domingo, 24 de julio de 2011

TERROR EN OSLO‏

Cuando aparecieron en un periódico danés en el otoño del 2005 caricaturas describiendo al profeta Mahoma y dispararon una campaña jihadista hecha y derecha contra Dinamarca, el entonces Primer Ministro Anders Fogh Rasmussen respondió con un comentario explícito.
"Nosotros los daneses nos sentimos como si hubieramos sido colocados en una escena en la película equivocada", dijo al semanario alemán Der Spiegel. Los noruegos que fueron fulminados por el bombardeo y ataque con disparos aparentemente coordinados de ayer parecen sentirse en la misma forma. "Por supuesto que estoy asustado", dijo un trabajador del bote transbordador al New York Times", ya que Noruega es un país neutral." Noruega, de hecho, no es un país neutral. A pesar que no es miembro de la Unión Europea, es un miembro fundador de la OTAN. Ayman al-Zawahiri de al-Qaeda, en repetidas ocasiones, ha acusado a Noruega en sus mensajes de video por "[participar] en la guerra contra los musulmanes." Abundan las teorías sobre la naturaleza específica del "crimen" de Oslo: las 400 tropas que actualmente despliega en Afganistán; su arresto domiciliario del mullah Krekar, un fundador del grupo terrorista kurdo Ansar al-Islam; la reedición de las caricaturas danesas en un pequeño diario noruego.
Tal vez sea todo esto. O tal vez no: En nuestros primeros informes antes del plazo de entrega indicamos que los ataques fueron obra de un grupo jihadista. Más tarde, en la tarde surgió la evidencia que un sospechoso en el ataque a tiros contra un campamento de juventud era un noruego étnicos sin vínculos previamente conocidos con grupos islamistas. Los ataques terroristas coordinados son una firma de Al Qaeda. Pero los imitadores con agendas diferentes son sin duda capaces de duplicar sus métodos.
En cualquier caso, los ataques demuestran que Noruega no es más inmune que cualquier otro país a tales atrocidades, sin importar lo que puedan ser sus políticas nacionales o extranjeras. Si esto prueba ser el trabajo de islamistas, será destacado que ni la oposición de Noruega a la guerra de Irak ni su considerable apoyo financiero y político a los palestinos la salvó del ataque.
En su hora de dolor, nosotros estamos confiados que Noruega, al igual que otras sociedades libres acosadas por el terror, va a responder con convicción, coraje y resistencia.
Fuente: The Wall Street Journal- Traducido por Marcela Lubczanski especialmente para el blog de OSA Filial Córdoba

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