jueves, 19 de marzo de 2015

Zona Arquelógica  / Museo Judío-MILIM CULTURAL

La ciudad de Colonia, en Alemania ha sido el hogar de la comunidad judía más antigua al norte de los Alpes. “Los judíos probablemente han vivido en esta provincia de la Baja Germania desde fines del siglo I d.N.E.  En el siglo IV constituían una comunidad grande e importante“, según comentan en el municipio.
La Municipalidad de Colonia, luego de varios años de planificación de un proyecto al que ha llamado Zona Arqueológica/Museo Judío, ha extendido un área de excavación a una superficie de más de 10.000 metros cuadrados (aproximadamente 110.000 pies cuadrados). Además de la antigua sinagoga, los visitantes que llegan, pueden ver (y conocer) medallones antiguos, dados de marfil, mármol y arcilla, huesos de animales (que arrojan luz sobre los hábitos alimentarios de los judíos de ese tiempo) y una inscripción en hebreo, en una casa privada, conteniendo instrucciones acerca de cómo las "heces deben sacadas afuera".
Los arqueólogos también encontraron innumerables pizarras con inscripciones, una de las cuales es considerada por los funcionarios del Museo como "un verdadera acontecimiento histórico" — el texto más antiguo escrito en idish y grabado sobre una piedra.
En el año 321 d.N.E  - más de 650 años antes de que los primeros judíos llegaran  a Praga - los habitantes de Colonia enviaron una carta al emperador Constantino el Grande, preguntándole si el senado de la ciudad podía admitir residentes judíos. Constantino dijo que sí. Un escaño en el Senado tenía beneficios significativos pero debía ser comprado con dinero en efectivo, de ahí el interés de los cristianos en aceptar judíos.  El Edicto de Constantino de los años 321 demuestra que los judíos han vivido en Colonia desde hace más de 1.700 años - en otras palabras, el judaísmo ha existido en Colonia al  mismo tiempo que el cristianismo. Pero, ¿dónde vivían los judíos exactamente?, no existe evidencia arqueológica que muestra una presencia judía en la ciudad antes del siglo IX, según Marcus Trier, el director de la Zona Arqueológica / Museo Judío, quien también supervisa las excavaciones actuales. "Todavía debe probarse que la existencia judía en Colonia haya sido la más antigua de Alemania", dijo. "El siglo IX sigue siendo increíblemente una época muy temprana para la presencia judía."
En la Edad Media, la antigua Sinagoga de Colonia se hallaba “en una de las más grandes juderías urbanas de aquella época”, según la página web del museo. "La Sinagoga carolingia está construida sobre una estructura clásica del siglo IV. Una parte integral del monumento es una fuente que fue utilizada de manera continua en todas las fases posteriores de la existencia del edificio. Investigaciones hechas con termoluminiscencia demuestran que fue utilizada durante 1.000 años. 
El hallazgo podría ser una demostración de que la sinagoga es aún mucho más antigua de lo que parece. La idea de construir otro Museo judío — un ambicioso proyecto que costará a las autoridades locales hasta € 40 millones, situado a pocos metros de la Catedral de Colonia, referente principal de la ciudad — tuvo su cuota de controversia. El director anterior del Museo Judío/Zona Arqueológica fue enviado a casa después de que acusó públicamente a los opositores del proyecto de antisemitismo. Los líderes de la comunidad judía local — que apoyan el proyecto pero que insisten en que no es necesario — sienten que al público en general, por no hablar de algunos políticos de extrema derecha, no les gusta la idea de  la existencia de un gran Museo Judío en el antiguo barrio históricode la ciudad — especialmente uno que demuestra que los judíos han estado viviendo en Colonia durante siglos.
Este sitio de la antigua sinagoga de la ciudad - excavada en una plaza del centro de Colonia,  y las restantes ruinas de 700 años de edad, y la antigua mikve o baño ritual adyacente a la sinagoga, dentro de pocos años, serán visibles para los visitantes en lo que promete convertirse en uno de los museos más fascinantes de la historia judía antigua y medieval de Europa. Los visitantes podrán ver la base original de la bimáh, y una reconstrucción moderna de la misma, además de muchas otras reliquias que se encuentran en el barrio judío medieval de Colonia.
