lunes, 6 de julio de 2009

PIENSA DE NUEVO: LLAMAR AL MAL POR SU NOMBRE‏

By JONATHAN ROSENBLUM

En su primera visita a uno de los campos de muerte liberados, el Comandante Supremo aliado General Dwight D. Eisenhower dijo, "Hay quienes preguntan por que estamos peleando. Dejenlos venir aqui y ver contra que estamos luchando."
El comentario de Eisenhower contiene una importante vision: A veces es mas esencial que uno defina la naturaleza del mal a que uno defina lo que es el bien. Sobre el ultimo, habra inevitablemente muchas opiniones. Pero estas no necesitan evitar un consenso de union acerca de la definicion del mal.
Me volvio a la mente este punto la semana pasada mientras miraba La Tercera Jihad, la tercera en una trilogia de documentales sobre la amenaza del Islam radical producida por Raphael Shore y Wayne Kopping. Hacia el fin del documental, uno de los expertos entrevistados, la ex oficial de inteligencia de la CIA Clare Lopez declaro: "La guerra real es entre los valores de libertad y barbarie. Si nosotros no estamos dispuestos a reconocer la batalla como uno por nuestra civilizacion, podriamos rendirnos ya mismo."
La ultima vez que Occidente enfrento tal amenaza civilizacional, muchos rechazaron reconocer la naturaleza del conflicto.

En Jovenes Problematicos, Lynne Olsen ofrece un apasionante relato del grupo de jovenes diputados conservadores que finalmente derrocaron al primer ministro Neville Chamberlain y pusieron a Winston Churchill en su lugar, casi un año despues del estallido de la IIª Guerra Mundial.

Inglaterra entro a esa guerra totalmente sin preparacion, y rezagada por lejos de Alemania en todos los aspectos aparte de su Armada. Incluso despues que Gran Bretaña declaro la guerra luego de la invasion de Polonia, Chamberlain lo hizo con poco entusiasmo y soñando una inminente paz. Gran Bretaña y Francia bombardearon solo los objetivos militares alemanes, definidos estrechamente. Mientras tanto, los pilotos de la Luftwaffe* en Polonia seguian ordenes de "cerrar sus corazones a la piedad", disparando alegremente a mujeres y niñas que recogian papas, bombardeando iglesias y hospitales, y bombardearon a pequeños que estaban siendo llevados a refugios.

Los paralelos entre hoy dia y el periodo anterior son escalofriantes. Chamberlain, como el presidente americano Barack Obama hoy, disfrutaba de una desbordante mayoria en el Parlamento. Sus partidarios hicieron aplicar la disciplina partidaria con mano de hierro- piensen en Rahm Emanuel- y los diputados jovenes que se pararon fuera de la linea hicieron peligrar sus futuros politicos.

En otro interesante paralelo, Chamberlain disfruto de casi todo el general apoyo halagador de la prensa y la BBC. Eso incluia la censura autoimpuesta sobre la informacion que llegaria al publico britanico. Despues del Anschluss**los periodicos britanicos no pasaban fotos de los cientos muertos en los primeros dias despues de la toma nazi, de las decenas de miles arrestados y enviados a campos de concentracion, o de los soldados nazis forzando a los doctores, abogados y profesores judios a limpiar las calles y limpiar toilets con sus manos y de rodillas. Cuando los periodistas le preguntaron a Chamberlain acerca de esos temas, el subitamente los increpo por creer en la "propaganda judeo-comunista", y que ese era el final del asunto.

La prensa britanica ignoro la masiva armamentizacion alemana previa a la guerra y el lastimoso estado de preparacion britanico. Tanto antes como despues que el conflicto comenzo, suprimio menciones o citas de los discursos de Hitler que hubieran llevado a una muy diferente impresion de sus metas. Como un personaje de la TV britanica acidamente observo 40 años mas tarde: "Es dificil censurar a la prensa cuando quiere ser libre, pero es facil si entrega su libertad voluntariamente."

