miércoles, 26 de junio de 2013
Presencia de civiles en los frentes de combate – ¿qué opinan las religiones?
26 Jun 2013 Escrito por Lic. Samuel Leillen – publicado en Aurora y Radio Jai Publicado en Opinión tamaño de la fuente disminuir el tamaño de la fuente aumentar tamaño de la fuente
Guerra y religión
Organizado por el INSS – Instituto para Estudios de la Seguridad Nacional y el Instituto Interconfesional "Elijah" (ONG internacional afiliada a UNESCO, que desde 1997 promueve el diálogo interconfesional) se realizó un simposio en el que representantes de varias religiones expusieron ante un nutrido público sus perspectivas en cuanto al tema de la convocatoria.
ANTECEDENTES
Los combates en lugares de densa población civil imponen desafíos operativos, ético-religiosos y jurídicos – y es importante dilucidarlos. Últimamente Israel debió enfrentar frecuentes circunstancias bélicas en las cuales amplios sectores civiles, de ambos lados, estaban en la línea de fuego:
CONFLICTO Civiles israelíes Civiles árabes
Muertos / heridos Muertos / heridos
2006 - 2ª. Guerra del Líbano 44 / 2000 300-450 / 2500
2007 – Operación "Plomo fundido" 3 / 731 300-540 / 5380
2012 – Operación "Columna de Humo" 4 / 240 68 / 450
Batallas en lugares muy poblados siempre fueron preocupantes, pero después de la Guerra de Yom Kipur de 1973 el conflicto israelí-palestino pasó a ser un choque con agrupaciones no estatales y no contra ejércitos regulares de países que conocen "las reglas de juego". Los actos de terror, que antes eran resultado de continuas escaramuzas aisladas y de efectos en lugares muy precisos, pasaron a ser una "guerra de guerrillas" utilizando proyectiles y misiles que cubren una vasta extensión convirtiendo en macabros escenarios a densas concentraciones de mujeres, niños y ancianos.
Las consideraciones éticas de Israel son de matiz occidental mientras que las de nuestros vecinos están basadas en la religión e incentivadas por premios celestiales. De aquí la importancia de analizar el tema desde la perspectiva de las distintas creencias religiosas que han acrecentado su influencia tanto dentro de Israel como en toda la región.
LA PERSPECTIVA CATÓLICA
El primer expositor fue el Padre Biju Michael, Profesor de Teología en la Universidad Pontificia Salesiana de Jerusalén quien destacó la "santidad de la vida", en base a la concepción que sólo Dios es el Señor de la Vida según el versículo "El que derrame sangre de hombre, por el hombre su sangre será derramada, porque a imagen de Dios es hecho el hombre" – Génesis, IX, 6 y reforzada en los Evangelios "…No matarás y cualquiera que matare será culpable de juicio." – S. Mateo V, 21.
Lamentablemente los informes de las Naciones Unidas "reiteran que los civiles constituyen la gran mayoría de las víctimas en los conflictos armados de nuestros días" (Consejo de Seguridad, resolución 1894, 2009) a pesar que "insisten en la responsabilidad de los Estados de proteger a las poblaciones de genocidio, crímenes de guerra, depuración étnica y crímenes de lesa humanidad".
Es prioritario proteger los tres pilares: la Hermandad humana, la Dignidad de los seres humanos y el espíritu de Solidaridad entre ellos - proclamados por la Declaración Universal de los Derechos Humanos, destacó el Padre Biju. La Iglesia insiste en esa concepción basada en la fe que el ser humano fue creado a imagen de Dios, fue redimido por la sangre de Cristo y esta destinado a la unión con el Todopoderoso. Tampoco acepta los justificativos de defensa propia, dado que "Jesús mismo no usó la violencia para defender su vida". Prácticamente, la violencia acarrea más violencia y las guerras son el síntoma del fracaso de la humanidad.
Los documentos aprobados por el Concilio Vaticano II, anunciado por el Papa Juan XXIII el 25.1.1959 y promulgados por el papa Pablo VI el 7.12.1965, que contienen enseñanzas doctrinales y morales, normas jurídicas y propuestas de actuación para los fieles de la Iglesia Católica, declaran la santidad de la vida humana y establecen la prohibición del asesinato y del terrorismo - ratificando el derecho y la obligación de defender la vida humana contra agresiones injustas.
