El peligro de tener ideas libres‏

Por: Ayaan Hirsi Ali
Fuente: EX LEGISLADORA HOLANDESA
En su reciente discurso en El Cairo, el presidente Obama prometió crear un nuevo fondo para apoyar el desarrollo tecnológico en los países de mayoría musulmana para contribuir a la transferencia de ideas a los mercados para que éstos puedan generar más empleos. ¿Es consciente de que la transferencia de ideas también crea oportunidades para que el Comité para la Promoción de la Virtud y la Prevención del Vicio en Arabia Saudita castigue la práctica de las ideas antiislámicas?

Esa pobre chica de Qatif, Arabia Saudita, que fue condenada a azotes luego de que siete hombres la violaran, había sucumbido a la nueva idea de flirtear por teléfono celular. En el Reino, todos los viernes se perpetran castigos crueles. A los sospechosos de robo -en su mayor parte trabajadores inmigrantes pobres- se les amputan las manos.
Cuanto más oscura tenga la piel un hombre -y sobre todo una mujer- en Arabia Saudita, peores son las circunstancias en que vive. En el Reino, lo negro se considera inferior. Los hombres y mujeres condenados por adulterio, apostasía, traición y otros "delitos" son decapitados. Miles de mujeres se pudren en las cárceles sauditas o se las azota a diario por actos como mezclarse con los hombres, vestirse de forma inadecuada, fornicar y mantener relaciones virtuales por Internet o teléfonos celulares.
El impulso a la alfabetización de las niñas, algo a lo que el presidente Obama quiere contribuir, es una causa noble. Sin embargo, a menos que se eliminen las leyes de la sharia, van a ser más las jóvenes que sufran azotes que las que estudien y hagan una carrera.
Barack Obama, un presidente histórico en un momento histórico, tiene muchas propuestas para el islam. Ojalá llevara a cabo una cumbre de lectura donde de verdad "nos habláramos abiertamente de las cosas que sentimos más cercanas al corazón y que sólo se dicen a puertas cerradas". Para muchos de los que nacimos en el Islam, decir esas cosas abiertamente puede llevarnos a la cárcel o a la tumba.

Fuente: Diario Clarin