viernes, 13 de marzo de 2015

De la columnista del portal liberal Elaph, Suha Al-Jundi.
Con motivo del Día Internacional de la Mujer, la columnista del portal liberal Elaph, Suha Al-Jundi, describe con ironía las diversas leyes y costumbres islámicas sobre las condiciones de vida a la que esta sujeta la mujer en el Islam.
Cortesía de PorIsrael.org y Doris Lustron
Fuente: Memri.org
MEMRI - The Middle East Media Research Institute
Extractos de su artículo: [1]
“Me gustaría celebrar la elevada condición que el Islam le ha concedido a la mujer y el gran respeto que tiene por ella, el cual es manifestado de las siguientes maneras:
“1. El testimonio de una mujer tiene la mitad del peso que el de un hombre, ya que ella es débil mental y sus emociones la gobiernan. Por lo tanto, para que su testimonio sea aceptado, debe hallar otra mujer que haya sido testigo del crimen [a fin de corroborar su historia]. De lo contrario, debe quedarse en casa y permanecer en silencio, en lugar de decir la verdad [sobre lo que sabe].
“2. El Islam le otorga al hombre la tarea de apoyar a su esposa e hijos, [si esté casado o divorciado]. Es por eso que no vemos filas de hijos de mujeres llamando a las puertas de los tribunales durante años, [sólo] para que las divorciadas, e incluso aquellas que no están divorciadas, reciban el dinero al cual ellas y sus hijos tienen derecho. Esto, de acuerdo al versículo “y apóyalas de acuerdo a tus medios” [Corán 65:7], del cual todos los hombres son cuidadosos de cumplir [incluso] sin ser forzados por los tribunales – ya que los hombres son piadosos y no escatimarán [apoyar] posiblemente a sus hijos de la avaricia, o pretendan estar financieramente angustiados. Eventualmente la madre y sus hijos reciben [sólo] unos cuantos dirhams, porque eso es todo lo que el hombre puede [aportar]…
“3. Un hombre puede tener cuatro esposas, incluso si su salario es escaso y sus habilidades (físicas) limitadas. Eso es simplemente la naturaleza de los mamíferos que viven en manadas de un macho y varias hembras. La ley religiosa debe conformarse a esta naturaleza.
“4. La herencia de una mujer es la mitad de la del hombre. ¿Por qué? Porque al hombre se le dicta que debe apoyar a [la familia], mientras la mujer se sienta en casa con su kit de maquillaje y se gasta su mesada en moda y cosméticos. Este [reclamo] no tiene en cuenta lo que ocurre en la práctica: la mujer trabaja y apoya a su familia, e incluso a veces tiene que realizar un segundo trabajo. No crean que las estadísticas, son engañosas y parcializadas.
“5. El divorcio en el Islam es muy simple. El Islam no obliga a una mujer a permanecer atada a la familia a la que ella ha dedicado su vida a establecer. El hombre puede divorciarse de ella con una palabra hablada o escrita, o incluso con un gesto, si es sordo o está paralizado. Para asegurarse de que deje el hogar rápidamente, el Islam si le otorga cualquier derecho por los frutos de sus esfuerzos y labores. Si su marido se [digna] a darle la parte a la que está obligado a pagarle en caso de divorcio, ella deberá tomarlo y darle las gracias a su honorable esposo por su generosidad.
“6. La mujer debe poseer un tutor: su padre, su hermano, o [si no se dispone de uno] su tío por parte de su padre, o por parte de su madre, o algún otro de sus familiares varones con los que tiene prohibido casarse. Ella no puede solicitar documentos oficiales tales como una cedula de identidad o un pasaporte sin el consentimiento de su tutor, y no puede viajar o casarse sin su permiso.
“7. [El Islam] obliga a una mujer a llevar puesto un hijab al minuto en que llega a la pubertad, incluso si sólo tiene diez años. Esto, con el fin de proteger a la mujer y su castidad, y asegurarse que los hombres no sean excitados y no se disemine el libertinaje. Si la mujer sufre de deficiencia en vitamina D como resultado de una exposición insuficiente a la luz solar, debe tomar cápsulas de aceite de pescado. Si no puede encontrar ninguna, Alá la recompensará doblemente por su capacidad para soportar sufrimiento.
“8. Si un hombre convoca a su esposa a tener relaciones sexuales con él y ella se niega, los ángeles la maldecirán, aunque [se niegue porque] su marido no la respeta, no la hace sentir querida y segura, o porque este huele mal.
“9. Si un marido es respetuoso su esposa puede ser rebelde (aunque esto sea sólo temor que aún no se ha materializado), este debe advertirle. Si ella no se arrepiente debe echarla fuera de la casa, y si ella [todavía] no se arrepiente debe golpearla. Esto, aunque ella sea más inteligente y tenga más conocimientos que él, o si su salario es más alto y ella contribuye más con los ingresos familiares.
“10. Al Islam le preocupa que la mujer descanse lo suficiente, por lo que la exime de trabajos sensibles como ser juez. Esto, [para asegurar que] ella permanezca en silencio en su casa y tenga tiempo para criar a sus hijos, sirva a su marido y mantenga a la familia unida – incluso si ha escrito trabajos académicos y estudios sobre este tema.
“11. Sólo tres cosas – una casa, una bestia de carga y una mujer – pueden considerarse como [fuentes de] mala suerte Es un gran honor para la mujer ocupar esta posición sensible e importante…
“12. Si un perro, un burro o una mujer pasa por delante de un hombre cuando está orando, su rezo es nulo y sin efecto. Esto, porque la mujer es hermosa y atractiva, y hace que este se excite…
“A todas [mis compañeras] mujeres oprimidas, feliz año nuevo”.
Nota al final:
[1] Elaph.com 8 de marzo, 2015.
Cortesía de PorIsrael.org y Doris Lustron
Fuente: Memri.org
MEMRI - The Middle East Media Research Institute
Publicada en www.identidades.com.ar

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