La Iglesia continúa derivando esfuerzos para asegurar la defensa de civiles en los conflictos armados apoyando iniciativas internacionales apropiadas, previniendo la violencia, proveyendo servicios humanitarios, negando el fundamentalismo (exigencia intransigente de sometimiento a una doctrina establecida) y el nihilismo (negación de todo principio religioso, político y social) considerándolos concepciones que ignoran la importancia de la vida humana.
LA PERSPECTIVA DE LOS DRUSOS
El Sheik Fadel Mansour, destacada personalidad de la comunidad drusa de Israel, señaló que los drusos no tienen fuerza militar ni ejércitos. Se estima un total mundial de 1 millón de drusos, 130 mil de ellos en Israel.
En el año 966 e.c. se desprendieron de la shía islámica, convirtiéndose en 1021 en religión que establece siete prohibiciones: mentira, asesinato, adulterio, robo, provocar daño, beber alcohol, utilizar palabras obscenas.
Sólo los que cumplen con estas limitaciones pueden dedicarse a la religión, y así los drusos cuentan con una estructura dualista dividida entre los "uqqal" (religiosos – 15%) y los "yuhha" (ignorantes) que cuentan solamente con conocimientos básicos de la religión y que reciben apoyo espiritual de los intelectuales sin tener acceso a la literatura sagrada secreta.
Dado que los drusos fueron violentamente perseguidos durante siglos por otras comunidades religiosas y siempre tuvieron que huir y protegerse, mantienen en secreto buena parte de los detalles de su fe, no aceptan conversiones y desaconsejan firmemente el paso de una religión a otra,
Se estima que entre los años 1021 y 1028 fueron muertos 1.7 millón de drusos. De aquí el lema druso de "preferible la muerte a la vida de humillación". Los definen dos características especiales: 1 – orgullo personal muy marcado; 2 – el amor a la libertad.
Para todos ellos, la vida humana es sagrada. Lamentablemente hay factores que incitan a la violencia y promueven el odio, y es de confiar que el esfuerzo mancomunado de todas las religiones ayude a evitar más guerras.
¿Cuándo está permitido matar? Cuando son amenazadas la fe, la tierra y el honor de la familia. Pero hay reglas preestablecidas: no se ataca a mujeres y niños, si es necesario se los defiende. A lo largo del siglo XX, cuando esta región fue sacudida por luchas de todo tipo – turcos, ingleses, franceses, ejércitos árabes – siempre se impuso el cuidado y la protección de mujeres y niños.
LA PERSPECTIVA ISLÁMICA
El Qadi Iyad Zahalka, Presidente del Tribunal Shaari de Jerusalén, presentó las reglas de lucha según el Islam, recalcando que existen en el Islam muchas corrientes de pensamiento, pero sus reflexiones expresan la visión de la religión según su interpretación personal.
Hay cinco objetivos en el cuidado de la religión:
Protección de la religión;
protección del alma, que es sagrada;
protección del intelecto humano;
protección de los descendientes, pues los hijos son el futuro de la humanidad;
protección a la relación entre los seres humanos.
El individuo creyente no puede matar, pues sólo el soberano puede hacerlo en circunstancias muy precisas. Matar a una persona es como matar a la humanidad entera.
La regla es actuar en paz y amistad con el prójimo, siempre en base a la justicia. Su puede recurrir a la guerra sólo en legítima defensa. Sólo los que fueron atacados, perjudicados, despojados de sus bienes, sólo ellos pueden declarar la guerra. La guerra no es para el Islam un objetivo per se, es un medio de defensa y protección. El Corán determina que no se puede matar a mujeres ni niños, tampoco a ancianos - en general no se puede afectar a personas inocentes.
En cuanto al cumplimiento de acuerdos y tratados de paz, la religión musulmana exige cumplir con lo firmado, dado que en todos los entendimientos siempre está presente la divinidad que actúa como garante a lo establecido. Romper un compromiso firmado, es negar la presencia de Dios.
LA PERSPECTIVA DEL JUDAÍSMO
Expuso el Rabino Yuval Cherlow, Director de la Yeshivá Orot Israel de Petaj Tikva, veterano activista del sionismo religioso.
