jueves, 18 de junio de 2009
Twitter, la poderosa arma de la web para burlar la censura iraní
En las noches inciertas de la Guerra de Malvinas el arte de sintonizar la onda corta lograba que las noticias de Radio Colonia pudieran saltar el cerco informativo impuesto por la dictadura militar. Años más tarde los mensajes de texto por celulares influyeron para que Ucrania viviesen la Revolución Naranja y que los ecuatorianos se unieran para marchar contra el gobierno de Lucio Gutiérrez. Pero hace un par de meses, en abril y en Moldavia, una nueva tecnológica se hizo parte de la actividad política para denunciar un fraude electoral. Fue la primera "Twitter revolution", un fenómeno que en estos días está desafiando a la censura en Irán y logró burlar el cerco creado por los ayatollahs.
"Twitter es un claro ejemplo de cómo un producto surge para un uso y la gente lo transforma según su necesidad", explicaba ayer a Clarín desde EE.UU. Fabio Tarasow, coordinador del Proyecto de Educación y Nuevas Tecnologías de Flacso.
Twitter fue creado para que los usuarios puedan trasmitir en un máximo de 140 caracteres lo que están haciendo minuto a minuto. Al principio era sólo por Internet, donde se abría una cuenta y desde donde se enviaba el mensaje. Como su ventaja era que la información se propagaba de una forma instantánea por el mundo, sus creadores le agregaron la posibilidad de poder hacerlo desde teléfonos celulares. Lo que hizo mucho más fácil pasar un mensaje. "La gran ventaja, y es lo que está sucediendo en Irán, es que se puede trasmitir desde cualquier lugar. Y aunque se bloquee Internet, se podrá seguir enviando. Para que no salgan mensajes al exterior deberían desconectar al país. Bloquear las comunicaciones telefónicas y hacer una coraza tecnológica para los satélites. Algo muy difícil", analizó Tarasow.
Así, lo que en un principio fue una aplicación vanal -destinada a un poco más de exhibicionismo en Internet- se transformó en una herramienta política. "La revolución no será televisada, pero sí twiteada", escribió el usuario "kaplanmyrth" ayer en Twitter.
Cuando se entra al sistema, a través de una cuenta, y se tipea en el motor de búsqueda "Irán", los mensajes apabullan. A la frase "Iran Election" ya la buscaron más de 40 millones de usuarios en el mundo. Es así como en estos "microblogs" -sin criterios de comprobación de la información- se está librando una batalla virtual por el futuro de Irán. Por minuto se publican por lo menos 200 mensajes sobre el país. Y, sin prensa libre, ayer los iraníes sólo se pudieron enterar de la marcha opositora por Twitter.
Los jóvenes iraníes -principales protagonistas de la Revolución verde- no paran de abrir cuentas en Twitter. El régimen de los ayatollahs bloqueó otras formas de comunicación. Desde el jueves -el día anterior a las elecciones- los SMS y el Facebook casi no funcionan y el gobierno redujo a la mitad la capacidad de la banda ancha para hacer lento el envío de imágenes y fotos.
Pero desde el sábado, cuando se conoció el fraude, además de mensajes de apoyo a los opositores al presidente reelecto, Mahmud Ahmadinejad, los navegantes más avanzados del resto del mundo crean servidores "proxy" -una dirección intermediaria entre varios usuario e Internet- para que desde cualquier computadora iraní se pueda contar qué está pasando o redirigir mensajes de Twitter sin ser fácilmente identificado.
"Es como una aguja en un pajar, mucho peor que una aguja en el pajar", se corregía ayer Nitin Borwankar, consultor estadounidense. "La gente está estableciendo un montón de proxys. Y, a menos que sepan cuál se usa, no se puede bloquear", explicaba.
Pero Jonathan Zittrain, profesor de Derecho de la Harvard Law School, advertía desde su blog (futureoftheinternet.org,) que Irán cumple todas las precondiciones para un bloqueo técnico de Internet. Después de que el régimen utilizara un software de filtro de EE.UU. para bloquear webs opositoras, ahora tiene uno propio para censurar Internet. Pero para "apagar" a Twitter no alcanza con bloquear su página de inicio ( www.twitter.com), ya que al sistema se puede acceder desde otras aplicaciones.
El problema central es que Twitter no es estable y necesita mantenimiento. Pero, como en estos días su función es tan vital, el gobierno de Barack Obama pidió a la empresa que retrase los trabajos de actualización para evitar suspender el servicio. Ayer la secretaria de Estado, Hillary Clinton, dijo que pensaba "mantener esa línea de comunicación abierta que permite compartir información, sobre todo en un momento en el que no hay otras fuentes. Es un aspecto importante del derecho a expresarse y organizarse".
De esta manera y con solo tipear 140 caracteres, los opositores iraníes pueden seguir denunciando el fraude y la represión. Pero otro problema surgió a la misma velocidad con que se manda un mensaje desde Twitter: es difícil determinar cuándo un dato es verdadero o no. Ayer el tema también lo discutían en la cadena británica BBC, que trasmite imágenes que les mandan a través de links desde Twitter. "Dejamos claro que no podemos comprobar los hechos," explicó un directivo.
"Sin duda -decía ayer otro usuario-, Twitter es una gran ayuda para los iraníes. Pero con sólo una fuente de información, sigue faltando libertad".
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