lunes, 24 de junio de 2013
Ser comandante: un cargo alucinante y lleno de grandes experiencias-
FUERZAS DE DEFENSA DE ISRAEL
La Sgto. Noa Goren, nos cuenta su experiencia como comandante en el Ejército israelí, donde combina disciplina con capacitación y moral para integrar a los nuevos inmigrantes que se enrolan en las FDI dentro del ejército y de Israel.
"Después de mi entrenamiento básico llegué a Mijve Alon”. "Me puedo definir como una chica que no va necesariamente con la corriente y que siempre quiere exponer sus pensamientos, amante del arte y que su principal ocupación en el entrenamiento básico fue pasarla bien, pero sin embargo, se me asignó el cargo de comandante de nuevos inmigrantes, cuya tarea es facilitar su integración en el ejército y en Israel” . Mientras que Sgto. Noa está a cargo de la disciplina, la capacitación en la adaptación al sistema y en sionismo, otra comandante les enseñan hebreo.“Me preguntaba a mí misma - ¿voy a mandar a soldados que se alistan ya siendo padres, graduados e incluso con doctorado? Estas personas lo dejaron todo y se fueron de sus países para vivir en Israel, ¿y yo pretendo mandarlos?”.
De todas formas, tanto para los israelíes que han nacido en el país y han escuchado del ejército a lo largo de toda su vida, como para los nuevos inmigrantes, ningún comienzo es fácil y llegan los primeros días asustados. "Yo tenía que averiguar por dónde empezar, y de repente un flashback de Ori Agmon vino hacia mí. Él fue mi profesor que me enseñó acerca de la disciplina.´La disciplina es la base del ejército y sin ella no existe ejército´. Junto con ello, recordé una de las citas de Ben Gurion: ´La disciplina es la base de todos los ejércitos del mundo´. Teniendo en cuenta estos dos grandes referentes, el comando comenzó a crecer en mí en profundidad".
Me dí cuenta de que tenía que demostrarle a los soldados que soy una chica seria y basada en buenos valores. "Era claro para mí que ellos están obligados a obedecer mis órdenes por mi cargo - pero al mismo tiempo debo ser digna de este puesto. Después de todo, ellos se acercan a mí en busca de ayuda cuando no tienen casa o lugar para regresar los fines de semana. Ellos no crecieron aquí, y no saben cómo funcionan las cosas en Israel".
Personas que pasan, historias que quedan
Sin dudas el cargo donde se encuentra Sgto. Noa es alucinante y con grandes experiencias."¿Qué une un equipo compuesto por franceses, brasileños, rumanos y australianos - sin el lenguaje y cosas en común?". "Recuerdo a un soldado canadiense, era escritor y político. Después de terminar una clase sobre el sionismo, expresó lo importante que es ser parte de una brigada judía. Incluso meses después, me llamó ya en su puesto como combatiente en Nahal, y a pesar del cansancio y dificultades, no había olvidado por qué se había unido al ejército israelí y expresó su sentido de misión que él todavía siente. Es interesante enseñar sionismo a los que son los más sionistas".
"Tuve un soldado americano que soñaba con llegar a ser parte de la Brigada de paracaidistas. Su sueño fue dejado de lado cuando fue herido. Traté de ayudarlo, pero nada funcionó. Estaba enojado y hasta hacía huelgas de hambre. Sólo al final del curso, se dio cuenta de todo lo que intenté ayudarlo, y me envió una carta en la que decía que debería contactar con él si alguna vez necesito de su ayuda. El ciclo siguiente, me tocó un soldado que vino de la región del Cáucaso. Su madre llegaba al país, y no se le autorizó salir al aeropuesto a su recibimiento porque era al mismo tiempo de su ceremonia final. Insistió en que se le permita acompañar a su madre desde el aeropuerto hasta su casa. El soldado que he mencionado anteriormente, cuando me llamó por ayuda, nunca se puso en duda que lo iba a hacer. Con gran alegría, un comandante acompañó con una alegría inmensa a la madre y habló con ella todo el camino acerca de su hijo.
Pero no todas las historias son de color rosa. También hubo soldados que no encontraron su lugar, se decepcionaron o volvieron a su país de nacimiento. Algunos soldados les molesta el hecho de tener comandantes mujeres y dejan en claro su desprecio machista. Con el tiempo se dieron cuenta de que en el ejército israelí, a veces las mujeres son las que les enseñan a disparar y que son mejores que ellos en el campo de tiro.
Un verdadero comandante
"Para responder a la pregunta - ¿Quiénes somos nosotros que hacemos esto? - Nosotros simplemente estamos aquí, y si seguimos siendo nosotros mismos con nuestros valores de compromiso, seremos dignos de nuestros deberes. Los rangos y las trenzas no hacen el trabajo, nosotros si".
"Un verdadero comandante mantiene su carácter dentro de los términos del sistema. Un verdadero comandante es el que primero piensa en sus soldados y sólo después piensa en uno mismo