martes, 22 de enero de 2013

Investigación escrita hace 318 años demuestra cero presencia árabe en Palestina

Geógrafo holandés Hadrián Relandi constató in situ en 1695 y luego lo publicó en su libro “Viaje a Palestina” que Gaza estaba habitado exclusivamente 50% por judíos y 50% por cristianos. Por: Azi Wolfenson Acabo de recibir un documento muy interesante que sería muy oportuno distribuir a todos los políticos del mundo; empezando por algunas egregias personalidades, a quienes también podríamos decirles igual que el Rey de España a Hugo Chávez: "Por qué no te callas", cada vez que hacen declaraciones ante la ONU a favor del reconocimiento... ¿De qué? ¿De algo que jamás existió? Y me estoy refiriendo a un Estado Árabe Palestino. Me ocupo de una obra “Viaje a Palestina” escrita en 1695 por Hadrián Reland, cartógrafo, geógrafo, filólogo y profesor de filosofía holandesa. El subtítulo de la obra, escrita en latín es: “Monumentis Veteribus Illustrata”. Editada en 1714 en las Ediciones Brodelet, esta hermosa historia comienza de una manera casi anecdótica, dentro de una biblioteca de Budapest, que encierra antigüedades literarias, incluyendo una sección sobre el judaísmo: reliquias antiguas, manuscritos, probablemente sustraídos de antiguas sinagogas. Esta pieza puede consultarse hoy en día en la Universidad de Haifa y en Google. Incluimos aquí una foto de la misma. Sorpresa. Según esta obra histórica de 1695 en la Palestina y Gaza no existía un pueblo palestino ni árabe, Gaza era 50% judío y 50% cristiano. He aquí fragmentos de un artículo de Raphael Aouate que fue publicado el 20 de mayo de 2009, sobre el libro “Viaje a Palestina”, de Hadrián Reland, sobre la población que conformaba el país. En momentos en que está de moda cuestionar constantemente la legitimidad judía de Israel, el descubrimiento de esta obra histórica sobre este tema, escrito en el siglo XVII, ofrece nuevas perspectivas de la más alta importancia. El autor de la obra “Viaje a Palestina” fue uno de los primeros orientalistas y conocía el hebreo, el árabe y el griego (antiguo). En 1695, Relandi (o Reland) es enviado en un viaje de estudios a Israel, la Palestina de entonces, con un propósito muy específico: identificar más de 2,500 localidades (ciudades y pueblos) que aparecen en el texto del Tanaj (Biblia) o en la Mishná, con su nombre original. En cada caso Reland menciona el nombre hebreo tal como aparece en el texto y el verso exacto al que se refiere. Reland también escribe su equivalente en latín y griego antiguo. Además de este trabajo lingüístico, el autor desarrolla principalmente un censo de la época para cada localidad visitada: en primer lugar, una consideración general afirma que la tierra de Israel de entonces, está prácticamente desierta, muy poco poblada. La mayoría de sus habitantes se concentra en las ciudades de Jerusalén, Acre (Akko), Tzfat (Safed), Yafo, Tveria (Tiberiades) y Aza (Gaza). Sobre todo, la observación hecha por el geógrafo es que encuentra una presencia dominante de los judíos en esa tierra, algunos cristianos y muy pocos musulmanes, la mayoría de los cuales eran beduinos. Algunas notas tomadas de este fascinante estudio: “Ninguna localidad de entonces lleva nombre árabe o de fuente árabe. “La gran mayoría de sus ciudades y pueblos tiene un nombre hebreo, algunas en griego o latín. “Prácticamente ninguna ciudad que ahora tiene un nombre en árabe lo poseía en ese momento, ni Haifa, ni Yafo ni Nablus (Shehem), ni Gaza o Jenin”. “No hay rastro en las investigaciones de Reland de fuentes históricas o filológicas establecidas con nombres árabes, más tardías, Ramallah, Al Halil (Hebrón) o Al-Quds (Jerusalén) “En 1696, Ramallah se llamaba ‘Beteïlé’ (el nombre hebreo ‘Bet-El’) “Hebrón