lunes, 27 de mayo de 2013

EL ATAQUE TERRORISTA EN LONDRES FUE MAS QUE 'IMPERDONABLE'

Fuente: The Wall Street Journal- Traducido por Marcela Lubczanski especialmente para el blog de OSA Filial Cordoba 23/5/13 por Douglas Mourray Londres Cuantas advertencias ignoradas hacen falta? Esa es una pregunta que debe cernirse sobre Inglaterra despues del horror del asesinato en horas del dia de un soldado britanico en las calles del sur de Londres. El miercoles a la tarde, Drummer Lee Rigby fue asesinado en Woolwich por dos hombres que esgrimian grandes cuchillos gritaban "Allahu akbar"—Dios es grande. Los islamistas han estado diciendo durante años que harian esto. Ellos han planificado hacerlo. Y ahora lo han hecho. El ataque en si mismo no es sorprendente. Lo que es sorprendente es que la sociedad britanica continue tan absolutamente poco dispuesta no solo a lidiar con esta amenaza, sino incluso a admitir su existencia. Los politicos han llamado al asesinato en Woolwich "imperdonable" y "barbaro." Pero las expresiones de enojo no deben ser realmente suficientes. Los intentos por atacar objetivos militares en Inglaterra se remontan a antes del milenio e incluso antes de, es importante destacar, la guerra contra el terror. En 1998 Amer Mirza, un miembro del ahora proscripto grupo extremista al Muhajiroun, trato de bombardear con bombas de nafta cuarteles del ejercito britanico. En el año 2007, una celula de hombres musulmanes fue encontrada culpable de tramar para secuestrar y decapitar a un soldado britanico en Birmingham. El plan habia sido llevar al soldado a un garage cerrado y cortar su cabeza "como a un cerdo." Ellos querian filmar este acto en camara y enviarlo a todo el mundo para provocar terror maximo. En el 2009, al Muhajiroun protesto en un desfile de llegada a casa para tropas britanicas que retornaban de Afganistan en Luton. Portando carteles que decian "vayanse al infierno," "carniceros" y "terroristas," el grupo fue protegido por oficiales de la policia britanica de una muchedumbre cada vez mas airada de locales. La indignacion resultante con la policia dio surgimiento a la profundamente preocupante Liga de Defensa Inglesa, un movimiento de protesta callejera que a menudo se vuelve violenta. Ahora llega el ataque en Woolwich, el cual los perpetradores—como con la celula anterior—deseaban sea observado e incluso filmado. Los informes sugieren que ellos invitaron a la gente a capturar sus acciones en video. Los perpetradores dieron entrevistas, machetes en mano, a los transeuntes con camaras. Esta horrorosa escena es algo que se pegara en el recuerdo. Pero tambien debio haber sido previsto. En cambio ingresamos en la etapa de negacion. Porque ya hay, en la reaccion ante los acontecimientos, mas que una pista de lo que yo he nombrado previamente "sindrome de Toulouse." El termino es llamado como los ataques el año pasado llevados a cabo por un jihadista llamado Mohammed Merah, quien asesino a tres soldados franceses en un alboroto que concluyo con los asesinatos de cuatro judios franceses en una escuela en Toulouse. En las primeras etapas de los ataques, cuando poco era sabido, hubo importante especulacion que el culpable era un extremista de extrema derecha. En esa etapa todos sabian lo que iban a decir. Pero una vez que el culpable resulto ser un islamista, la mirada casi se alejo por completo. "No hay nada para ver aqui, por favor continuen" fue la orden del dia. "El sindrome de Toulouse" tambien toco a Boston el mes pasado. Despues del bombardeo en la maraton, los medios de comunicacion y politicos, esperando—algunos incluso asi lo dijeron—que los atacantes fueran tipos del partido tea. Entonces todos sabrian que decir. Pero cuando resultaron ser islamistas? Lo mismo pasa con el asesinato de Woolwich, el cual los funcionarios britanicos se han alineado para denunciar. Si, es enfermante. Por supuesto es barbaro. Pero que hay de el? Aun todos estos años despues de los ataques del 11 de septiembre del 2001, nuestras sociedades continuan no siendo aptas para el proposito de enfrentar—y derrotar—al extremismo islamico. Demasiados aun buscan refugio en la ignorancia y negacion que fue tan memorablemente exhibida por funcionarios americanos despues del tiroteo de Fort Hood en el año 2009. Un hombre que era un miembro de las fuerzas armadas americanas, el May. Nidal Hasan, abatio a sus colegas mientras gritaba "Allahu akbar." En esa ocasion el gobierno americano, como el gobierno frances antes que el y el gobierno britanico esta semana, decidio concentrarse en todo acerca del ataque en vez de lo que realmente importaba: el motivo. Fort Hood fue rebajado a un caso de violencia en el lugar de trabajo. Habra muchos angulos para los acontecimientos en Londres que deben ser encarados en los proximos dias, y podemos esperar que muchos recibiran el nivel apropiado de atencion publica. Entre ellos estara una ironia especialmente poco placentera. La mayoria de los extremistas que han expresado repetidamente su odio a los soldados britanicos son ellos mismos apoyados por el estado britanico. Un prominente predicador de odio—Anjem Choudary, un lider del desbandado al Muhajiroun—fue incluso pescado en video anteriormente este año ensalzando el subsidio a los "buscadores de jihad" de Inglaterra. Como el explico a sus seguidores, "La situacion normal, realmente, es sacar el dinero al kafir"—un insulto que significa no musulmanes. "Allahu akbar. Nosotros tomamos el dinero." Despues que el video aparecio online, un periodista de la BBC pidio al Sr. Choudary que aclare cuanto esta llevando el—la prensa ha informado hace tiempo una suma de £25000 (u$s37770) al año. "Es irrelevante," respondio el Sr. Choudary. Esta no seria la primera vez que un pais ha pagado a ambas partes en un conflicto. Pero si la cifra informada es en algun lugar casi adecuada, seria seguramente la primera vez en la historia humana que una sociedad ha pagado a sus oponentes mas que lo que paga a los suyos propios. Un soldado britanico puede esperar comenzar en el ejercito con un salario de alrededor de £16000 ($24172). Los acontecimientos en el sur de Londres deben provocar una reevaluacion por parte de la sociedad britanica de la locura que hemos estado permitiendo. La pregunta no es cuan tristes nos sentimos. La unica pregunta debe ser que hacemos con respecto a eso. El Sr. Murray es director asociado de la Sociedad Henry Jackson, una consultora politica con base en Londres.