martes, 26 de julio de 2011

APRENDER LAS LECCIONES DE LIBANO II‏

La guerra no fue considerada un éxito por parte de Israel, pero el hecho que sea el líder de Hezbollah el que se está escondiendo en un refugio este año y no los niños israelíes, sugiere que no fue una pérdida total tampoco.

9/07/2011
Por LIAT COLLINS

El tiempo vuela no sólo cuando te estás divirtiendo.
Prueba: El 12 de julio, se cumplirán cinco años desde que estalló la Segunda Guerra del Líbano, y los años parecen haber pasado rápidamente. Tal vez fue porque ellos estuvieron tan abarrotados de acción.
Líbano II ha sido eclipsada por Operación Plomo Fundido, lanzada a regañadientes después que los misiles cayeron sobre el sur a una razón no ignorable de 80 por día en el invierno de 2008.
Esto significa que los residentes en una gran parte del país en los últimos cinco años han conocido ese particular sentimiento tembloroso que tienes bajo el fuego de misiles.
El Sur es aún golpeado periódicamente y en forma impredecible por proyectiles.
Qué hace esto a nuestra psique colectiva? Pregunten a los nuevos miembros que están ahora entrando en el ejército - aquellos que estuvieron aproximadamente en edad de bar/bat mitzva cuando Líbano II y la campaña de Gaza estuvieron teniendo lugar.
Mi conjetura es que ellos toman la parte de "defensa" del término Fuerzas de Defensa de Israel muy en serio. Cada soldado quiere proteger a su madre al igual que toda madre es naturalmente protectora de su hijo. Entre las lecciones de la Segunda Guerra del Líbano está que el frente interno es el frente en la guerra moderna.
Los reclutas de este año también han crecido concientes del destino de Gilad Schalit, demostrando en forma conmovedoramente especial precisamente cuanto tiempo el soldado israelí ha sido mantenido en cautiverio. (Y en su caso me retracto de mi declaración de apertura: Para Schalit y su familia, estos cinco años - todos los días de ellos - han sido una eternidad.) El conflicto produjo héroes, tal como las campañas hacen, pero ciertamente no fueron encontrados entre los mandos político o militar. En su lugar, nosotros fuimos impresionados por la historia del mayor Ro'i Klein, quien murió con la tradicional oración Shema Israel en sus labios cuando se lanzó sobre una granada para salvar a sus hombres.
Comparen esto con la acción del entonces jefe del Estado Mayor Dan Halutz, quien de alguna manera encontró tiempo en el primer día de la guerra para vender sus acciones.
CINCO AÑOS ofrecen una cierta perspectiva. La guerra se cobró la vida de 119 soldados y 44 civiles, y el país en su conjunto experimentó un proceso similar al de un familiar, incluyendo negación, ira y, finalmente aceptación. La evidencia física de la guerra es apenas perceptible, pero las cicatrices psicológicas siguen estando ahí, no sentidas siempre y cuando las circunstancias no hagan correr los recuerdos desagradables.
En su mayor parte, nosotros hemos continuado con nuestras vidas. La Galilea y el Golán son destinos populares para las vacaciones campestres, Haifa continua para transformarse en un imán turístico importante; Carmiel está celebrando su festival anual de danza.
Políticamente, el país también siguió adelante, aunque acosado por los fantasmas. Ehud Olmert fue expulsado, aunque no oficialmente por su fracaso en la guerra (reflejado en las conclusiones del Comité Winograd), sino debido a las numerosas investigaciones penales que enfrentó. Kadima como partido no pudo regresar a la oficina del Primer Ministro, y mientras la líder del partido, Tzipi Livni, considera que su rol en determinar el resultado final de la guerra a través de una resolución de la ONU es de valor incalculable, claramente no es visto en forma favorable por todos.
El líder del Likud Binyamin Netanyahu está ahora en el banquillo, pero la política israelí es fluida: el ministro de Defensa Ehud Barak, quien se hizo cargo de gran parte como resultado de las deficiencias percibidas de Amir Peretz de Avodá, parece estar de salida, mientras que Peretz está posicionado (o posicionandose) para un regreso y hasta Halutz está esperando candidatearse con Kadima.
Gabi Ashkenazi, que sucedió a Halutz como jefe del ejército, ha ido y venido, después de haber negociado con seguridad la campaña de Gaza.
