martes, 21 de mayo de 2013

SABIAS QUE?

El Muro de los Lamentos, como lo conocemos hoy en día, es el último vestigio que quedó intacto después de la destrucción del Segundo Templo por las legiones del ejercito romano en el año 70 EC., siendo éste una pequeña parte del muro occidental que circundaba el Har Abayit (Monte del Templo), lugar de los dos Templos sagrados de Jerusalem, que a su vez estaban localizados en el Monte Moría. La parte inferior de los muros del Monte del Templo se conservó, y sus restos aún están en pie. Algunas secciones del muro sur del Monte del Templo y en especial la punta suroeste quedaron al descubierto durante las excavaciones arqueológicas de la década del 70, descubriéndonos en una forma admirable los monumentales muros herodianos que rodeaban el Monte del Templo y las vastas áreas de construcción pública fuera de ellos. El Muro occidental del Monte del Templo, o Kotel HaMaaraví, se encuentra dentro de la actual Ir Atiká, la ciudad antigua de Jerusalem, es el más largo, 485 metros. La mayor parte de sus características de construcción, incluyendo las bases y las cuatro puertas que alguna vez tuvo, son ahora conocidas. No lejos de la esquina suroeste del Monte del Templo, se puede ver los restos del "Arco de Robinson" que salen del muro. Este arco concluía en una monumental escalinata que daba acceso al Templo desde el camino debajo de él. Los primeros 80 metros del lado sur son parte de las excavaciones arqueológicas, de aquí en adelante se extiende la plaza del Kotel, el lugar de plegaria para todos los que vienen a rezar al lugar. Esta zona fue liberada en la Guerra de los Seis Días. Con la unificación de la ciudad de Jerusalem, la ciudad Antigua pasó a ser una gran atracción, tanto espiritual como turística para millones de visitantes que vienen cada año a Jerusalem. El Monte Moriá, el Har HaBayit es el lugar que Di-s eligió para construir el Beit Hamikdash, el Templo Sagrado. Dos veces fue construido y dos veces fue destruido y esperamos su pronta reconstrucción con el favor de Di-s en nuestros días.