jueves, 30 de mayo de 2013

AMIA: trascendente dictamen del fisca

Luego de una enorme expectativa, se conoció ayer un nuevo dictamen del fiscal federal Alberto Nisman, titular de la Unidad Fiscal AMIA, en la causa por la voladura de la mutual judía , ocurrida el 18 de julio de 1994. El texto preparado por la Unidad se encuadra con anteriores dictámenes y coincide con ellos en atribuir a Irán la responsabilidad del salvaje atentado. En este sentido, una primera lectura política permite interpretar que esta ratificación de la hipótesis sobre la autoría iraní es una forma elegante de disenso con la actual línea de veloz e injustificado acercamiento con Teherán que impulsa el gobierno nacional. Es sabido que Nisman, al igual que todas las entidades de la colectividad judía de la Argentina, nunca estuvo de acuerdo con el repentino viraje , plasmado en el escandaloso memorándum firmado por nuestro gobierno y el de Irán , que la Presidenta obligó a ratificar a los legisladores oficialistas en el Congreso en un trámite exprés, mientras que en Teherán sólo fue refrendado meses después y sólo por el Poder Ejecutivo iraní. Entre los cuestionamientos a este entendimiento, hay que mencionar que mal puede acordarse con el país al que la justicia argentina señala como culpable de ese atentado y del que destruyó en 1992 la embajada de Israel en Buenos Aires. El dictamen de Nisman, trascendente por el momento en el que se presentó, presenta elementos que tienden a reforzar las pruebas sobre la culpabilidad de Irán en el atentado contra la sede de la mutual. Para ello, el fiscal se valió de informes extranjeros y de actuaciones judiciales llevadas a cabo en otros países a raíz de atentados terroristas similares atribuidos también a Irán a partir del análisis de los mecanismos que se siguen en Teherán para la toma de decisiones sobre actos de terrorismo. Se trata de una línea en la que Nisman ya había avanzado en anteriores dictámenes, pero que ahora desarrolla con mucha mayor amplitud. Por ejemplo, el texto detalla cómo se infiltra el terrorismo fundamentalista iraní, "cómo opera, cómo se organiza y cómo se oculta". Menciona también cómo se habrían instalado estaciones de inteligencia del régimen de los ayatollahs en Brasil, Paraguay, Uruguay, Chile, Colombia, Guyana, Trinidad y Tobago y Surinam. Por ese motivo, el fiscal resolvió enviar copia de su dictamen a las autoridades judiciales de esos países. Además, solicitó a Interpol que extreme los esfuerzos para lograr la detención de la totalidad de los acusados que se encuentran con pedido de captura internacional. Nisman puso un acento especial en la responsabilidad de Mohsen Rabbani, ex agregado cultural en la embajada de Irán en Buenos Aires cuando se produjo el atentado de 1994, que les costó la vida a 85 personas. También señaló la responsabilidad de Rabbani como coordinador de la penetración en Sudamérica del terrorismo fundamentalista iraní, y muy especialmente en Guyana, por medio de su discípulo Abdul Kadir, máximo referente iraní en ese país. Kadir hoy cumple una pena de prisión perpetua por su responsabilidad en el frustrado atentado al aeropuerto neoyorquino John F. Kennedy. Documentación secuestrada a Kadir en Guyana mostró que era un discípulo de Rabbani y que llevó adelante la infiltración iraní en Guyana. Para Nisman, el ataque contra la AMIA no constituyó un hecho aislado, sino que formó parte de una trama mucho mayor. Por eso, a Rabbani le atribuye un papel que trascendió la Argentina para abarcar la infiltración terrorista en toda Sudamérica. También reiteró que Samuel Salman El Reda, quien se valía de una falsa ciudadanía colombiana, habría sido el máximo responsable de la conexión local e integrante de la organización Hezbollah, que hoy lo protege en el Líbano. El dictamen muestra la coherencia del fiscal Nisman a lo largo de los años. En este sentido, dejará satisfechos a quienes no dudan de la autoría iraní. En cambio, es probable que, al no aportar, en principio, nuevos e importantes elementos sobre el atentado en sí, no modifique la tesitura de quienes cuestionan la línea de investigación del fiscal, señalando que no avanza sobre la eventual complicidad de ciudadanos argentinos en el atentado. Lo cierto es que Nisman es el titular de la fiscalía encargada de investigar la voladura, y en calidad de tal ha recibido el apoyo de las entidades representativas de la colectividad judía. Si el Gobierno, que en 2007 refrendaba en los foros internacionales la culpabilidad de Irán, ha cambiado de opinión al extremo de firmar un acuerdo indefendible con Teherán, debería decirlo de una vez por todas y explicar las razones. Mientras tanto, Nisman puede exhibir la coherencia de su actuación, una coherencia que, en cambio, no se encuentra en la actitud del Gobierno..