región (entre otros, por medio de Hezbollah) y en el sustento de su presencia e influencia política, económica, cultural y religiosa. Tal como en otros ámbitos, también en América Latina, Irán hace uso del “arma del terrorismo” y la subversión e invierte esfuerzos en la importación de la ideología islámica chiita radical a comunidades musulmanas locales. 3. La profundización de la actividad, por parte de Irán en América Latina, representa parte de la estrategia global de Irán, cuyos objetivos van mucho más allá de alcanzar la hegemonía en el Medio Oriente. En el marco de esa estrategia, Irán, que se ve a sí misma coronada a manos de Estados Unidos y sus aliados, administra con firmeza la crisis nuclear frente a Occidente, se empeña en imponer un desafío revolucionario a Estados Unidos en su “patio trasero”, aprovechando sus ventajas relativas frente a países y grupos de población en América Latina: ideología y retórica anti-norteamericana que cae en los oídos atentos de ciertos países , petrodólares sobre los cuales puede hacerse uso político y concientización y población musulmana, parte de ella chiita-libanesa, que reside en los países clave de América Latina, representan una ubicación cómoda para la ramificada acción de conciencia iraní. 4. Intereses y objetivos de Irán detrás de su empeño por estrechar las relaciones con los países de América Latina: A- Plano político estratégico: Irán identifica un encuentro ideológico-político común entre sí y algunos países de la región, capaz de ayudarle a rescatarse del profundo aislamiento político en el que se encuentra y reforzar – bajo su liderazgo - el “campo de la resistencia”. Irán ve, en América Latina, un ámbito adecuado de provocación para el emplazamiento del desafío frente a Estados Unidos por medio de la intensiva actividad en diferentes áreas: estrechamiento de la cooperación política y militar con los países de América Latina; penetración económica en la región y amplia actividad para la propagación del islam chiita y la importación de la revolución Islámica a la región. B- Plano económico: Irán enfoca sus relaciones económicas con los países de América Latina en áreas de energía y petróleo, empeñándose en ampliarlas, entre otros, dado que ve un recurso para eludir las sanciones impuestas. Sus relaciones con Venezuela le permite adecuar los precios del petróleo con un gran exportador de crudo (Irán y Venezuela son la cuarta y quinta exportadora de petróleo en el mundo). Eso y más; Irán tiene interés en aprovechar las canteras de uranio de Venezuela y otros países de la región (Venezuela declaró, públicamente, en 2009 que Irán la ayuda en el hallazgo de uranio en su país). Con ello, la cooperación económica entre Irán y América Latina es, aún, limitada en su magnitud y ocupa una pequeña parte del total del comercio iraní. C- La creación de una estructura para dañar políticamente las relaciones entre Israel y los países de América Latina, por ejemplo, en el corte de relaciones diplomáticas de Venezuela y Bolivia con Israel durante la operación de Plomo Fundido. Eso y más: los estrechos vínculos de Irán con Venezuela y otros países generan un clima e, incluso, la base política-interna (que obtiene incentivo en la acción de concientización iraní) que estimula el ataque a las comunidades judías residentes en la región (tal como en otros países del mundo, no haciendo, muchas veces, distinción entre anti-israelíes y ataque a las comunidades judías). D- Creación de estructuras secretas de inteligencia y terrorismo, que otorgan a Irán una opción operativa de reaccionar o promover acciones terroristas contra Israel y Estados Unidos de modo fluido o anticipado, con apoyo de la capacidad subversiva y terrorista de Hezbollah, que continúa revelando una ramificada actividad en América Latina y aumentando su presencia en la región, ocupándose del área del crimen (drogas, blanqueo de dinero y otros tipos de crímenes). Limitaciones en la fuerza política de Irán en América Latina 5. La última visita del Presidente de Irán en Venezuela (9 de enero, 2012) y en otros países de América Latina (Nicaragua, Cuba, Ecuador) demostró la brecha entre las aspiraciones iraníes en América Latina y las limitaciones de la fuerza política de Irán. La visita tuvo lugar en el marco del aumento de tensión entre Teherán y Occidente y la profundización del aislamiento internacional de Irán. Estuvo destinada, entre otras metas, a manifestar la capacidad de Teherán de promover sus relaciones con países por fuera del Medio Oriente, en la región considerada “Patio Trasero” de Estados Unidos y, de ese modo, enviar un mensaje de provocación y amenaza frente a Estados Unidos. Sin embargo, en la práctica, no se firmaron (en esa visita) nuevos acuerdos, y la llegada estuvo acompañada de amplias críticas de los medios locales ante el incumplimiento, por parte de Irán, de sus compromisos económicos, ofrecidos en el pasado a los países de América Latina (la mayoría de los negocios entre los países, aún, no se cumplieron). 6. Los ramificados esfuerzos, por parte de Irán, por estrechar sus relaciones con otros países importantes en América Latina, más allá de aquellos en los que selló su huella a partir de las relaciones con Venezuela, no arrojaron, hasta ahora, éxitos. Así, por ejemplo, las relaciones entre Irán y Argentina no se recompusieron totalmente desde los atentados a la embajada de Israel y la AMIA en los años 90 (esas acciones terroristas, aún, despiertan tensiones en el ámbito argentino interno). En mayo 2011, Bolivia se vio obligada a interrumpir la visita de Vahidi, Ministro de Defensa iraní, a partir de la presión política ejercida sobre el país por Argentina. Ante Brasil se reconoce un distanciamiento importante desde la asunción de la Presidente Dilma Roussef al poder y las relaciones de Irán con Colombia y México son tensas (Irán está acusada de promover actividades con la droga y el terrorismo en sus territorios). Eso y más; la ramificada actividad de Irán en América Latina, no logró - hasta ahora- afectar de modo significativo las relaciones de los países importantes con Israel (a excepción de Venezuela): [1] Continuación del trabajo de investigación del Centro de Información, del 7 de abril de 2009: “Irán profundiza su presencia política y económica en América Latina, “el patio trasero” de Estados Unidos: Aprovecha esa situación para la actividad de islamización chiita y la exportación de la Revolución Islámica, con la construcción y basamento de estructuras de inteligencia, terrorismo y crimen a través de Hezbollah. Esas estructuras podrían ser aprovechadas también contra Estados Unidos e Israel”.