martes, 9 de junio de 2009

Salvando a Israel: Como el pueblo judio puede ganar una guerra que puede nunca terminar‏


By DAVID BRUMER

El importante nuevo libro de Daniel Gordis, Salvando a Israel, pide por nada menos que reinventar el sionismo moderno. Porque sin esa reinvencion, la misma continuidad de la empresa sionista esta en peligro mortal. Gordis deja en claro que lo que esta en juego no es solo la perpetuacion del estado judio, sino la misma existencia del pueblo judio. Los resultados de dos estudios en los pilares gemelos de la moderna vida judia, uno en Israel y otro en America, revelan cuan serios se han vuelto los temas. Cuando se les pregunto si la destruccion (imaginen, destruccion, no la eliminacion gradual) de Israel seria una tragedia personal para ellos, un sorprendente 50% de judios americanos de edades menores a 35 dijeron que no lo seria. El otro alarmante resultado de estudio es que el 50% de los escolares israelies aparentemente no saben quien fue Theodor Herzl. Duro como es para nosotros creerlo, estas estadisticas reflejan una creciente tendencia de alienacion de milenarias aspiraciones sionistas tanto como una creciente ignorancia de la historia judia basica, tanto moderna como antigua. Gordis señala a los poetas sionistas pre-estatales tales como Natan Alterman y Jaim Najman Bialik, destacando que aunque ellos criticaron y desafiaron el espiritu biblico de los judios, estaban parados en la riqueza de esos textos sagrados y en la historia de nuestro pueblo. Sofisticados trabajos como "La Bandeja de Plata" de Alterman o "En la Ciudad de la Masacre" de Bialik, aunque reprenden al antiguo orden, llaman a la creacion de un "nuevo judio" y reflejan el prodigioso conocimiento de sus autores de la historia judia. Hoy dia, muchos israelies son ambivalentes acerca de su servicio militar, es dura presion explicar por que el debe pagar exorbitantes impuestos y vivir bajo los dictados sociales de lo que considera fanaticos religiosos medievales, y se pregunta en voz alta acerca de los meritos de o de la necesidad de un estado judio. Tambien muchos de estos israelies, advierte Gordis, ya no creen en el espiritu sionista en gran parta porque ellos han perdidola conexion con sus raices en la vida judia. Gordis esta hablando de identidad judia y de historia judia, no necesariamente de vida religiosa judia, un importante tema que el aborda en otros capitulos.
Para empeorar las cosas, toda esta desafeccion y desconexion llega en una epoca en que Israel esta enfrentando amenazas externas de enemigos implacables como Hezbola, Hamas e Iran, enemigos con diseños demoniacos contra el estado judio. Los "euforicos" años de Oslo, cuando la paz estaba estimada a la vuelta de la esquina, han dado camino a los ataques suicidas con bombas, impiadosos ataques con misiles y cohetes, secuestros de soldados, sucesivas guerras de apoderados contra terroristas auspiciados por los iranies y sin señales que estas amenazas sean erradicadas en algun tiempo pronto. Sin un profundo y duradero sentido de proposito, el cual puede solo venir de una profunda creencia en el arraigo judio a Sion, incluyendo una creencia en la justeza y correccion del proyecto sionista, nadie en sus cabales continuara haciendo el tipo de sacrificios requeridos por Israel.
Si la meta es ser solo otro pais "normal" en la familia de naciones, el sionismo- lease, Israel- esta destinado a fracasar, de acuerdo a Gordis. En el capitulo "No solo una America hebreo-parlante", el describe por que el ideal de America es un peligroso modelo para un pais con metas muy diferentes, viviendo una realidad muy diferente en un muy diferente vecindario. Gordis argumenta que la normalidad que los israelies han anhelado largamente es imposible de obtener y ni siquiera deseable. "Porque la normalidad como una meta no genera el tipo de distincion que la supervivencia israeli requerira. Si los israelies no pueden articular nada profundo acerca de la civilizacion judia, o decir algo acerca de las mas grandes ideas que han estado largamente en el centro de la vida judia, que razon posible podrian tener para continuar defendiendo un pais judio?"
El escrito de Gordis es mas fuerte y convincente cuando el discute los imperativos de esa defensa. El explora la incomoda historia de nuestro pueblo en relacion al poder, y entonces arma un fascinante caso para la prosecucion de Israel de una interminable serie de guerras morales. Es imposible escribir un libro serio acerca de la relacion del moderno Israel con el poder politico y militar sin referirse al reciente trabajo seminal de Ruth Wisse sobre el tema, Judios y Poder, y Gordis continua donde ella lo dejo. Wisse examino nuestra inclinacion a dar mayor peso a nuestro comportamiento moral que a las exigencias de supervivencia, una tendencia que ella caracterizo como "solipsismo moral".

