lunes, 25 de julio de 2011

RECONOCER A PALESTINA

Obama ha avivado las llamas en la disputa de Medio Oriente
Lunes 11 de julio de 2011

La administración Obama está enfrentando una importante vergüenza a manos de la Autoridad Palestina. Las potencias del "Cuarteto" - Estados Unidos, la Unión Europea, las Naciones Unidas y Rusia - están buscando un camino para reanudar las conversaciones directas entre Israel y los palestinos a fin de evitar la propuesta para que la Asamblea General de la ONU reconozca un estado palestino cuando el organismo internacional se reúna en septiembre. El reconocimiento será en gran medida simbólico, la membresía plena en la ONU requeriría un voto ante el Consejo de Seguridad, el cual es casi seguro que enfrentaría un veto de EEUU. Pero, un voto de confianza de la Asamblea General, en teoría, daría a los palestinos incrementado impulso diplomático y taparía dos años de fallidas iniciativas de paz por parte de la Casa Blanca.
Los palestinos han estado concentrando partidarios para su propuesta, a pesar de las fuertes objeciones de EEUU. La semana pasada, el enviado especial estadounidense en Medio Oriente David Hale y el consejero para la Casa Blanca, Dennis Ross se reunieron con el principal negociador palestino, Saeb Erekat, para presionarlo para que abandone el plan. El Sr. Erekat se mantuvo firme, diciendo que los opositores a la declaración tienen que "reconsiderar su posición." Los palestinos están desafiando al Sr. Obama a adoptar medidas más enérgicas en contra de ellos, aparentemente convencidos que el no lo hará.
Es un triste estado de cosas en que Estados Unidos carece de la influencia política para detener una maniobra diplomática innecesariamente provocativa, pero era inevitable dado el enfoque de la administración Obama en política exterior. El Sr. Obama llegó al poder creyendo que los problemas que enfrenta Estados Unidos en el escenario mundial se deben a la arrogancia de su predecesor. En su opinión, es mejor ser amado que temido entre las naciones, y el actuó en consecuencia con una serie de campañas de alcance, propuso "grandes acuerdos" en diversas regiones y una estrategia general de "liderar desde atrás."
La sinceridad puede ser también leída como debilidad, y si las simples buenas intenciones pudieran resolver el conflicto palestino-israelí, este hubiera sido resuelto hace mucho tiempo. En vez de reunir a ambas partes, el enfoque del gobierno las ha alejado a una de la otra y de Washington. Una serie de pasos en falso con Israel abrió una brecha entre Obama y el primer ministro Benjamin Netanyahu. Los palestinos, frustrados por la falta de avances en el marco diplomático estadounidense, imaginaron que no tenían nada que perder al ir por fuera de la caja.
El Sr. Obama puede tener que culparse por conjurar la idea del reconocimiento. "Esta vez nosotros debemos llegar a lo mejor dentro de nosotros mismos", dijo ante la Asamblea General en septiembre. "Si lo hacemos, cuando volvamos aquí el año que viene, podremos tener un acuerdo que dará lugar a un nuevo miembro de la Naciones Unidas - un estado independiente y soberano de Palestina, que viva en paz con Israel." Las conversaciones directas colapsaron en pocas semanas, pero la noción de un estado palestino siendo declarado en la ONU en septiembre del 2011 persistió. Los palestinos concluyeron que si ellos no podían llegar allí negociando con Israel, quizás podrían concentrar al resto del mundo para su causa.
La Casa Blanca ahora se enfrenta a una cuenta regresiva para una dolorosa derrota diplomática. Hará falta algo más que retórica de tono alto para desbaratar el manejo del reconocimiento. Los negociadores estadounidenses deben hacer una evaluación honesta, basada en los intereses de la situación actual en la región, libre del idealismo fuera de lugar que ha caracterizado el enfoque del gobierno de Obama hasta la fecha.
Los palestinos están entre las más grandes receptores per cápita de ayuda extranjera en el mundo. Si los cientos de millones de dólares que Estados Unidos les ofrece cada año no pueden comprar influencia, hay un montón de otros buenos usos para esos fondos.
Fuente: The Washington Times.


LA POBRE POLITICA PARA MEDIO ORIENTE DE OBAMA
15/7/11

Si hubo alguna vez una administración que pudo arruinar la política exterior, es la actual. Bajo el Presidente Obama, ha habido un desastre mientras nosotros seguimos intentando negociar con los regímenes más autocráticos, teocráticos y dictatoriales mientras ignoramos o desaprobamos a nuestros aliados democráticos.
Nosotros hemos hecho imposible una situación difícil haciendo triunfar primero la importancia de evitar que Israel desarrolle naturalmente las ciudades y pueblos fuera de las temporarias líneas de armisticio anteriores a 1967 y luego armando a la Autoridad Palestina, apoyando el retorno a las largamente extintas líneas anteriores a 1967 y alimentando con miles de millones de dólares a una organización dedicada a la destrucción de Israel. Nuestro rol en Siria no ha sido mucho mejor, ya que nosotros hemos alentado a Bashar Assad a retener el poder en esa nación.
Es hora que ejercitemos lo que la pequeña influencia económica que nos dejó no financiando más a la Autoridad Palestina y retirando la cooperación militar con sus fuerzas de seguridad. En Siria, es hora de sanciones que tengan efecto. Desafortunadamente puede ser demasiado tarde para limpiar el desastre que hemos creado.
NELSON MARANS
Silver Spring
Fuente: The Washington Times- Traducido especialmente para el blog de OSA Filial Córdoba

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