domingo, 17 de julio de 2011

LOS PALESTINOS NO PUEDEN ACEPTAR MENOS QUE EL 100%

Por Khaled Abu Toameh
12 de julio 2011 a las 7:00 am


Los palestinos estan divididos hoy en dos bandos - uno que es radical y otro que es menos radical -- o "moderado" en las palabras de Occidente.

El bando radical está encabezado por Hamas y otros grupos extremistas, como la organización Jihad Islámica.

El mensaje de este bando es el siguiente: Queremos el 100% de todo y no haremos ninguna concesión a Israel. Nosotros queremos toda la tierra, desde el Mediterráneo hasta el río Jordán. Nosotros queremos reemplazar a Israel con un estado islámico donde los judíos que lo deseen puedan vivir como una minoría.
No tiene sentido hablar de la posibilidad de negociar la paz con este bando radical, especialmente en tanto su objetivo declarado es eliminar a Israel -- no hacer las paces con ella.

De lo único que Israel podría hablar con los radicales es sobre cómo y cuándo desmantelar el estado judío y enviar a los israelíes a Europa, Rusia, EEUU y sus países de árabes de origen.
El bando menos radical, encabezado por la OLP y una minoría de palestinos laicos, también está diciendo que quiere el 100%, pero sólo de las líneas anteriores a 1967 -- significando la totalidad de Cisjordania, la Franja de Gaza y Jerusalem oriental.
Como los radicales, el bando "moderado" también está diciendo que no hará y no puede hacer concesiones algunas a Israel en sus demandas territoriales.
Con tales posiciones, es difícil ver cómo el proceso de paz podría conducir a nada positivo. Los radicales no quieren negociar con Israel porque ellos no reconocen su derecho a existir y creen que debería ser borrada de la faz de la tierra. Los llamados moderados dicen que están listos para volver a la mesa de negociaciones, pero sólo si Israel se compromete por adelantado a darles el 100% de sus demandas.

Sin embargo, el problema central es que incluso si Israel acepta todas sus demandas, ningún bando está dispuesto a comprometerse a poner fin al conflicto. Esta es básicamente la razón por la que la cumbre de Camp David del 2000 falló - porque Yasser Arafat no estaba preparado para firmar cualquier documento que pida el fin del conflicto, aún después de un acuerdo de paz alcanzado entre Israel y los palestinos.

Además, ningún líder palestino "moderado" se atrevería a firmar un documento por miedo a ser denunciado por su pueblo - y el resto de los países árabes e islámicos - por haber "vendido" a Israel renunciando al reclamo a toda la tierra.

Debido a que el bando menos radical sabe que Israel no quiere y no puede aceptar todas sus demandas, ellos han decidido quedarse fuera de las conversaciones de paz. Ellos en cambio han elegido negociar con la comunidad internacional sobre el establecimiento de un estado palestino. Es por eso que ellos prefieren negociar con Francia, Alemania, Gran Bretaña y los países sudamericanos sobre la solución de dos estados.

La Autoridad Palestina, que hoy representa al bando menos radical, está esperando que la comunidad internacional de a los palestinos lo que Israel no les está dando en la mesa de negociaciones. El objetivo del liderazgo de la Autoridad Palestina es internacionalizar el conflicto con la esperanza de imponer una solución sobre Israel. Esta es la razón principal por la que han decidido ir a la ONU en septiembre con la petición de reconocer un estado palestino a lo largo de las líneas anteriores a 1967.

La ONU puede aprobar la solicitud de la Autoridad Palestina. Pero los palestinos sólo tendrán un estado en el papel - en la forma de otra resolución insignificante de la ONU. La única manera de lograr un estado es a través de negociaciones con Israel, les guste o no Israel a los palestinos.

Y los palestinos tienen buenas razones para ser optimistas respecto a las negociaciones con Israel. Una mayoría de los judíos, de acuerdo con varias encuestas de opinión pública, creen en la solución de dos estados. El único debate dentro de Israel hoy no es si debe haber un estado palestino, sino la cantidad de tierras que obtendrán los palestinos.

Por lo tanto, sería prudente que, Mahmoud Abbas, se abstuviera de presionar a Israel contra el rincón a través de su intento sobre la condición de estado, y accediera a regresar de inmediato a la mesa de negociaciones.

Por otra parte, debe advertirse a Abbas que su iniciativa de septiembre podría ser contraproducente para los palestinos y perjudicial para la solución de dos estados. Tal iniciativa no sólo dañaría las relaciones de los palestinos con Estados Unidos y la mayoría de los países de la Unión Europea, que se oponen al plan del estado; estas partes también han dado a entender que la ayuda financiera a los palestinos se vería afectada si Abbas insiste en seguir adelante con su plan. Los palestinos serían responsables de sabotear el proceso de paz al embarcarse en una medida unilateral en violación de los Acuerdos de Oslo.
Eso es lo que la Autoridad Palestina diría. Los americanos y europeos no están de acuerdo y es por eso que están instando a los palestinos a regresar a las negociaciones. Agreguen a esto el hecho que Israel ha expresado reiteradamente su deseo de reanudar las conversaciones de paz.



Fuente: Hudson New York- Traducido por Marcela Lubczanski especialmente para el blog de OSA Filial Córdoba

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