viernes, 10 de julio de 2009

TERMINEN LA PELEA CON ISRAEL‏


By Jackson Diehl
Lunes, 29 de junio, 2009

La sacudida en Iran ofrece a la administracion Obama un sinfin de nuevas oportunidades politicas. No la menor de ellas es una oportunidad para escurrirse del rincon en el cual se ha pintado a si misma en el proceso de paz arabe-israeli.
El President Obama comenzo con una amplia estrategia de presionar simultaneamente a Israel, los palestinos y los estados arabes para dar pasos concretos hacia la paz. Para el tiempo que los iranies tomaron las calles, el habia permitido que un frente amplio fuera cerrado a un solo punto: un punto muerto con el gobierno israeli de Binyamin Netanyahu sobre si "el crecimiento natural" debia ser permitido en los asentamientos judios fuera de los limites de Israel de 1967.
Presionar a Israel tenia sentido, al principio. La administracion correctamente entendio que Netanyahu, un derechista que asumio el cargo con la clara intencion de posponer indefinidamente cualquier arreglo israeli-palestino, necesitaba sentir algo de calor publico desde Washington para cambiar su posicion-- y que la muestra de musculos agregaba credibilidad a las demandas de la administracion que los lideres arabes ofrecieran sus propios gestos. Pero, comenzando con una declaracion de la Secretaria de Estado Hillary Rodham Clinton en mayo, la administracion cometio el error de insistir en que un "congelamiento" de los asentamientos israelies-- un termino que las tres ultimas administraciones acordaron en definir vagamente-- debe significar un freno total para toda construccion en Cisjordania e incluso Jerusalem Este.
Esta posicion absolutista es una perdedora por tres razones. Primero, ha permitido a los lideres palestinos y arabes abstenerse de los pasos que les fueron pedidos; ellos afirman estar esperando por el "congelamiento" de los asentamientos incluso mientras ellos saborean calmamente una rara batalla publica entre Israel y EEUU. Segundo, el objetivo de la administracion-- lo que sea que amerite-- es inobtenible. Ningun gobierno israeli jamas ha acordado con un congelamiento incondicional, y ninguna coalicion podria ser reunida desde el actual parlamento para imponer uno.
Por ultimo, la extraccion de un congelamiento por parte de Netanyahu es, como tema practico, innecesaria. Aunque la posterior expansion de asentamientos necesita ser torcida, tanto la Autoridad Palestina como los gobiernos arabes han estado junto con los tratados previos americano-israelies por los cuales la construccion debia estar limitada dentro de la periferia de los asentamientos cercanos a Israel--ya que todos saben que aquellas areas seran anexadas por Israel en un acuerdo final. Antes de la conferencia de paz de Annapolis de 2007 organizada por la administracion Bush, Arabia Saudita y otros participantes arabes acordaron con lo que un ex alto funcionario llamo "la prueba Google Earth"; si los asentamientos no se expandian visiblemente, era suficientemente bueno.
Netanyahu, cuyas pobres relaciones con Washington contribuyeron a su salida del cargo durante un mandato previo como primer ministro, ha sido relativamente rapido para llegar. En las ultimas semanas el ha dado un discurso en el cual el acordo por primera vez con un estado palestino. En Cisjordania, Israel esta quitando los controles camineros militares, dejando cuatro pueblos mas a las fuerzas de seguridad palestinas y tomando los primeros pasos para quitar los asentamientos que estima ilegales. Mientras tanto, enviados del gobierno-- liderados por el Ministro de Defensa Ehud Barak, que estara hoy en Washington-- han estado ofreciendo varias formulas de compromiso.
Curiosamente, sin embargo, la administracion-- liderada por el Departamento de Estado-- continua aumentando las apuestas. Clinton se salio de su camino el 17 de junio para desconocer cualquier acuerdo entre la segunda administracion Bush e Israel sobre "crecimiento natural" en algunos asentamientos. En un informe de prensa el lunes pasado, el vocero del Departamento de Estado, Ian Kelly respondio a una pregunta diciendo que la administracion se oponia a la nueva construccion en todas las areas "a traves de la linea verde" en Jerusalem-- una definicion que prohibiria la construccion israeli en areas tales como el barrio judio de la Ciudad Vieja.
El resultado de tal postura es que la administracion ahora enfrenta una opcion entre una prolongada confrontacion con Israel-- una extraña aventura dados los desafios urgentes desde Iran e Irak, sin mencionar el desorden del campo palestino-- o un compromiso, el cual podria hacer a Obama verse debil y proveer a los estados arabes causas posteriores para rechazar cooperar. La Casa Blanca, se me dijo, continua esperando que Netanyahu acepte una moratoria en la construccion, con un tiempo limite y quizas una renuncia para algunos edificios en construccion. Pero en este punto algun daño probablemente sea inevitable: Si Barak y el enviado para Medio Oriente George J. Mitchell concuerdan sobre cualquier formula lejos de aquella expresada por Clinton y su vocero, los medios arabes la publicitaran como un colapso de Obama.
El mejor curso no obstante reside en sorprender con un rapido acuerdo con el izquierdista Barak esta semana bajo la cobertura del tumulto en Teheran. La administracion podria entonces volver a hacer lo que intento hacer hace tanto: presionar tanto a los palestinos como a los israelies, gobiernos amistosos arabes y no tan amistosos clientes iranies tales como Siria para tomar pasos tangibles hacia un acuerdo regional. Tal movimiento seria un complemento perfecto para la causa de cambio en Iran; cuan tonto seria despilfarrarlo por un puñado de casas de departamentos israelies.
Fuente: The Washington Post
Foto: Construccion en el asentamiento judio de Maaleh Adumim cerca de Jerusalem este mes.

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