**Lo Prohibido**
Pompeya, tu mi guitarra favorita,
ven y escúchame lo que te voy a contar.
No quiero hablar de ello, pero
debo hacerlo, porque mi corazón no aguanta
tanto silencio y está a punto de
estallar.
Te cuento, que estoy enamorado, de
una mujer que no debo ni acercarme.
De una mujer que no debo amar, que
no debo mirar, y ni siquiera puedo soñar.
Como evitar el soñar, de un sueño
que es todo una melodía, que me despierta
de noche para hacerme recordar que
la veré en el nuevo día.
Que sus cabellos al viento me
traerán su perfume, su fragancia, su aroma de
mujer que pide amor y pasión.
Pompeya, mi querida guitarra. ¿
Puedes tu acaso, crear una canción para
tanta desesperación ?
Esta confesión, querida mía, no
puede salir de aquí, No puede llegar a
los
oídos de mi bien amada. Tengo
prohibido amarla y la amo, tengo prohibido
soñar con ella y sueño con ella,
tengo prohibido enamorarme y lo estoy por
ella.
Prohibir lo prohibido, que destino
fatal el mío, que destino ingrato tiene mi
futuro. ! Pero que hablo de futuro
! Mi futuro incierto será morderme los puños
hasta hacerlos sangrar y cuando
eso ocurra, bañarlos en sal.
Y que mi dolor no me deje pensar
en ésta pasión que es más dolorosa que
la sal.
Mañana, nuevamente, estaré en
misa, y nuevamente querré, en medio de la
oración, ponerme de pie y con toda
mi voz gritar:
! Sor María, deja todo, no pudo
vivir sin ti !
Mario Beer-Sheva
Pompeya, tu mi guitarra favorita,
ven y escúchame lo que te voy a contar.
No quiero hablar de ello, pero
debo hacerlo, porque mi corazón no aguanta
tanto silencio y está a punto de
estallar.
Te cuento, que estoy enamorado, de
una mujer que no debo ni acercarme.
De una mujer que no debo amar, que
no debo mirar, y ni siquiera puedo soñar.
Como evitar el soñar, de un sueño
que es todo una melodía, que me despierta
de noche para hacerme recordar que
la veré en el nuevo día.
Que sus cabellos al viento me
traerán su perfume, su fragancia, su aroma de
mujer que pide amor y pasión.
Pompeya, mi querida guitarra. ¿
Puedes tu acaso, crear una canción para
tanta desesperación ?
Esta confesión, querida mía, no
puede salir de aquí, No puede llegar a
los
oídos de mi bien amada. Tengo
prohibido amarla y la amo, tengo prohibido
soñar con ella y sueño con ella,
tengo prohibido enamorarme y lo estoy por
ella.
Prohibir lo prohibido, que destino
fatal el mío, que destino ingrato tiene mi
futuro. ! Pero que hablo de futuro
! Mi futuro incierto será morderme los puños
hasta hacerlos sangrar y cuando
eso ocurra, bañarlos en sal.
Y que mi dolor no me deje pensar
en ésta pasión que es más dolorosa que
la sal.
Mañana, nuevamente, estaré en
misa, y nuevamente querré, en medio de la
oración, ponerme de pie y con toda
mi voz gritar:
! Sor María, deja todo, no pudo
vivir sin ti !
Mario Beer-Sheva
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.