miércoles, 26 de junio de 2013
Nuevo brazo de Hezbollah: los beduinos en Sinaí de Cidipa
Por Ron Ben Yishai
Por mucho que sorprenda, aparentemente existe una estrecha relación entre la guerra civil en Siria y los disparos nocturnos (entre el domingo y el lunes) desde Gaza hacia el Negev. El motivo directo para los disparos es atribuible al conflicto entre Hamas y la segunda organización por su tamaño, en la Franja: la Jihad Islámica. Entre las dos organizaciones existe desde hace tiempo una cierta tensión dado que Hamas apoya a los rebeldes sunitas en Siria mientras la Jihad Islámica permanece fiel a Irán shi’ita que apoya a Assad y a sus compañeros alawitas, y es acreedor al apoyo de su parte.
De hecho, Irán y Hezbollah trasladaron su apoyo reciente sólo a la Jihad islámica, mientras antes de la rebelión en Siria y antes que Hamas diera la espalda a Assad, Irán apoyaba a las dos organizaciones. Ahora, aparece un profundo quiebre entre Hamas e Irán debido al cual, Hamas se ve obligado a buscar financiación para su gobierno en la Franja y producir pesados misiles por sí mismo como sustituto a los envíos de armas desde Irán, que disminuyeron significativamente por no decir que se interrumpieron totalmente. Por el contrario, la Jihad Islámica y organizaciones salafitas en la Franja como también comisiones de resistencia popular allí, gozan del apoyo iraní masivo.
Asimismo, Irán también empuja a la Jihad islámica, según parece, a actuar contra Israel a fin de desconcentrar algo de la atención internacional de los sucesos en Siria. Cabe destacar – tanto Hamas como la Jihad Islámica son organizaciones sunitas, pero Hamas decidió apoyar a los rebeldes sunitas en Siria, mientras la Jihad Islámica decidió apegarse a la tendencia iraní.
Todo ello provocó tensiones en la Franja que se vieron acrecentadas recientemente. Como consecuencia del quiebre entre Hamas e Irán, tanto Hezbollah como Irán, trasladaron su apoyo no sólo a la Jihad Islámica sino también a las organizaciones salafitas entre los beduinos de Sinaí. Activistas de esas organizaciones, como también los hombres de la Jihad Mundial que hallaron refugio y base en Sinaí, viajaron últimamente hacia Líbano e Irán a fin de obtener la confianza y el financiamiento, lo que suma tensiones en la Franja.
El motivo directo para los disparos, según parece, es que los hombres de Hamas balearon de muerte, en el marco de un conflicto local, al comandante de la Jihad Islámica palestina en la Franja. Los hombres de Hamas, si bien lo desmienten y sostienen que el comandante murió por efecto de un disparo de bala de su arma, la Jihad Islámica sostiene que Hamas disparó contra ese oficial dado que es uno de los activistas principales de la unidad de lanzamiento de misiles de la Jihad Islámica.
Hamas, que se sumó al gran bloque de países árabes que apoyan a los sunitas en Siria, y en especial a Egipto, aspira a mantener una buena relación con El Cairo y se opone a la violación de entendimientos de cese al fuego con Israel, alcanzados con mediación egipcia tras la operación de Pilar Defensivo. Hamas quiere construir su fuerza en la Franja y fundamentarse como legítimo gobierno que apoya el bienestar de sus ciudadanos. Por el contrario, la Jihad Islámica actúa con apoyo de Irán y Hezbollah.
Como consecuencia del apoyo iraní, es comparable ahora el depósito de misiles de la Jihad Islámica en Gaza al depósito de misiles de Hamas e incluso lo supera. Ese fenómeno surge de dos motivos: uno, las FDI logran repeler una parte considerable de los envíos de armas a la Franja y por eso también Hamas y la Jihad islámica se ven obligados a sostenerse especialmente en la producción propia de misiles. Sin embargo, la Jihad Islámica cuenta ahora con más dinero y orientación para mantener la producción de misiles en relación a Hamas.
La competencia entre esas organizaciones y la tensión entre ellas debido al conflicto en Siria y la fidelidad hacia Irán, son las que provocaron, a la noche, según parece, los disparos hacia el Negev. La Jihad Islámica, si bien no tomó responsabilidad, anunció que interrumpe sus relaciones con Hamas y eso significa que no se ve a sí mismo comprometido con los acuerdos alcanzados tras la operación de Pilar Defensivo.
Nosotros vemos, cómo la guerra civil en Siria y especialmente su aspecto religioso-étnico, navegan no sólo hacia Líbano donde combaten ahora los grupos sunitas contra Hezbollah debido a la guerra civil en Siria, sino también hacia Irak, Turquía y Jordania. La rebelión siria, de continuar, podría provocar fenómenos parecidos que se verán agravados en toda la región.
Fuente: Ynet