martes, 23 de junio de 2009
En Yemen, la comunidad judia lucha por su supervivencia
Una keffieh beige sobre la cabeza puede disimular la kippa, Yéhia Moussa llego en familia a la cita fijada en el parque Asser que arrive en famille au rendez-vous fixé dans le parc Asser, con vista a Sanaa. El es el rabino de la minuscula comunidad judia de la capital yemenita: doce familias obligadas a vivir recluidas dentro de un "complejo turistico" cuidado por la seguridad publica, despues que ellos fueron atacados en su aldea de al-Salem, al norte de Yemen. Fue en diciembre de 2004. «Ya no nos querian mas alli», recuerda, amargado, Yéhia, 30 años, padre de cuatro hijos. Los rebeldes de la minoria zaidi (chiita) nos acusaron de ser respaldados por el ejercito del presidente, Ali Abdallah Saleh, a quienes ellos enfrentaban entonces.
Despues de decenios de coexistencia relativamente armoniosa con sus vecinos musulmanes, todo cambio cuando hombres enmascarados enviaron una carta amenazante al rabino: «Despues de vigilancia precisa sobre los judios de al-Salem, quedo en claro que ellos actuan al servicio del sionismo mundial.» Y añadieron una advertencia de un ultimatum de diez dias para preparar las valijas. Finalmente, los judios de al-Salem fueron evacuados a la cercana ciudad de Saada y, un mes mas tarde, en helicopteros militares a su minighetto de Sanaa, frente a la Embajada americana.
«Aqui, al menos, nos sentimos seguros», dice Souleiman, el viejo padre de Yéhia. Pero despues, la mayoria perdio su trabajo. Y cinco años despues, sus bienes no siempre fueron restituidos. Los 57 judios de Sanaa, religiosos en su mayoria, viven literalmente en gotas: todos los meses, la presidencia de la Republica les otorga el equivalente de 18 euros a cada uno de ellos y ofrece algo de alimento a las familias.
Nueve siglos antes de Cristo
Yéhia, Souleiman y los otros son por lo tanto los descencientes de una de las mas antiguas comunidades del mundo. Dentro de las caravanas del rey Salomon, los primeros judios se instalaron en Yemen nueve siglos antes de Cristo, mucho antes de la presencia musulmana. Pero la comunidad lucha ahora por su supervivencia. Ellos no son mas que 350 repartidos entre Sanaa, Kharef y Raida. Ellos eran mas de 60000 al inicio del pasado siglo. La mayoria emigro despues de la creacion de Israel en 1948, cuando la operacion «Alfombra Magica» puso la vista sobre el barrio judio de Sanaa.
Sucedera esto nuevamente dentro de cinco años? El acoso, las presiones y los ataques se multiplican en un pais donde el Islam radical esta viento en popa. En diciembre, el rabino Moshe Nahari de 38 años, padre de nueve hijos, fue herido cerca de su casa en raida. El asesino, un anciano piloto de la fuerza aerea, fue declarado mentalmente inestable... Algunas semanas mas tarde, la ofensiva israeli en Gaza agravo todavia las tensiones entre judios y musulmanes. «Miren esta revista, lanza Yéhia, extendiendo “Yemen Online”, alli se escribe que nosotros recibimos dinero del extranjero, pero eso es falso!», se rebela el rabino. Oficialmente, el poder los protege. Pero de hecho, la actitud de las autoridades es ambigua. «Las promesas del gobierno en materia de indemnizacion o de entrega de terrenos a los judios no se ha cumplido», deplora el intelectual musulman, Mahmoud Taha, que lleva a cabo las mediaciones entre la comunidad y el regimen.
Delante de la periodista, Yéhia y los suyos alaban a «Allah y el presidente Saleh». Pero una vez que se apagan los microfonos, el lenguaje se afloja. «Un joven de Raida que quiso venir a celebrar Shabat a Sanaa la semana pasada no pudo ingresar a nuestro barrio, porque los guardias del ministerio del interior le reclamaban una autorizacion oficial» , se queja uno de sus amigos.
«Nuestras raices estan aqui»
Estos ultimos meses, una veintena ha emigrado a Israel, gracias a las operaciones especiales de la Agencia Judia. «Es su eleccion» , responde laconicamente Yéhia. El poder no los restringe. Pero los judios de Yemen no discuten publicamente sus deseos de partir. «Vivimos aqui, moriremos aqui» , jura Naami, la madre de Yéhia, recubierta de pies a cabeza de una larga tunica negra, como las otras mujeres yemenitas. «Nuestras raices, nuestras tradiciones estan aca, prosigue Yehia. De acuerdo, Israel es el pais de los judios, yo tengo tios alli, pero nosotros desaprobamos su politica hacia los palestinos.» Como los judios iraquies bajo Saddam Hussein, los judios yemenitas han aprendido el arte de la simulacion, para no ganarse enemigos. Sin embargo, los mas jovenes piden a sus padres que los dejen partir. Las hijas (70% de los adolescentes) no encuentran marido, salvo hacer venir judios de la diaspora... que volveran a partir luego con sus esposas.
Fuente: Le Figaro- France
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