martes, 11 de noviembre de 2008

Gaza, la tregua a cualquier PRECIO


El Hamás desea que la tregua continúe, e Israel también está a favor de la prolongación de la tregua con los palestinos.
Se trata de la ola más grave de violencia desde hace cinco meses. El Hamás acusó al estado hebreo de haber violado el alto el fuego mientras que su ala armada prometía una “respuesta sin piedad”.A consecuencia de una información que anunciaba un inminente ataque del Hamás, el ministro de Defensa Ehud Barak y el jefe de Estado Mayor, Gaby Ashkenazi, decidieron lanzar la primera operación importante desde el comienzo de la tregua en junio de 2008.En la noche del martes al miércoles 5 de noviembre, fuerzas especiales de Tzahal penetraron en el centro de la Franja de Gaza, a unos metros de la frontera israelí, cerca del campo de refugiados de Al-Bureij. El objetivo de esta incursión consistía en destruir un túnel cavado por el Hamás que llevaba hacia el territorio israelí y debía servir para secuestrar soldados o civiles israelíes. Seis terroristas palestinos, entre ellos cinco lanzadores de misiles, encontraron la muerte durante esta operación.
Los responsables israelíes no tuvieron otra opción. El riesgo de eludir la tregua era preferible al secuestro de otros soldados israelíes que bloquearían definitivamente las posibles negociaciones. Para preservar la tregua, Israel puso de manifiesto que había aprendido las lecciones del secuestro de Guilad Shalit…
Preocupado por prolongar la tregua, los palestinos del Hamás no quisieron asumir la responsabilidad de los lanzamientos de misiles sobre Israel. En Gaza, se presenta oficialmente a la Yihad islámica como responsable de las represalias, sin por ello desolidarizarse. El Hamás debe seguir mostrando su capacidad para reinar en Gaza sobre las otras facciones. Debe mostrar su capacidad “para resistir”, pero sueña también con convertirse en un interlocutor para la próxima administración americana.
Recordemos que durante su visita en Israel a finales del mes de julio de 2008, Barak Obama viajó a Sderot. Entonces, había recordado el derecho de Israel a defenderse de los ataques del Hamás contra las poblaciones civiles. Es también desde Sderot que el candidato a la Casa Blanca había dado un discurso sobre los peligros de una Irán nuclearizada. En este sensible contexto, si se habla de negociaciones de paz en Oriente Medio, el equilibrio se basa en el terror recíproco y sigue siendo muy frágil. Si no hay otra política que la de “la tregua a cualquier precio”, conviene recordar que el precio de la tregua corre el riesgo de aumentar para Israel, al igual que para el Fatáh de Mahmud Abbas. Desde hace 150 días, cuando se decidió la tregua, el Hamás se rearma y se organiza. Desde este punto de vista, el caso de Gaza no es único. A pesar de la voluntad de los Sirios de querer abrir negociaciones de paz con Israel, es necesario recordar que Siria sigue enviando armas al Líbano, con destino el Jizballah. En este sentido, observamos con agrado el reportaje de Georges Malbrunot publicado en “Le Figaro” del pasado jueves 6 de noviembre, raro y precioso testimonio sobre el tráfico de armas que continúa, bajo la mirada impotente de las autoridades libanesas, y de las fuerzas de la ONU.
Esta noche, pensamos en Guilad Shalit, soldado de Tzahal, secuestrado por el Hamás desde hace 866 días fuente guysem.com

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