Chamberlain nunca leyo Mein Kampf, en el cual Hitler deposito en forma sorprendente tanto sus planes futuros para los judios como para la conquista alemana. Lejos de ver a Hitler como un malvado, Chamberlain creia que el era un "caballero", con quien el podria negocia. El fue mas que conmovido al darse cuenta que Hitler le habia mentido, incluso aunque eso tambien fue augurado en Mein Kampf. Dijo el futuro primer ministro Harold Macmillan: "El no creia que existia gente que decia una cosa y hacia otra... Era patetico, realmente."

De acuerdo a Olsen, Chamberlain "nunca podria haber llegado a creer por si mismo que [Hitler and Mussolini] querian ir a la guerra. Apegandose a la seguridad de su ignorancia, el creo una imagen amante de la paz de ellos que desafio la realidad." Por una decada, los ingleses y franceses no hicieron nada en respuesta a la agresion fascista en Abisinia (Etiopia), Austria y Checoslovaquia, y menos aun en el periodo posterior a la invasion alemana de Polonia.

Francia e Inglaterra asi alentaron a Hitler a creer que estaban muy debiles para prevalecer- un juicio en el cual estaba muy cercano a lo correcto. Eso debio habernos enseñado- pero no lo hizo- que aquellos que esperan evitar la guerra a traves del apaciguamiento inevitablemente terminan luchando luego en peores terminos.
En ningun punto Chamberlain reconoce que Hitler constituia una amenaza mortal para la civilizacion occidental. Como consecuencia, el expuso mucha mas falta de compasion en combatir a aquellos dentro de su propio partido que se atrevieron a cambiar sus politicas que el en combatir a Hitler.
La incapacidad para reconocer a Hitler como la encarnacion del mal es el mas atemorizante paraleto para el hoy. El presidente Ronald Reagan fue injuriado por las elites occidentales por llamar a la Union Sovietica el imperio malvado, como lo fue el Presidente George W. Bush por agrupar a Iran, Norcorea y el Irak de Saddam Hussein como el eje del mal.
Occidente aun continua incapaz de reconocer el mal o dar credito a los pronunciamientos de los hombres malvados. El Ayatollah Khomeini hace mucho dejo en claro que el estaba preparado para ver a Iran "en llamas", si el imperio mundial del Islam fuese asi promovido. La destruccion mutua asegurada, dice Bernard Lewis, la mas grande autoridad viviente en Islam, es para Mahmoud Ahmadinejad "no una disuasion sino un incentivo". Estudiando la escena en Beslan, donde los musulmanes chechenos mataron a cerca de 300 escolares rusos, uno de los oradores en La Tercera Jihad expone el punto suscintamente: Por que aquellos que no dudan en enviar a sus propios chicos a morir deben dudar en matar a los hijos de otra gente?
Aunque la mas alta sabiduria en el Occidente hoy es no tomar seriamente las amenazas de Ahmadinejad o las especulaciones del liderazgo irani acerca de la matematica de un intercambio nuclear con Israel. Los mullahs son cualquier cosa menos locos, nos asegura Roger Cohen en el The New York Times dos meses atras, explicando por que los EEUU no deben sucumbir a la histeria israeli acerca de la amenaza nuclear irani. (Al menos Cohen ahora admite ser un tonto con respecto al liderazgo irani, aunque yo tengo aun que ver una retractacion de su descripcion del aprete de cuello de Israel sobre la politica exterior americana.)
Obama no gusta de la confrontacion con el Islam radical. El no puede siquiera admitir sus objetivos expansionistas. Hacer eso podria necesitar de una respuesta mas alla de las palabras amables. El tiene aun que mostrar algo de ese calor cuando discute el golpe del regimen irani a sus ciudadanos que el que junta cuando discute los asentamientos israelies.
Mal, parece, es una de las pocas palabras que no sale facil de su lengua.
Fuente: The Jerusalem Post
* Era la fuerza aerea alemana.
**La anexion de Austria por parte de Alemania.

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