domingo, 6 de enero de 2013

Al Jazeera, la emisora de televisión por satélite de lengua árabe fundada en noviembre de 1996 por el gobierno de Qatar y principal canal de noticias del mundo islámico, que cobró fama en Occidente como sitio de difusión privilegiado de los mensajes de Osama Bin Laden y otros miembros de la red Al-Qaeda, ha concretado el miércoles 2 de enero de 20013, según escribió Brian Stelter en un blog del New York Times, un acuerdo para hacerse cargo de Current TV, el canal de cable de baja calificación de EE.UU. que fue creado conjuntamente en 2005 por el ex presidente estadounidense Al Gore y Joel Hyatt y que actualmente está disponible en cerca de 60 de los 100 millones de hogares con cable o servicios satelitales. Los recién nombrados, inicialmente compraron el pequeño canal de noticias por cable Newsworld Internacional y luego se expandieron. Entre los propietarios asociados a Gore y Hayatt que vendieron Current TV se encuentran varias firmas de capital de riesgo y dos distribuidores más importantes, Comcast y DirecTV. Mediante esa transacción, Al Jazeera -definida por la periodista y escritora norteamericana Pamela Geller como la organización líder en la propaganda terrorista en el mundo- lograría un significativo crecimiento y una formidable penetración en Estados Unidos, en virtud que la compra le permitiría obtener allí un importante canal de distribución. La intención de Al Jazeera, (vilipendiada durante muchos años por los políticos estadounidenses) que según trascendidos pagó 500 millones de dólares por la compra de Current TV, es cerrar la emisora actual dentro de tres meses y crear posteriormente un nuevo canal que se llamaría Al Jazeera América, con sede en Nueva York, que competirá con la CNN y otros canales de noticias en los Estados Unidos. Al Gore, más reconocido por su prédica ambientalista que le valió conseguir el Premio Nóbel de la Paz-“por sus esfuerzos para construir y diseminar un mayor conocimiento sobre el cambio climático causado por el hombre y poner las bases para la toma de las medidas que sean necesarias para contrarrestar ese cambio” – que por su desempeño como vicepresidente de Bill Clinton, al ser poseedor de un 20% de las acciones de Current TV, obtendría 100 millones de dólares procedentes de la cadena Al Jazeera financiada y sostenida por el Emir de Qatar, Sheikh Hamad bin Khalifa al-Thani. El cuidado del Medio Ambiente, que para Gore ha resultado una actividad muy lucrativa que le sigue dando cuantiosos dividendos, no involucra al petróleo de los países productores como Qatar y cuya contaminación se produce por su liberación accidental o intencionada en el ambiente, provocando efectos adversos sobre el hombre o sobre el medio, directa o indirectamente e involucra todas las operaciones relacionadas con la explotación y transporte de hidrocarburos, que conducen inevitablemente al deterioro gradual del ambiente y afecta en forma directa al suelo, agua, aire, y a la fauna y la flora. Más grave aún es que Gore parece ignorar que Al Jazeera ha recibido y difundido desde hace años en exclusiva, numerosos videos de Al Qaeda que filmaban el ajusticiado Bin Laden, el instructor jihadista Anwar al- Awlaki, quien elogiaba a Al Jazeera, el traidor estadounidense Adam Gadahn y otros miembros de la organización extremista islámica a los que no se podía rastrear, que ideaban o perpetraban ataques terroristas que sospechosamente eran cubiertos por la agencia de noticias qatarí casi en el mismo momento que las bombas estallaban y de esa manera podían tomar fotos o filmar en primicia los cuerpos desmembrados de las víctimas. Pese a ello, el ex vicepresidente Al Gore eligió como comprador de Current TV a la cuestionada Al Jazeera, siendo que uno de sus más destacados periodistas Tayseer Allouni, corresponsal en España fue arrestado en 2003 y condenado por la Audiencia Nacional por cargos de terrorismo y pertenecer a Al Qaeda, y se negó a venderla al comunicador conservador norteamericano Glenn Beck, cuya oferta rechazó porque “es importante para nosotros a quién va a parar la cadena, y somos sensibles a aquellos que no comparten nuestro punto de vista”, según informó The Wall Steet Journal. Al Gore y sus compañeros estaban ansiosos por completar el acuerdo el 31 de