miércoles, 23 de enero de 2013

El día después

Matemática Israelí Luego de vistos los resultados de las elecciones celebradas ayer en Israel, vemos que los políticos israelíes han inventado una nueva matemáticas Los 27 mandatos del Likud, sumados a los 15 de Israel Beiteinu no son 42, sino solamente 31. Las 28 bancas que poseía Kadima, luego de la escisión de Tzipi Lipni se han convertido en 6 para Hatnuá y sólo dos para el nuevo Kadima de Shaul Mofatz. Un primer análisis a las cifras indica claras reflexiones. a) La gran mayoría de los votantes se han cansado de los que eran los partidos mayoritarios hace cuatro años atrás y no le renuevan su confianza b) El pueblo está francamente desconforme de la política seguida por el partido mayoritario gobernante y por la oposición que realizó la agrupación que más representantes tenía en la Kneset. Ninguno de ellos cumplió con su cometido c) Como viene aconteciendo en casi todas las elecciones celebradas en las dos últimas décadas, en cada oportunidad surgen partidos nuevos que reciben un importante caudal de votos. Desde el asesinato de Isaac Rabin ocurre esto que es llamativo. En el 1966 fue Avigdor Kahalani, en el 1999 Isaac Mordejai, en 2003 el Shinui de Lapid padre y en el 2006 el nuevo Kadima fundado por Ariel Sharon. También en las elecciones del 2006 la agrupación que representaba a los Jubilados logran siete mandatos, que nunca vuelven a repetirse. Esto es un claro indicio que una masa significativa de la población no está de acuerdo con los políticos en general y buscan nuevos elementos que reemplace a los que se han anquilosado en el poder. En esta oportunidad Hay Futuro fue la estrella de las elecciones. Según las cifras publicadas y con el 99.8 % de los votos escrutados, el Likud obtiene 31 escaños, seguido por el partido de Yair Lapid con 19. Avodá con 15, Shas 11, Bait Aiudí,11, Iadud Hatorá 7, Hatnuá y Meretz 6 cada uno y los partidos árabes totalizarían 12 mandatos. Al final se asomaría Kadima con dos lugares. Bibi tendrá una ardua tarea las próximas semanas. La gama de variantes parece ilimitada. El rompe cabeza político que se plantea en el país, permitiría desde un gobierno de extrema derecha a un gobierno de centro izquierda más o menos sólido. Desde un gobierno laico a un gobierno en donde las fuerzas religiosas sean el fiel de la balanza. Conociendo la personalidad del Primer Ministro, intuimos que buscará formar un gobierno lo más amplio posible para poder asegurarse cumplir con los cuatro años de mandato sin grandes sobresaltos. La inclusión de Yair Lapid en el próximo gabinete es casi inevitable para lograr esos objetivos. Los partidos tradicionales religiosos ortodoxos son figura constante en todos los gobiernos, y luego ¿qué más?. ¿Serán compatibles los diputados de Bait Ha Iudi con estos. No olvidemos que estos días el mentor político de Shas, el Rabino Ovadia Ioseff se refirió a ellos diciendo que son como "Goims". ¿Se sumará Tzipi Lipni al gobierno encabezado por Netaniahu? ¿La oposición la formarán los tres partidos encabezados por mujeres? Suponemos que Kadima se integrará a cualquier gobierno. Tanto Shaul Mofaz como Roni Bar Or son oficialistas permanentes y buscarán una silla en cualquier circunstancia. Netaniahu deberá mostrar habilidad e inteligencia para formar el nuevo gobierno. Lograr un consenso amplio para afrontar los momentos difíciles que nos esperan. Se deberá hacer reajustes presupuestarios en forma inmediata. El déficit del 4.6 % no es aceptable y esto se debe corregir. El mercado mundial seguirá en recesión durante 2013 y parte del 2014 por lo menos según estudios del Fondo Monetario Internacional. Hay que adaptarse a tiempos de crisis y seguir con un desarrollo sostenido. Eso no se logra con medidas populistas, sino con un estudio consiente de la realidad. Desde el punto de vista de seguridad Irán será prioridad uno, pero es un problema del mundo en si y no de Israel solamente. Se deberá recuperar la confianza de nuestros aliados tradicionales y mejorar la marca Israel en el mundo todo. Es necesario estadistas y no politiqueros. Anunciar el nombramiento de funcionarios 48 hs. antes de las elecciones, cuando no corresponde a un P.M. esa designación, es un despropósito y estoy seguro que eso se pagó con alguno que otro voto. Fue un desacierto. Netanyahu seguirá siendo el Rey. Pero hoy día, menos Rey que nunca. Las próximas semanas serán de negociaciones, transacciones e idas y venidas. Es de desear que se encuentre la luz al fin del camino y que logremos un gobierno estable para los próximos cuatro años. Cont. Víctor Vaisman