GORDIS reconsidera el poder judio y nuestra dificil relacion con su uso en su capitulo, "Las Guerras que Deben ser Llevadas a Cabo". El vuelve tanto a ordenes biblicas ("Borra la memoria de Amalek"- Deuteronomy 25:17-19; el fracaso de Saul para obedecer el mandamiento de arrasar al enemigo; "Yo (Samuel) no ire detras de ti; porque tu has rechazado el mandamiento del Señor, y el señor te ha rechazado a ti como rey de Israel"- 1 Samuel 15:26); como a relatos biblicos historicos de guerras libradas por el pueblo judio. Gordis reexamina la historia de Januca y la centralidad de la victoria militar que los judios ganaron sobre sus adversarios. El milagro real fue que una pequeña banda, liderada por los macabeos, fue capaz de sobrepasar al mucha mas grande y poderoso ejercito griego y reobtener el control del Templo y Jerusalem.

Januca era originalmente una celebracion de una victoria militar. Los relatos de los testigos iniciales hablaban de celebraciones de victoria durante ocho dias, sin un enfasis en el "milagro" de las duraderas llamas del aceite. En tiempos mas recientes, el poeta Aharon Ze'ev escribio una cancion para chicos, "Nosotros llevamos antorchas," insistiendo que el milagro no nos ocurrio a nosotros, sino mas bien que gente, con su coraje y su poder, trajo el milagro (nosotros cincelamos la piedra hasta que sangramos").

Otra ilustracion de nuestra incomodidad con el ejercicio del poder fiene de un midrash recontando la parte de la historia de Pesaj cuando Di-s castiga a sus angeles por deleitarse con canciones, mientras el ejercito egipcio perecia en la persecucion a los fugitivos judios. (B. Megilla 10b) "El trabajo de Mis manos esta siendo ahogado en el mar, y ustedes cantarian himnos?" Pero hay otro midrash que es citado mucho menos frecuentemente. En este, Di-s reprende a los angeles diciendo, "Mis tropas estan en angustia, y ustedes me cantarian?" (Exodus Rabba 23:7). Un mensaje muy diferente sugiriendo que hay batallas que deben ser peleadas y ganadas, inevitablemente derramando sangre.
Claramente, muchos judios hoy, incluyendo algunos israelies, suscriben al credo que la guerra y el uso de la fuerza no es judio. Esto es tan asi para los judios occidentales, especialmente aquellos que han estado criados en la comodidad y salvedad de America. Muchos tienen una aversion visceral a la guerra, estan comprometidos con los principios del pacifismo y se encuentran ellos mismos en los extremos opuestos de las acciones militares de Israel.
Gordis concluye que la opcion pacifista llevaria al suicidio nacional del pueblo judio. La no violencia es un lujo que mal puede permitirse. En cambio, el sugiere que nosotros nos defendamos cuando sea necesario, "ocasionalmente usando la fuerza masiva, con toda la ambivalencia que eso inevitablemente levantara." Nosotros debemos adoptar el muy a menudo ignorado entendimiento de la tradicion judia que el uso del poder militar es a veces una necesidad (de hecho, la ley judio tiene toda una categoria completa de guerra, miljemet mitzva, guerras que nosotros debemos librar), y en ciertas circunstancias, la unica cosa que nos mantendra vivos en un mundo cada vez mas hostil.
En otros capitulos, Gordis explora temas urgentes que enfrenta Israel hoy, incluyendo las crecientes tensiones entre los arabes israelies (que ahora prefieren el mote palestinos-israelies) y los judios israelies, y aquellas entre los judios laicos (asi como los judios moderadamente observantes) y los jaredim o ultraortodoxos. El coloca excitantes cuestiones que no han sido preguntadas por mucho y elevan proposiciones politicamente incorrectas, no como dogma, sino como un comienzo para dialogos constructivos.
Entre esas preguntas: "Como debe Israel equilibrar sus principios democraticos con el sentido que algo debe ser judio respecto del pais? Pero quien debe decidir lo que ese algo es? Y cuales son los derechos de aquellos que no concuerdan? Deben todos los escolares israelies estudiar la Biblia y algunos contenidos religiosos? En que extension debe requerirsele a los arabes israelies que estudien la Biblia hebrea, o los trabajos clasicos de la literatura sionista? Deben los judios israelies tambien estudiar el Koran?" Y como puede la creciente poblacion arabe de Israel estar mas integrada en la sociedad israeli, con todos los derechos, privilegios y responsabilidades de ciudadania, con las inherentes tensiones como una minoria en un estado judio, con ese estado comprometido en las actuales beligerancias con los estados arabes?

