viernes, 29 de julio de 2011

Perasha Masé

Horario (Bs As) Encendido Velas de Shabat 29/Jul/11 17:55 Hs. - Motzaei Shabat 30/Jul/11 18:51 Hs.
Perasha Masé


BS"D

LA TRAVESÍA DE LOS HIJOS
DE ISRAEL EN EL DESIERTO

Está escrito en el Libro del Profeta: "Así dijo HaShem (al pueblo de Israel): Recuerdo de ti el favor que me hiciste en tu juventud (cuando saliste de Egipto), lo que considero como un acto de amor; cuando fuiste tras de Mi en el desierto hacia una tierra estéril".
El "Saba Mislabodka" comentó una vez al respecto: De este PasuK (versículo bíblico) vemos hasta dónde considera la Torá los más mínimos esfuerzos espirituales de la persona y, al mismo tiempo, qué grandes son los favores que HaShem nos prodiga.
Porque Él no se olvida siquiera de las molestias más insignificantes de la vida. Observemos que mencionó el 'favor del desierto", cuando en realidad en aquella época el Am Israel disfrutó de una experiencia imposible de imaginar: Estaban rodeados de las conocidas "Nubes Celestiales"; la naturaleza cambió todas sus reglas para comodidad de los Hijos de Israel grandes y extraordinarios milagros se sucedían frente a sus ojos permanentemente; tenían una vida plena de satisfacciones; se alimentaban con el Man, llamado "pan de los poderosos"... ¿Acaso éste es un desierto? ¡Este paseo por el paraíso! Sin embargo, HaShem agradece a Sus Hijos por haberlo seguido, atravesando el 'desierto". Y este "favor de la juventud" (en los albores de la historia del Am Israel como pueblo), HaShem lo tuvo en cuenta para otorgarnos una recompensa eterna.
En realidad, ésta es una muestra de Amor de HaShem, que recompensó por una pequeñísima incomodidad, al recordar que nosotros fuimos tras Él "por el desierto".
No vayamos a pensar que cuando el Am Israel se dirigió al desierto después de haber salido de Egipto, fueron dispuestos a morir. Al contrario: Fueron porque sabían que iban a vivir.
Porque aunque estaban hombres, mujeres y niños "en un desierto inmenso y temible (donde se encontraban) serpientes, alimañas y alacranes y la sed, porque no había agua" (Debarim VIII 15), ellos no sentían nada eso: Porque, gracias a los milagros de HaShem, caminaban en un piso que se les allanaba a su paso, y a su alrededor veían paisajes de jardines y parques paradisíacos. Y por eso HaShem dijo que éste era un "favor de la juventud, como un acto de amor": Porque todas las leyes de la naturaleza no actuaron en su contra, y no tenían frente a ellos más que a HaShem. Y a cualquier lugar que les indicaba que vayan iban, sin preocuparse por lo que la naturaleza les iba a oponer.
Esto se parece a cuando un niño está en los brazos de su madre: Aunque ella pase por lugares peligrosos, igualmente el niño no se preocupa pues él no ve a su alrededor más que los cálidos brazos de su madre.
En el Pasuk está escrito que el Am Israel partía y acampaba en el desierto "de acuerdo a la Palabra de HaShem". Cuando los Hijos de Israel, se trasladaban de un lugar a otro, ni siquiera se movían; no tenían que empacar sus cosas y viajar, sino que eran llevados por HaShem, como lleva una madre a su hijo en brazos...
(Séfer Síjot Musar)



TODA MITZVÁ MERECE RECOMPENSA


La persona suele pensar, cuando está cumpliendo una Mitzvá (un precepto) de la Torá, que le está "haciendo un favor a HaShem". En un caso así, la persona se vanagloria y cree, Jalila (¡imposible!), que HaShem se sostiene gracias a ella.
En cambio, cuando la persona sirve a HaShem con integridad, sabe que realmente, HaShem no necesita de su servicio. Más aún: sabe que eso que está haciendo no es ni el principio de lo que constituye su deber. En este último caso, la persona no espera la recompensa de sus buenos actos, pues no le correspondería nada especial por estar cumpliendo con su obligación, y se entrega totalmente para servir a Su Creador con más entusiasmo.
HaShem le dijo a Su Pueblo: "Recuerdo de ti el favor..." Como es tan misericordioso, toma en cuenta lo que hace la persona en "su juventud", cuando piensa que "le está haciendo un favor". Aún cuando la persona crea que HaShem "le tendría que agradecer" por cada Mitzvá cumplida, igual­mente HaShem se la recompensa y la recuerda. Y lo considera como si hubiese hecho un "acto de amor de ir de tras de HaShem en el desierto"
Tanto es el amor que HaShem siente hacia Sus hijos, que los premia por cada buena acción, como si HaShem "necesitase" de ellas...


(Séfer Nóam Elimélejf)

(“HAMAOR”; Tomo 2; Kolel MAOR ABRAHAM-KÉTER TORÁ; Ediciones HAMAOR-MÉXICO;

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