viernes, 28 de junio de 2013
Pinjas(Números 25:10-30:1)
Pinjas(Números 25:10-30:1)
Credibilidad y Respeto
En la parashá de esta semana, Moshé explica las leyes de herencia en relación al futuro reparto de la tierra de Israel, y cinco hermanas – huérfanas de su padre, Tzelofajad – desafían un aspecto de las leyes que Moshé estaba enseñando.
Cuando pones la historia de las hijas de Tzelofajad en el contexto de su época, ésta rompe algunas preconcepciones que uno probablemente tenía. Porque pese a que la igualdad de los sexos nos parece completamente natural hoy en día, debemos recordar que el movimiento feminista comenzó hace apenas 100 años. Antes de eso, por miles de años las mujeres no pudieron expresar su opinión ni desempeñar rol o posición alguna en la sociedad.
Teniendo esto en mente, pensemos en lo que les ocurrió a las hijas de Tzelofajad.
Para cinco jóvenes mujeres que no venían de ningún linaje particular, el hecho que les permitiesen obtener una audiencia con el líder del pueblo parecía ser algo impensable. El simple hecho de que ellas cuestionaran el juicio de Moshé pareciera ser algo imposible. Y que él estuviese de acuerdo con ellas era algo que simplemente no podía pasar.
Además del respeto por las mujeres – que estaba a años luz por sobre su época – quiero destacar otra cosa. Incluso después de que ocurrió tal episodio, el hecho que éste fuese escrito en el libro histórico del pueblo era algo absolutamente inimaginable. ¡¿Cómo podría Moshe mantener su credibilidad como juez si cinco jóvenes mujeres sabían la ley mejor que él?!
Uno de los tantos aspectos de la Torá que me suelen impresionar es la honestidad de ésta. El Autor de este libro no tenía nada que esconder y nada que probar. Las leyes son un desafío constante. Las historias no siempre muestran de forma positiva ni siquiera al más grande de los personajes. No hay temor de enojar u ofender a nadie. Alguien que parece estar tan desinteresado en convencer a su audiencia de que él es Dios debe ser alguien que tiene mucha confianza en que él realmente sí es Dios.