Mas que proveer las respuestas, Gordis sugiere que la mejor manera hacia adelante es permitir que estas preguntas se filtren en el mercado libre de ideas. El recomiento restaurar al judaismo en el corazon del debate nacional de Israel. Incluido en ese judaismo no esta solo la religion sino la historia judia y la tradicion judia. No debe ser mas la sola provincia de los ultra-religiosos jaredim mas que de los firmemente laicos israelies. El desafio es fomentar los debates dinamicos y creativos en la plaza publica sionista acerca de lo que el estado judio debe ser, y por que importa tener un estado judio en primer termino.

Las precauciones de Gordis que nuestras grandes fortalezas pueden probar ser nuestras grandes debilidades (y ruina). Nosotros somos por naturaleza un pueblo auto-reflexivo y auto-critico, y esto nos ha servido bien (fijense como despues de la debacle de la actuacion de Tzahal en la Segunda Guerra del Libano, las reservas fueron tomadas, los lideres fueron echados y el ejercito restauro sus proezas de combate y moral). Nosotros no debemos dejar que la saludable tendencia se tuerza en auto-flagelacion y peor, auto-aborrecimiento. Esto puede ser seductor para algunos, cuando la paz parece mas distante que nunca. Debe ser el fracaso de una parte, dice el razonamiento, y ya que los palestinos estan cada vez mas vistos por el mundo como las victimas, entonces el fracaso debe depositarse sobre los judios.
Estas no son tareas faciles. Los judios del mundo necesitaran fortaleza intelectual y moral para resistir la avalancha de criticas, ataques y vilipendio que no cedera, mientras el conflicto israeli-palestino no muestra señales de resolverse en el futuro cercano. Y los israelies cada vez mas necesitaran partirse el lomo tambien, por la posibilidad que sus hijos continuen siendo llamados al campo de batalla. Valor, resolucion y compromiso seran necesarios. Esto solo puede suceder con un renovado sentido de proposito, una redefinicion de lo que la empresa sionista es y de por que importa no solo a los israelies sino a los judios de todo el mundo.

El autor esta en los comites ejecutivos de StandWithUs/Northwest y el Capitulo Seattle del American Jewish Committee. Un trabajador social geriatrico y psicoterapeuta, el tambien ha recibido un Certificado de Reconocimiento del Congreso por la Excelencia en Diplomacia Publica en Apoyo de Israel por su trabajo con el The Israel Project.
Fuente: The Jerusalem Post

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