jueves, 28 de julio de 2011

Polémica ley


La democracia no es un buen sistema de gobierno. Pero sin duda alguna, el mejor que se conoce,

Días pasados, el Parlamento Israelí (Kneset), aprobó una ley donde se establecen algunos conceptos muy discutidos por parte de la oposición y con significativa sorpresa por parte de los ciudadanos, En segunda y tercera lectura, contando con 47 votos a favor y 38 en contra, se aprueba la llamada "ley antiboicot".

En la misma se establecen multas para quienes promuevan un boicot económico, cultural o académico a las colonias judías ubicadas en los territorios de Cisjordania.

No corresponde a este Editorial considerar las ventajas o perjuicios de la misma. Ese es terreno eminentemente político y está dentro de los objetivos de la OLEI, mantener su total imparcialidad partidista.

Lo que si queremos destacar, son manifestaciones del Ministro de Relaciones Exteriores, Sr. Avigdor Lieberman, figura máxima del partido miembro de la coalición gobernante, Israel Beyteinu (Nuestro Israel) ???? de extrema derecha.

Al notificarse que diversas organizaciones iban a acudir a la Suprema Corte de Justicia (Bagatz) para solicitar que se declare ilegal la ley, manifestó que

" La justicia debe estar al margen del problema y que no debe inmiscuirse en el mismo".

Debemos recordarle al Ministro Lieberman que la democracia se basa en la libertad e independencia de los tres poderes; el legislativo, el ejecutivo y el judicial. En Israel este principio se cumple a medias, porque debido al singular sistema de gobierno que supimos conseguir, el poder legislativo y el poder ejecutivo tienden a fundirse en uno sólo. Debido a las coaliciones que se deben formar para gobernar, terminamos teniendo un total de 28 ministros, de los cuales 26 son al mismo tiempo parte del poder legislativo. Además más de media docena de vice ministros, provienen del mismo organismo. O sea que, el 30 % de componentes de la Kneset, también ejercen funciones en el ejecutivo. Eso ya es anormal. Pero es lo que hay.

La situación no es correcta, pero si a ella deseamos agregar también un propósito por el cual el poder judicial no debe "entorpecer" la lectura de las leyes, nos encontraríamos frente a un flagrante estado de absolutismo político.

Es probable que el Sr. Lieberman, tal vez considerando que sus primeros 21 años de vida los vivió en su querida Moldavia (ex URSS) pueda suponer que eso es normal. Pero no es así. El poder judicial, no sólo tiene el derecho de estudiar las leyes y establecer su legitimidad o no. Tiene la obligación de proceder de esa forma, para eliminar todo resto de totalitarismo de parte del Ejecutivo. Lo mínimo que debemos exigir los ciudadanos de la calle es que se mantenga la independencia del Poder Judicial como único freno a arbitrariedades y abusos.

El Primer Ministro, Benjamín Netanyahu, quiso tomar distancia de las declaraciones de su socio de gobierno y refiriéndose al caso dijo que "todos los que se consideren damnificados por la ley tienen derecho a acudir a la justicia y que sus resoluciones serán respetadas".

Es el mínimo que se puede pedir ante situaciones como la planteada.Notiolei

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