El caso del Parque Acuático de Gaza,

El caso del Parque Acuático de Gaza,

Mi Enfoque #374, 1 de julio, 2011, por David Mandel, www.mandeldavid.com


El Parque Acuático de Gaza, llamado Crazy Water Aqua Fun Park, fue construido a un costo de dos millones de dólares, por un grupo de inversionistas palestinos que incluían a un ex–ministro de economía de Hamás. Lo inauguraron en el mes de mayo del año 2010, y, durante sus primeros cuatro días, más de dos mil familias lo visitaron.



El parque, vecino a un club ecuestre, tenía tres grandes piscinas, un canal de 100 metros de largo, tres enormes toboganes, laguitos con botes a pedal, un restaurante y un café. Las mujeres visitantes estaban autorizadas a fumar en público, como excepción de la ley que les prohíbe hacerlo en Gaza.



El boleto de admisión costaba 10 shekels, (en Gaza usan la moneda israelí) equivalente a $2.50. El uso del tobogán costaba 5 shekels y el ingreso a las piscinas otros 20 shekels.



El parque tenía cerca de 200 empleados, incluyendo a 80 que trabajaban en mantenimiento y en el restaurante. El sueldo promedio era de $300.oo mensuales, lo cual en Gaza es considerado buena paga.



Cuatro meses después de su inauguración, en agosto del 2010, las autoridades de Hamás clausuraron el parque por tres días por haber transgredido la prohibición de que hombres y mujeres se entremezclen. Pocas semanas después, Hamás cerró el parque por 21 días.



El 19 de setiembre del 2010 cuarenta enmascarados incendiaron los edificios del parque y destruyeron los toboganes y las piscinas. El parque fue clausurado. Las autoridades de Hamás dijeron que investigarían el incidente, y eso fue lo último que se escuchó al respecto.



Es una pena que el parque ya no existe. Los activistas de la Flotilla, si consiguen llegar a Gaza, podrían haber disfrutado de una saludable y refrescante diversión como compensación a sus esfuerzos para aliviar la crisis humanitaria de Gaza.



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