se llama… Hebrón y Mearat Hamahpéla (Cueva de los Patriarcas): Al Halil, el nombre dado a Avraham Avinu en árabe. “La mayoría de las ciudades se compone de judíos, con la excepción de Nablus (Shehem), que contaba con 120 personas de una misma familia musulmana, los ‘Natashe’, así como 70 samaritanos. “En Nazaret, en Galilea, una ciudad enteramente cristiana: 700 cristianos. “En Jerusalén, más de 5,000 habitantes, de los cuales la gran mayoría es judía, y algunos cristianos. “Reland evoca sólo unas pocas familias aisladas de beduinos musulmanes, que constan de trabajadores temporales estacionales, dedicados a la agricultura o a la construcción. “En Gaza, cerca de 550 personas, el 50% judíos y el 50% cristianos. Los judíos estaban principalmente especializados en la agricultura: uvas, aceitunas y trigo (Gush Katif). Los cristianos más comprometidos en el comercio y el transporte de diversos productos de la región. “Tiberiades y Safed eran comunidades judías. “Sabemos sobre todo que la pesca en el lago Tiberiades constituía el principal trabajo de la época. “Una ciudad como Oum El Fahem por ejemplo era completamente cristiana: 10 familias. Una de las conclusiones de esta investigación es la contradicción final e inaceptable dada por los argumentos árabes, a saber, la afirmación de la legitimidad palestina, o incluso de un ‘pueblo palestino’. “Esto se demuestra en el hecho de que un nombre en latín, el de ‘Palestina’ fue adquirido por los árabes”. Con lo señalado por la obra mencionada, he creído oportuno una vez más reiterar los derechos inalienables del pueblo judío sobre el territorio que actualmente ocupan parcialmente y que en realidad debería llegar hasta los límites del río Jordán conforme a la Declaración Balfour a la cual el gobierno inglés luego incumplió y obsequió a favor de sus intereses a un estado inexistente, Jordania. Cuando las Naciones Unidas deciden en 1947 terminar con el Protectorado Británico en Palestina y la partición del territorio en dos estados: uno judío y uno árabe, los judíos lo aceptan y los árabes lo rechazan. No sólo eso, sino atacan al recientemente creado estado judío Israel para borrarlo del mapa. Y esta situación de rechazo a la presencia judía en su tierra milenaria continúa de parte de los países árabes. Un comentario aparte merece la ciudad de Jerusalem. Creada y construida hace más de 3,000 años por el rey David constituyó siempre la capital del estado judío y su centro cultural y religioso. Más aún, en los rezos terminamos diciendo: “y el próximo año en Jerusalem”. A diferencia de ello Jerusalem nunca fue tomada en cuenta por los árabes y mientras en la Biblia se le menciona constantemente y en el Corán no se le menciona una sola vez. Pero mientras Jerusalem Oriental estaba en manos árabes, no fue importante. Pero cuando Israel es atacado una vez más en 1967 y logra recuperar esta zona de Jerusalem que contiene el llamado Muro de los Lamentos, entonces surge la intención de que Jerusalem sea la capital de un nuevo estado árabe. ¡20 años más tarde! Esto es simplemente una tomadura de pelo. En todo este proceso lamentablemente la paz se ve muy lejana porque los interlocutores árabes no son de fiar. Los dirigentes llámense Autoridad Palestina, grupo terrorista Hamas, etc, sólo inculcan el odio y la mentira. Viven de los aportes millonarios de países europeos, de algunos estados americanos y de ciertas monarquías y dictaduras árabes que los mantienen sin trabajar y fomentando de esa manera su ociosidad. ISRAEL QUIERE LA PAZ JUSTA Y DURADERA "Israel quiere paz con el estado palestino, pero ellos se han rehusado a buscar la paz, y ellos quieren un estado sin paz y eso no se puede permitir". BENJAMIN NETANYAHU, primer ministro de Israel