 En algún momento entre 1267 y 1349, Samuel Bar Zelig grabó su nombre en la bimáh (la plataforma desde la cual el cantor dirige la oración y lee la Torá) de la sinagoga local.  Ahora los arqueólogos llaman Samuel a esta manera de garabatear los antiguos grafitis que hallaron y que es sólo una de las innumerables reliquias que había allí - y que actualmente todavía están siendo halladas en estas excavaciones.  Se han encontrado pizarras que fueron utilizadas básicamente como bloc de notas de la comunidad judía antes de 1349. Wiehen les dijo a The Times of Israel, durante una reciente visita al sitio de la excavación que "fueron utilizadas para practicar escritura y también para los textos literarios, textos religiosos y poesía, también para dibujos y garabatos. Y  es posible  que el texto  más antiguo del mundo escrito en Idish – haya sido encontrado aquí."
La pizarra a que se está refiriendo parece contener un cuento sobre un atrevido caballero, escrito en una idish temprano con letras hebreas. "Nuestro experto en estudios judíos que está  trabajando con esto, está muy emocionado", dijo Wiehen. "Esto es algo realmente asombroso, en la Edad Media, las sinagogas eran frecuentemente usadas como aulas. En esta casa de oración en particular, en el corazón de Europa, los niños aparentemente treparon en las sillas y las mesas para escribir sus nombres siempre que podían, Wiehen explicó. "En esencia, escribieron algo así como" yo estuve aquí.”  “Al parecer, los niños aprendieron y jugaron allí, y evidentemente también se divertían en ese lugar, " dijo Michael Wiehen, un arqueólogo del municipio de Colonia.  
Se han encontrado más de 700 fragmentos de la antigua sinagoga, que permiten a los arqueólogos reconstruir la bimá. "Probablemente fue creada hacia 1280 por los trabajadores franceses que trabajan en la catedral de Colonia, lo que hace de esta Bimah un testimonio único de la cohabitación de judíos y cristianos en ese momento".
Las excavaciones, justo en el medio de la plaza del ayuntamiento de la ciudad, generan un enorme  interés en el público. Los hallazgos, muchos de los cuales serán mostrados al público, muestran  la dolorosa historia de persecución, según Trier, director del museo. "Tenemos piezas del mobiliario de la sinagoga que demuestran los daños que sufrieron con la quema y devastación, el asesinato y la destrucción total de un barrio", dijo.  Además fueron halladas pizarras quemadas en las hogueras del pogrom, los arqueólogos también desenterraron monedas que fueron claramente ocultadas por sus propietarios cuando se disponían a escapar de la multitud enfurecida. Un pendiente de oro adornado fue escondido por sus dueños justo antes del pogrom de 1096, durante la Primera Cruzada. Fue redescubierto sólo ahora y ocupará un lugar prominente en el nuevo museo.
El museo no ocultará los lados oscuros de la historia, pero también mostrará el nivel de convivencia pacífica que prevaleció en otros tiempos, dijo Trier. "Durante años, muchas décadas, siglos,  la comunidad judía era una parte vibrante de esta ciudad." En el museo, los visitantes podrán ver las ruinas reales de las casas donde vivían las familias judías medievales. Más que eso, aprenderán  mucho sobre las familias que vivían allí - sus nombres, cómo vivían y cuáles eran las profesiones que tenían. "Encontramos listas con nombres y pagos pendientes de una panadería,"  contó el arqueólogo Wiehen, dando sólo un ejemplo de los muchos hallazgos que ilustran sobre la vida judía medieval en Colonia.
Un artefacto particularmente interesante desenterrado cerca de la antigua sinagoga es una tableta de piedra con una inscripción en hebreo, que, en el exterior parece totalmente común.  Dice así: "Esta es la ventana por la que las heces deben ser sacadas" Según Haaretz, el diario israelí que informó primero sobre el hallazgo en 2012, la tableta fue "colocada encima de una ventana tapiada en el sótano de la Casa Lyvermann, que fue construida alrededor de 1266 y pertenecía a una familia judía adinerada que vivía muy cerca de la sinagoga ". El Prof. David Assaf de la Universidad de Tel Aviv, dijo al periódico que "una inscripción grabada tan graciosa nunca ha sido encontrada en ningún lugar, ni antes ni después...” También dijo que la inscripción también es significativa porque demostró que el hebreo era una lengua viva entre los judíos medievales.

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