David Horowitz
Para los dos meses y medio desde que el ha jurado por segunda vez en su cargo de primer ministro, Binyamin Netanyahu ha estado impropiamente quieto, dando pocos discursos de sustancia y generalmente evitando entrevistas. El domingo a la noche, en la Universidad de Bar-Ilan, el recordo a un publico local e internacional de su articulacion, con un discurso que no habra agradado ni a los palestinos ni al mundo arabe, ni a la mayoria de ardientes partidarios de la empresa colonizadora, ni a la firme Izquierda israeli- pero no fue principalmente dirigido a ninguno de ellos.
Su objetivo, mas bien, era satisfacer simultaneamente al consenso israeli y a la administracion Obama, y en eso, el es probable que haya tenido bastante exito.
Notablemente abreviando su discurso cuando el llegaba a las secciones del mismo mas intragables para la derecha dura, el primero comprometio vagamente a su gobierno a todos los acuerdos internacionales previos, pero entonces enfaticamente expuso la vision de un estado palestino viviendo en paz junto a Israel, precisamente como el presidente americano hubiera deseado, y reafirmo que Israel no construiria nuevos asentamientos y no tomaria mas control de tierra de Cisjordania.
Sus feroces criticos lo acusaran de capitulacion y venderse. Netanyahu, despues de todo, es el hombre que declaro publicamente en 2002 que un estado para los palestinos significaria el fin de un estado para los judios.
Pero el orador de 2009 establecio dos criticas advertencias de suspension. Israel, el dejo en claro, podria tolerar un estado palestino solo si filosoficamente los palestinos publicamente reconocieran la esencia de Israel como el hogar de la nacion judia y, en forma practica, si Palestina fuese desmilitarizada.
"Nosotros no queremos misiles en nuestras ciudades", el dijo simplemente. "Nosotros queremos paz."
Y por lo tanto, a Palestina se le negaria un ejercito, el derecho a importar armas, soberania aerea y la capacidad de firmar tratados militares con los amigos de Iran.
En un sentido, esta fue una muestra clasica de la insistencia de larga data de Netanyahu sobre la reciprocidad. Ustedes quieren que Israel apoye un estado para los palestinos? el estuvo diciendo a los americanoa. Bien, entonces denme las garantias que su independencia no llegara a expensas de la nuestra.
La demanda apenas puede sacudir a Washington como irrazonable, y comenzandola con ese apoyo en principio por los esfuerzos de Obama por cambiar nuestra region para mejor, Netanyahu en un trazo matizado presiono la pelota pacifista sobre el campo palestino. Y el mismo recorrio un largo camino, si no quizas todo el camino, desde la lista de Obama de desagradables "obstaculos para el progreso" al lugar donde Israel necesita siempre pertenecer, entre los potenciales "facilitadores del progreso." Esta sobre usted, Sr. Abbas.
El rechazo del primer ministro a frenar el crecimiento natural en los asentamientos existentes aun lo deja en conflicto directo con Washington. Pero Netanyahu habra explicado privadamente a los americanos que aceptar esa restriccion no solo contrarrestaria su propia perspectiva, sino tambien condenaria a su gobierno, y su mencion del domingo a la noche de la desconexion de Gaza sirvio como un oportuno recordatorio de la demostrable voluntad de Israel para desmantelar incluso comunidades de asentamientos enteras- aunque, en la vision de Netanyahu, por razones completamente mal concebidas.
Cuando los israelies fueron a las encuestas en febrero, muchos en la corriente principal estaban inclinados entre la conviccion que mantener un Israel judio y democratico requeriria separacion de los palestinos, y la triste evaluacion que ninguna separacion viable era posible dada la inextinguible hostilidad palestina hacia la misma nocion de nuestra presencia soberana aqui.
El discurso de Netanyahu del domingo a la noche habra resonado con ese medio campo israeli. Y tambien habra corregido algunas de las lagunas en la vision de Medio Oriente expresadas en la apertura de "nuevo comienzo" del presidente americano el 4 de junio al mundo musulman- mas especialmente respecto a la distorsion de Obama de la legitimidad de Israel como arraigada en siglos de persecucion a los judios terminando en el Holocausto.
Un muy anticipado discurso, entonces, que probablemente logro mucho de lo que Netanyahu esperaba que lograria. Pero, por supuesto, continua siendo solo un discurso. Como Obama sin dudas estara diciendo ahora a ambas partes, veamos algo de accion.
Fuente: The Jerusalem Post
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