Operación Plomo Fundido fue influenciada por Líbano II en varios niveles. Que al gobierno le haya tomado tanto tiempo actuar en el Sur puede atribuirse al temor evidente de Olmert de tener una segunda guerra en la que los principales objetivos diplomáticos y militares no fueran alcanzados, bajo su mandato.
Desde Líbano II, sin embargo, Israel ha aprendido a no confiar únicamente en la fuerza aérea como estrategia de guerra al mismo tiempo que se da cuenta de la importancia de los proyectos de defensa, tales como el misil anti-misil Cúpula de Hierro. Finalmente, estar preparado incluso podría llegar a ser una parte misma de la doctrina de defensa.
EL ESTALLIDO DE LA GUERRA el 12 de julio de 2006, llegó como un rayo caído del cielo - con la misma rapidez brutal de los cohetes Katyusha, y la muerte de ocho soldados y el secuestro de dos más. La forma en que Ehud Goldwasser y Eldad Regev fueron secuestrados desde el otro lado de la frontera un mes después de Schalit - o mejor dicho, la forma en que fueron devueltos en ataúdes dos años más tarde, a cambio de la liberación de terroristas palestinos y libaneses - también cambió la forma en que el país ve las cosas.
Aunque todo el mundo simpatiza con los Schalit y se identifica con Gilad, la cuestión del "precio" - un término desagradable para una ecuación desagradable - no puede ser ignorada.
Los ciudadanos israelíes, por supuesto, no fueron los únicos en sufrir. Tanto en Líbano II como la campaña de Gaza vieron un uso masivo y cínico de "escudos humanos" por parte de Hezbollah y Hamas, con el costo inevitable involucrado.
Hezbollah, respaldado por Irán, se cree que ha triplicado su arsenal de misiles y cohetes desde Líbano II. Mientras tanto, las fuerzas de la ONU probaron ser incapaces o no estar dispuestas a detener este rearme, y también ineficaces para evitar la infiltración masiva de los "refugiados" en la frontera norte en los altamente publicitados recientes días de la Nakba y Naksa.
La guerra, como ha señalado el teórico militar prusiano Carl von Clausewitz, puede tomar muchas formas. Últimamente, ha asumido la forma de auto-nombrados activistas por la paz, quienes evidentemente quieren expresar su solidaridad con los palestinos (y al infierno con el resto de nosotros).
A medida que la primavera árabe se convierte en un cálido verano del Medio Oriente, hay una sensación general de malestar. Los acontecimientos en una parte del mundo árabe siempre influirán en el resto de la región.
La semana pasada, cuando un tribunal de la ONU emitió acusaciones que implican a cuatro miembros de Hezbollah en el asesinato del ex primer ministro libanés Rafik Hariri en 2005, el líder de la organización, el Jeque Hassan Nasrallah, inmediatamente afirmó que Israel estuvo detrás del asesinato.
Es algún pequeño consuelo que Nasrallah estuviera hablando, como siempre, desde un lugar no revelado - al parecer temeroso que Israel pueda buscarlo y matarlo. Aunque Nasrallah, de entre todas las personas, debe saber que culpar a "la entidad sionista", en el caso de Hariri es falso, Israel es ampliamente considerado estando detrás de la eliminación de del comandante militar de Hezbollah Imad Mughniyeh y del general sirio Muhammad Suleiman en 2008, del archi-terrorista de Hamas Ali Mahmoud Mabhouh el año pasado, y de varios científicos iraníes que participaron en la carrera de armas nucleares.
A mi me gusta la idea que Nasrallah tenga que mudarse todos los días, como destacó el periodista de defensa del Post, Yaakov Katz en un análisis la semana pasada. El debe sentirse como un criminal en fuga. Yo sólo espero que él esté huyendo de búnker en búnker, y no durmiendo en un ambiente agradable en una opulenta casa en Beirut.
A cinco años ya, es oportuno recordar que es Nasrallah quien fue el culpable del conflicto.
La guerra no fue considerada un éxito por parte de Israel, pero el hecho que sea el líder de Hezbollah quien está escondido en un refugio este año y no los niños israelíes, sugiere que no fue una pérdida total tampoco. La fuerza desempeña un rol en el Medio Oriente, pero nunca subestimes el poder de disuasión.

La autora es editora del Jerusalem Post Internacional.
Fuente: The Jerusalem Post- Traducido por Marcela Lubczanski especialmente para el blog de OSA Filial Córdoba

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