Señaló que en el año 586 A.C. los judíos perdieron la soberanía, y el emperador babilonio Nabucodonosor destruyó el Templo, arrasó a Jerusalén y obligó a una deportación masiva. Desde entonces y durante 2600 años los judíos quedaron sin conducción central - no hay una autoridad central reconocida - hasta que surge el sionismo.
No encontraremos en la Biblia código de conducta para las guerras: hay doctrina ética y hay relatos de luchas y combates, pero no hay referencia compilada cómo actuar en caso de guerra. Corresponde a nuestra generación desarrollar una doctrina actualizada.
Hubo dos intentos:
el primero, el Rabino Meir Kahana, líder derechista radical que propiciaba echar a todos los árabes de Israel y establecer un estado judío teocrático (su organización fue puesta fuera de la ley acusada de discriminación racial. Fue asesinado por un árabe disfrazado de judío ortodoxo en Manhattan el 5.11.1990);
el segundo, fue el libro "El Código del Rey" (Torat Hamelej) publicado en el 2009 por los Rabinos Isaac Shapira y Yosef Elitzur, que trata de las normas relacionadas con el matar no judíos. El libro se inicia con la absoluta prohibición de matar no judíos, pero luego se extiende a las circunstancias donde sí se puede, e incluso se debe, matar gentiles. El libro fue muy controversial, y si bien algunos rabinos importantes reforzaron su legitimidad (p.e. el Rabino Yaacov Yossef, hijo del Rabino Ovadia Yossef, propuso que se acredite a los autores con el Premio de Israel), muchos otros rabinos plantearon la falta de concordancia entre lo expuesto en el libro y los principios éticos que determina la Torá, insistiendo algunos que el libro debe ser prohibido y quemado. En junio de 2011 los dos Rabinos Mayores Ovadia Yossef (sefaradim) y Shalom Elyashiv (ashkenazim) publicaron su oposición al libro cuyas copias fueron confiscadas.
El quinto libro del Pentateuco, Deuteronomio, dedica someramente el capítulo XX a las leyes sobre la guerra, y el versículo 10 reza: "Cuando te acerques a una ciudad para combatirla, le intimarás la paz". Es decir, antes de comenzar la batalla hay que proponer paz. Pero si se debe hacer la guerra, las mujeres y los niños no deben ser muertos. Esta norma es repetida por Maimónides (1135-1204) en su "Código de Guerras".
El Ramban (1194 Gerona-1274 Eretz Israel), establece que al sitiar una ciudad, hay que dejar uno de los lados libre para que los sitiados, si así lo desean, puedan escapar – hay en esta estrategia una expresión de compasión muy particular. La base de estos pensamientos está en el hecho que fuimos creados "a imagen y semejanza" y por lo tanto la prohibición de matar.
Se comentaron varias prescripciones circunstanciales aisladas, sin que conformen un código religioso reconocido. "Tal código deberá establecer no sólo qué está prohibido hacer sino también qué se debe hacer – y esto incluye defenderse y vencer en el combate", enfatizó el Rabino Cherlow.
LEJOS LOS CIELOS DE LA TIERRA
Al concluir se abrió un diálogo con el público, que incluía sacerdotes y rabinos, seminaristas y monjas, militares en servicio y de reserva – todos muy ávidos de comprender la aguda contradicción entre lo que predican las religiones y lo que hacen los hombres en nombre de la religión.
¿Cómo es posible tanta bondad religiosa cuando las guerras religiosas fueron sumamente cruentas? ¿Acaso no corresponde a las religiones prohibir la violencia y las guerras en lugar de codificarlas? ¿Qué impacto tienen las enseñanzas religiosas sobre los políticos y los militares?
El valor de la vida, la enseñanza divina, la misericordia y la tolerancia, son principios muy emotivos pero no son parte de la vida aplicada. No hay cosa más distante que los cielos que adoran las religiones y la violencia que actúa en su nombre.
El mismo día del seminario, los títulos periodísticos destacaban que "Los clérigos corrompieron la mente de los jóvenes con una ideología violenta y sanguinaria", refiriéndose al llamado del columnista Abd Al-Aziz Al-Samari a las autoridades saudíes “a purificar los planes de estudio de los contenidos extremistas y sustituir los actuales métodos de enseñanza, basados en el adoctrinamiento rígido, con un programa cultural integral a fin de fomentar el pluralismo y el respeto por los otros".
Lic. Samuel Leillen –