jueves, 2 de mayo de 2013

Cifras relativas

En el último censo en Chile unas dieciséis mil personas declararon profesar el judaísmo. Lo curioso es que en el censo anterior, de diez años atrás, las personas que dijeron ser judías fueron diecinueve mil. ¿Qué sucedió? Es difícil que tres mil se hayan ido a otro lado, que no hubiese nacimientos entre los judíos, que tanta gente se haya alejado para convertirse a otra religión, o haya dejado de querer pertenecer al Pueblo Judío. Podría ser que muchos no quisieron decir que son judíos, por las razones que sean. Eso es raro, aunque no imposible. Durante el transcurso de los dos mil años del Galut, el Exilio Judío, personas tomaron caminos que creyeron les ayudarían a evitar ser dañados por ser judíos. Muchos dejaron de usar lo que les distinguía con facilidad como tales: las mujeres dejaron de lado el pañuelo y la peluca con la que ocultaban su pelo que era un atractivo lujurioso. (Hoy en día las jóvenes ortodoxas usan pelucas tan reales que uno se pregunta para que tenerlas si parecen pelo de verdad, con lo que no cumplen su objetivo). Los hombres comenzaron a usar los trajes que todos a su alrededor vestían, y se afeitaron, dejando de lado las ropas negras y largas, los gorros de piel redondos y los sombreros de enormes alas, todo lo cual les había sido impuesto por gobernantes antisemitas que querían identificarlos como judíos con facilidad. Pero que algunos de ellos, una vez pasada la imposición, continuaron su uso para pararse frente al mundo, y así demostrar que eran judíos sin duda alguna. Muchos siguen con esos distintivos judíos, quizás pensando que es lo correcto. Mientras más impregnados de ideología esté un grupo determinado, más intransigente, e incluso fanático, se vuelve. A poco andar considera que él y los suyos son los dueños de la verdad y el resto sólo son personas, pero no merecedoras de ser consideradas parte de su grupo; a menos que acepten sus exigencias y se vuelvan como ellos. Así es como hay judíos ortodoxos, cuyo fundamentalismo y prepotencia les hacen sentirse dueños de la razón, esto es, de la religión. Se consideran los "únicos" que son judíos, el resto no lo es. Cuestionan la validez de cualquier conversión al judaísmo que no haya sido hecha por sus rabinos, y de esa manera excluyen a gran parte del Pueblo Judío. Hay grupos judíos ortodoxos que han secuestrado la civilidad en Israel a tal punto, que a pesar de no haber clero, se han tomado el derecho de decir quien es judío o no según su propio criterio. Gracias al sistema político israelí tienen mucha fuerza con la cual han manejado decisiones trascendentales dentro de la sociedad de Israel. Como el Primer Ministro israelí debe estar apoyado por una mayoría de parlamentarios de la Kneset, el parlamento del país, los pequeños partidos políticos conformados por judíos ortodoxos han sido cortejados para apoyar a ese gobierno, pero poniendo sus condiciones; las que han manejado las conversiones al judaísmo (sólo pueden ser aprobadas por rabinos ortodoxos de sus congregaciones), la negativa a los matrimonios civiles (sólo religiosos, y ordenados por los rabinos ortodoxos, ellos mismos). Suma y sigue. De manera que si las estadísticas indicaran que Israel es un país teocrático, la realidad demuestra que no lo es, sólo sucede que los grupos ultra religiosos han manejado la situación gracias al sistema político. Lo único que logran estos grupos de intransigente fanatismo es propiciar la asimilación. En estos momentos en que el judaísmo va disminuyendo, hay que sumar, no segregar. A los matrimonios mixtos, que hay que reconocer que son gran parte de los que se están efectuando dentro de individuos judíos en la actualidad, se les debe acercar, no excluir, para incrementar con la riqueza de otra cultura la del judaísmo, tal como lo fue a lo largo de su historia. El judaísmo es dinámico, no estático. Hay grupos judíos ortodoxos que consideran que todo está dicho, no hay que variar en nada la religión, menos el comportamiento judíos; de manera que no aceptan interpretaciones, e incluso se visten tal como en el Medioevo, para detener el tiempo. Sin embargo la realidad es otra. Hace poco el idioma judío más potente era el yiddish; en gran parte debido al asesinato de la judeidad que lo hablaba antes del Holocausto, este casi ha desaparecido. Pero lo que más ha influido en ello es la refundación de Israel. El hebreo fue reemplazando al yiddish incluso en la Europa de antes de la guerra entre los judíos que se habían convencido que podían seguir esperando sentados a que llegara el Mesías a crear nuevamente Israel. Muchos judíos concluyeron, al igual que sus líderes políticos, que la única solución para terminar con la discriminación y los asesinatos por serlo era volver a tener su patria ancestral. Y en ella, usar su propio idioma, que era el hebreo. Los que vivían en la provincia otomana que sería Israel comenzaron a hablarlo, pero faltaban muchos vocablos para poder ser un idioma fluido. El intelectual judío ruso Eliecer Yitzak Perelman, nacido el 7 de enero de 1858 en Luzhki, un shstetl (abreviatura del yiddish shtot, pueblo, con mayoría de población judía en la Rusia Imperial), fue a vivir a esa tierra judía ancestral, lo que sería Israel en la provincia otomana, donde hebraizó su nombre a Eliezer Ben Yehuda, y se