domingo, 10 de julio de 2011
Weitzmann: nuevo hallazgo
Un nuevo estudio, desarrollado por investigadores del Instituto Weitzman, publicado como artículo en la prestigiosa revista Science, demuestra hasta cuánto la memoria se ve influenciada por el medio ambiente a tal punto que, bajo presión social, tendemos a renunciar a nuestra memoria y adoptar un recuerdo falso. Más aún; los investigadores localizaron una actividad singular, que tiene lugar en el cerebro durante el tiempo en que el ser humano adopta un recuerdo falso, bajo la influencia de la presión social. “Todos los estudios desarrollados hasta el momento se basaron en personas aisladas”, explicó Michael Adelson, uno de los investigadores. “Sabemos hoy que, la memoria, no surge de modo desconectado del vínculo. Surge en el contexto social y, a pesar de ello, la mayoría de los investigadores de la memoria no se refieren a la forma cotidiana en que surge sino al hecho de su dependencia del contexto social”.
El equipo de investigación del Instituto Weitzman: Adelson, Tali Sharot, Raymond Dolan y Yadin Dudai, convocó a 30 personas, las que fueron separadas en cinco grupos, con la consigna de ver una película documental que sigue las acciones de la policía migratoria en Israel. “El tema de la película no nos importa a nosotros”, dijo Adelson “Fue elegida por su fuerte percepción de la realidad”.
Tres días después de haber visualizado la película, las personas fueron invitadas a la segunda etapa del estudio donde recibieron 400 preguntas sobre sus recuerdos de la película, por ejemplo, ¿Si A o B se abrazaron antes que B viajara con la policía migratoria?, ¿Cuál era el sexo del detenido?, Si viajaron en una Van o en un vehículo particular, ¿Cómo se veían los policías o los trabajadores extranjeros?
“Hicimos preguntas de diferentes tipos, semánticas, visuales y otras a fin de verificar que son adecuadas a los diferentes tendencias de memoria”, explica Adelson. Los participantes debían destacar, con respecto a cada una de las preguntas, el nivel de seguridad a la respuesta, de 1 (firmeza absoluta) a través de 25 (baja seguridad) y hasta 75 (seguridad media- alta) y 100 (alta seguridad).
Tras cuatro días, los participantes fueron, otra vez, evaluados sobre 320 preguntas elegidas entre el primer examen. Cada uno recibió una encuesta, con 80 preguntas, sobre las que respondió en el primer examen de modo “seguridad media-alta”. En esa oportunidad, fueron evaluados mientras estaban conectados a un aparato magnético funcional (fMRI), que permitió monitorear las actividades cerebrales, para medir hasta cuánto influye la presión social en la creación de la memoria. En cada ocasión, antes de responder, se les presentaron a los participantes, fotos de perfil al estilo Facebook de los otros cuatro miembros del grupo y, junto a ellos, la respuesta que dieron. De hecho, las respuestas fueron escritas por los responsables del estudio quienes se ocuparon que, a las 80 preguntas respondidas por el participante, correctamente y con seguridad media.-alta, le correspondiera una respuesta de los demás miembros del grupo, contraria (y errada). De las 70 preguntas, la respuesta original de los participantes cambió para adecuarse a la de los otros miembros del grupo.
Se trata de un dato interesante, pero no sorprendente. El psicólogo Solomon Asch, encontró resultados como esos en los años 50 en una serie de experiencias que desarrolló sobre conformismo. Pero la pregunta que queda abierta es si los participantes cambiaron su respuesta temporalmente, solo para adecuarla al grupo o si, la influencia social, cambió el modo en el que recuerdan, creando una nueva y falsa memoria.
Transcurrida una semana, los participantes fueron convocados a un tercer examen. Nuevamente les fueron exhibidas las respuestas a la preguntas. Otra vez se les solicitó responder lo que recuerdan de la película pero, en esta oportunidad, se les dijo que las respuestas fueron arrojadas por medio de la computadora. Los investigadores querían comprobar si los participantes volvían a las respuestas erradas que dieron en el segundo examen (por influencia de la presión social) o si, ahora, desprovistos de presión social, responderían, con corrección, tal como lo hicieron en el primer examen. Los resultados demostraron que, en el 40% de las preguntas, la respuesta errada permaneció. En otras palabras, en el 40% de las preguntas la presión social influyó en la memoria de largo plazo y generó una memoria falsa. Más aún: los investigadores compararon esos datos con los arrojados por fMRI, desarrollados durante el segundo examen y hallaron que, en el tiempo de creación del recuerdo falso, ocurre en el cerebro una actividad singular, al mismo tiempo, en el hipocampo (la parte del cerebro vinculada a los funcionamientos de la memoria y en las amígdalas, vinculada a reacciones emocionales, de actitud y sociales. “Cuando solamente ocurre un cambio de conducta vemos una actividad que da cuenta de la puesta en acción de un alto conflicto pero no involucra, en general, las zonas de la memoria”, dijo Adelson.
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