jueves, 30 de mayo de 2013
Estuvo en Uruguay rehén de Hamás y símbolo israelí
Gabriela Cortizas
Con la mirada en el piso y una sonrisa que rara vez se le iba del rostro, Shalit intentó dejar de lado su retraimiento para hablar de su vida actual y de sus planes. Y, aunque la entrevista se realizó a condición de no preguntarle acerca de su secuestro, el soldado se mostró alerta pero muy respetuoso.
La vida de Gilad Shalit no fue fácil. Con solo 26 años, vivió lo que muchos soldados temen: un largo secuestro que lo transformó en una pieza de negociación clave para el movimiento terrorista de Hamás.
Shalit, de nacionalidad israelí y francesa, tenía 19 años cuando una incursión de milicianos palestinos procedentes de Gaza contra una base israelí lo convirtió en un "desaparecido" y mató a sus otros dos compañeros el 25 de junio de 2006.
Durante meses nada se supo de Shalit, quien permanecía secuestrado en Gaza. Pese a las presiones diplomáticas y de organizaciones internacionales, ni siquiera la Cruz Roja podía visitar al soldado. Por eso se lo consideró un rehén y no un simple prisionero de guerra.
Recién en octubre de 2009, tres años después, se tuvo una prueba de vida. Hamás entregó a Israel un video a cambio de la libertad de 20 palestinos.
"He estado deseando y esperando el momento de mi liberación desde hace un largo tiempo", decía el soldado en el video, mientras sostenía un periódico publicado en Gaza para demostrar que era una filmación actual. Sin embargo, pasarían dos años más antes de que pudiera recuperar su libertad.
Con la mediación egipcia, Shalit fue liberado el 17 de octubre de 2011 a cambio de 1.027 presos palestinos en Israel. La comunidad internacional fue protagonista e, incluso, mandatarios europeos intercedieron por el joven militar.