dio por su cuenta a la titánica tarea de escribir un diccionario hebreo para hacer de este una lengua viva. El resultado, después de trabajar en eso toda su vida, fue el "Diccionario Completo de Hebreo Antiguo y Moderno", obra magna de diecisiete volúmenes, que completó después de su muerte su hijo y su segunda esposa Jemda. Murió en Jerusalem el 16 de diciembre de 1922. Las estadísticas indicaban que es imposible revivir una lengua arcaica y muerta, y menos aún que se transformara en el idioma oficial de un país. Pero está a la vista de que no es así, de manera que no siempre son efectivas las mediciones. Son sólo una herramienta útil a considerar, pero no necesariamente veraz en todos los casos. Como decía (más o menos) Ben Gurión, "Seamos realistas, hagamos milagros". Un viejo chiste dice que cuando Dios ofreció a Moshé la Tierra Prometida, este, que tartamudeaba, comenzó a decir "Ca...Ca...", y Dios dijo ¡Canaan! Pero Moshé había querido decir Canadá. De manera que los judíos obtuvieron una tierra yerma, sin materias primas, con casi nada de agua, con un gran desierto. Según los cálculos de las cifras porcentuales, en un territorio así no se podría lograr nada, sólo mantenerse con vida apenas, en una gran pobreza. Sin embargo no ha sido así, las estadísticas no cuentan con la iniciativa de los habitantes de Israel, con su enorme esfuerzo y habilidad que han hecho de esa tierra realmente una tierra que fluye leche y miel. Pero tampoco es verdad que esa tierra haya sido tan yerma. Llegó un regalo en forma de petróleo, lo que no estaba en los cálculos de nadie. Estaba allí, pero no se sabía ni había hasta ahora tecnología que permitiera explotarlo. Este petróleo almacena una reserva de casi 250 mil millones de barriles de petróleo (250 billones; los barriles calculados son de 42 galones, unos 136 kilos de petróleo aproximadamente cada uno), según el Consejo Mundial del Petróleo, ¡casi igual a los 260 mil millones de las reservas de Arabia Saudita! Y con la diferencia de que la extracción sería más fácil que las del país árabe. (La medida del barril de petróleo viene de la época de la colonia inglesa, impuesta bajo Ricardo III de Inglaterra -1483 a 1485 – para transportar todo tipo de productos de consumo; fue adoptado como medida en el estado petrolero de Pensilvania, Estados Unidos, en 1866, pues dos hombres pueden manejar ese barril de 136 kilos con facilidad, y además veinte barriles de petróleo cabían en un vagón de tren de la época, abaratando costos. Además en 1700 un estatuto de Pensilvania había establecido que el barril de 42 galones fuera una medida estándar para transportar todo tipo de productos) El petróleo de Israel es petróleo de esquisto. Esto significa que el petróleo esta en los esquistos bituminosos, que son rocas sedimentarias arcillosas empapadas en petróleo. El proceso de extracción de ese petróleo consiste en triturar la roca, calentarla en hornos y después extraerle el petróleo. El contenido de petróleo de los esquistos bituminosos varía, ya que de una tonelada de esa roca puede extraerse de setenta y cinco a ciento veinticinco litros de petróleo. (Expertos canadienses en fracturamiento hidráulico se han asociado a un Fondo de Tecnología de Energía de Israel, ayudando a compañías como la Energy Iniciative para que los israelíes inicien la producción de petróleo de esquisto en el valle de Elah, cerca de Jerusalem. También los rusos han firmado acuerdos con Israel para explotar las enormes reservas de gas natural descubiertas en 2008 y 2009 en las costas del país judío). Todo esto puede hacer que Israel llegue a convertirse en un importante exportador de petróleo, un coloso energético en Medio Oriente; lo que haría que los países occidentales se vuelquen a este proveedor, repensando en quien es su aliado real en la zona: lo que eventualmente cambiará la geopolítica por completo. Esto demuestra que todo puede variar de un momento a otro, las cifras no son definitivas. Sucede en la comunidad judía chilena: las más importantes ven crecer el número de socios, y los jóvenes están haciéndose en cada momento más dinámicos, tanto en su pertenencia como en su liderazgo. Esto contradice lo que hasta ahora se ha dicho, que la comunidad judía chilena se está achicando a límites peligrosos, con el riesgo de terminar por desaparecer. La realidad contradice eso, ya que las nuevas generaciones están actuando con dinamismo, aplicando la tecnología y el profesionalismo en su manejo comunitario. De manera que las opiniones o estudios negativos respecto a lo que ocurrirá con la comunidad no va de la mano con la realidad que está a la vista, a pesar de que hay mucho más que se puede hacer; en especial con aquellos miembros de la comunidad que están apartados por diferentes razones: pobreza, extrema riqueza, lejanía geográfica, etc. Las estadísticas y cifras no son necesariamente concluyentes. Pueden decir una cosa, pero basta que aparezca una variable que no estuvo considerada para que cambie todo. De manera que hay que tomar estos estudios como referencia solamente. Es como la anécdota que dice que si al declararse un incendio en la ciudad, al mismo tiempo la policía detuviera un nudista que transita por las calles, no porque aparezca un nudista significará que se declare un incendio. http://www.anajnu.cl/indexopiniones.htm