domingo, 26 de julio de 2009

NO ME LLAMEN‏


By AMNON RUBINSTEIN

Un estudiante mio en una clase de multiculturalismo estaba escribiendo un documento sobre cultura hispanica en los EEUU. El articulo definitivo sobre el tema fue publicado por el Prof. David Branwell de la Universidad Nacional de Irlanda, entonces mi estudiante le envio e-mail a Branwell preguntando si su posicion sobre la educacion bilingüe en America continuaba no alterada, a lo que el profesor contesto: "Lo lamento, nosotros impusimos un boicot academico a Israel en la epoca de la invasion israeli a Gaza."
Yo, tambien, envie e-mail a Branwell preguntando acerca del organismo que impuso el boicot y si hay alguna condicion bajo la cual este terminaria. Continuo esperando una respuesta- a menos que el boicot se aplique tambien a la informacion relevante sobre el. Estan por supuesto todas las otras preguntas sin contestar: donde estuvieron los profesores irlandeses cuando los civiles israelies eran constantemente bombardeados durante ocho dolorosos años desde dentro de Gaza? Y donde estan ellos ahora con respecto a Gilad Schalit- contra quien una variedad de crimenes de guerra estan siendo perpetrados? Pero para mi el hecho que un distinguido profesor rechace contestar un requerimiento de un estudiante es la mejor evidencia de la naturaleza nociva de estos boicots: no solo son parcializados e intolerantes, sino que el mismo concepto de un boicot academico es una contradiccion de terminos. Toda la idea de la libertad academica es de un libre intercambio de conocimientos e informacion; rechazar contestar un requerimiento de un adulto testifica la profundidad del odio que motiva al boicot irlandes. Este hecho de la vida no esta hecho mas facil por el conocimiento que los judios e israelies son parte de esta campaña de odio. Efectivamente, uno no puede pensar en ningun otro pais- incluyendo las brutales dictaduras- contra el cual tan no mitigada campaña de discurso venenoso es dirigida.
Debe Israel responder a tales boicots? O debe relegarlos al tacho de basura de la historia del prejuicio? Reaccionar al boicot puede atraer la atencion hacia sus perpetradores pero no hacer nada puede alentar la expansion de este fenomeno. Quizas la mejor, y natural, respuesta es cortar los vinculos academicos con cualquier institucion de enseñanza superior que adopte una politica de boicot contra los academicos israelies: "Si no quieres hablarme, no te hablare."
Esta respuesta no debe ser iniciada por el gobierno ya que realmente es un tema academico. En cambio, debe ser emprendido por las mismas universidades o a traves del Consejo de Educacion Superior. Los nombres de instituciones y academicos que participan en este boicot deben ser publicados, asi ellos no seran invitados a conferencias en Israel o disfrutaran de otros beneficios de cooperacion academica con profesores israelies e instituciones de enseñanza superior. De hecho, mi respuesta personal a mis boicoteadores es: No me llamen, yo no los llamare.
El autor es un profesor de Derecho en el Centro Interdisciplinario Herzliya (Israel), ex Ministro de Educacion y Miembro de la Knesset, asi como el receptor del Premio Israel en Derecho [www.amnonrubinstein.org].
Fuente: The Jerusalem Post

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