diciembre, para no ser gravados por pagos impositivos más altos que entraron en vigor el 1 de enero, según afirmaron varias personas que insistieron en el anonimato porque no estaban autorizados a hablar públicamente. Pero el acuerdo no se firmó hasta el miércoles. En medio de una dolorosa indiferencia gubernamental y sin el menor atisbo de recelo por la irrupción de una cadena de noticias cuya mayor premisa será la de servir a los sectores más radicalizados islámicos y manipular a la opinión pública norteamericana, un portavoz de Al Jazeera, la emisora de noticias considerada la voz más poderosa de la Hermandad Musulmana, que el presidente Barack Hussein Obama admite que mira, dijo que los reguladores antimonopolio de EE.UU. no habían expresado ninguna objeción al acuerdo de venta entre Current TV y la justificadamente objetada Al Jazeera. Rubén Kaplan http://www.rkpress.com.ar/

por Elie Smilovitz 2 de Enero de 2013 El 1 de enero, el diario El País publicó un artículo titulado: ‘Los árabes de Israel ignoran las urnas', escrito por Ana Carbajosa. En el texto, se atribuye la falta de participación del sector árabe israelí en las elecciones políticas a una supuesta discriminación estatal contra esa comunidad. “Un breve recorrido por Um al Fahm basta para darse cuenta de que las autoridades israelíes hace tiempo que han olvidado esta localidad del norte del país; de que la diferencia entre los recursos que invierte el Estado en las zonas árabes y los esfuerzos que dedica al resto del país es abismal”, escribe Ana Carbajosa. Además, la periodista acusa a ciertos políticos israelíes de lanzar: “... iniciativas legislativas destinadas a recortar los derechos de los árabes-israelíes. Cuanto más asfixian las instituciones israelíes a la comunidad árabe, más apoyos cosecha la línea dura, como la del islamismo de Saleh”, asegura El País. De esta manera, el texto propone al lector, de manera implícita, que la “línea dura”, como la denomina la autora, del islamismo árabe en Israel está alimentada por una supuesta discriminación de los funcionarios judíos contra la población musulmana Israelí, justificando así los ataques que esa corriente pueda proponer contra Israel y eximiendo de responsabilidad a quienes apoyan un “boicot” contra el Estado judío. Además, la reportera utiliza la figura del jeque Raed Saleh, como ejemplo para ilustrar el “movimiento de lucha” para “defender los derechos” del sector árabe israelí, una comunidad que en realidad no precisa reivindicar sus derechos ante el Estado de Israel, pues goza exactamente de las mismas garantías que todas las demás comunidades israelíes. Opinión subjetiva Las afirmaciones del artículo demuestran una visión sesgada sobre Israel, un país en donde la población árabe israelí goza de los mismos derechos que sus contrapartes judíos o cristianos, a diferencia de lo que ocurre en otras latitudes El texto no menciona que el árabe es la segunda lengua oficial en Israel, junto al hebreo. Tampoco señala que en 1948 sólo existía una escuela árabe en todo el territorio que hoy es Israel, pero que ese número se ha multiplicado por varios cientos gracias a la inversión pública del Estado judío en el sistema escolar, incluidas las escuelas que enseñan en árabe y a las que asiste la mayoría de los árabes israelíes. La periodista intenta polarizar a la sociedad israelí al describir una atmósfera de conflicto frontal entre judíos y árabes, a pesar de que sobre el terreno ambas comunidades son interdependientes, estudian en las mismas universidades, trabajan en los mismos lugares y se comunican en sus propias lenguas. Asimismo, el texto omite datos que demuestran que gracias a la inversión y las leyes israelíes la situación económica de los árabes israelíes ha mejorado sobremanera desde la creación del Estado de Israel, a diferencia de la situación de millones de musulmanes en otros países de la región, en donde su nivel de vida es mucho más bajo. La igualdad de la que goza la mujer árabe israelí en la sociedad, gracias a las leyes israelíes que protegen al sexo femenino en todo el Estado, es muy diferente a la discriminación que sufren las mujeres musulmanas en casi todos los países de mayoría islámica. De hecho, la agencia de noticias palestina Ma'an publicó el 24 de diciembre de 2012: