viernes, 27 de marzo de 2015

irán exige a Arabia Saudita que cese los ataques en Yemen
El ministro de Exteriores de Irán, Mohamad Javad Zarif, exigió a Arabia Saudita que cese de forma inmediata sus operaciones militares en territorio yemení contra el movimiento chií de los hutíes, y afirmó que su Gobierno no ahorrará ningún esfuerzo para controlar la crisis en el país árabe.

El ministro se expresó así en declaraciones recogidas por el canal iraní en lengua árabe Al Alam desde Lausana (Suiza), donde participa en las conversaciones nucleares de su país con el Grupo 5+1 (EE.UU, China, Francia, el Reino Unido y Rusia, además de Alemania).

Zarif señaló que los bombardeos sauditas constituyen una violación de la soberanía de Yemen y que solo conducirán a un mayor derramamiento de sangre.

Además, señaló que este "acto de agresión" no beneficiará a ningún país y que la campaña militar solamente incrementará las tensiones que se viven en la región.

"Insto a los gobiernos regionales y a los países occidentales a evitar caer en el juego de los terroristas de Al Qaeda y el Estado Islámico en Yemen", añadió.

Por su parte, el presidente del Comité de Seguridad Nacional y Política Exterior del Parlamento iraní, Aladdin Boroujerdí, consideró que estas acciones saudita tendrán un resultado negativo para su país.

"El hecho de que Arabia Saudita haya empezado una nueva guerra en la región atestigua su desprecio e irresponsabilidad hacia los asuntos del mundo islámico. El resultado de esta crisis será como un bumerán para ese país, ya que la guerra no se confina a las fronteras de un país en particular", vaticinó.

Los bombardeos sauditas se producen poco después de que éste y otros países árabes decidieran responder a la petición del presidente yemení, Abdo Rabu Mansur Hadi, de actuar militarmente para frenar el avance de los rebeldes hutíes, a quienes el Gobierno iraní considera un "movimiento popular".

Al menos trece civiles murieron a causa de los bombardeos en un barrio de Saná, la capital yemení.

Los hutíes se situaron a las puertas de la ciudad de Adén, donde el presidente yemení estableció su sede tras huir de Saná, lo que ha desencadenado esta operación regional.

Hadi, que se encuentra en paradero desconocido, había pedido tanto a la ONU como a los países árabes una intervención militar para hacer frente a la ofensiva del movimiento chií.

Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Qatar y Bahréin, miembros del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), insistieron al anunciar su campaña en que "el golpe de Estado" de los hutíes y su avance suponen una amenaza para la seguridad y la estabilidad del Yemen y de la región. EFE

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