miércoles, 8 de julio de 2009

MOJIGATERIA SAUDITA‏


By DAVID M. WEINBERG

Su Alteza Real Abdullah bin Abd al-Aziz Al Saud, el rey de Arabia Saudita, trabaja duro para obtener buena prensa. El El da grandes galas, arma grandes conferencias interrelidiosas y financia a numerosas consultoras politicas y firmas de presion. El tambien entrega elegantes medallas de oro en gruesas cadenas de oro- de las cuales Barak Obama fue un reciente encantado receptor.
Cada tanto en un rato distante, el astuto rey saudita tambien empuja la mejor trampa en el libro. El deja soltar una debil- pero sugerente- pista acerca de la remota posibilidad de una oportunidad teorica que podria, algun dia, bajo circunstancias excepcionales y solo si el incondicionalmente consigue lo que quiere, de mala gana acceder a alguna tenue calidez en los vinculos con Israel. Es una presion suave, una estratagema libre de dolor, el sofismo saudita en su maximo. Aunque la artimaña funciona de maravillas. Hablar muy vagamente e indirectamente acerca de la paz con Israel, y listo! Ustedes estan en los buenos libros de Washington. Ustedes son ahora un "lider" del proceso de paz con una "iniciativa" diplomatica en su nombre. No se requiere seguimiento concreto. No se necesita poner su dinero donde su boca esta.
No es que ese rey no sepa como actuar decisivamente, o desparramar unos pocos dolares americanos, cuando el necesita y quiere.
Los sauditas arrastraron cargamentos de efectivo para comprar las recientes elecciones en Libano para asegurar una victoria sunnita (o sea, no de Hezbola). Ellos han financiado a Lashkar e-Taiba (de la infamia de Mumbai), Hamas y otros movimientos islamicos radicales en el mundo cuando les convino, mientras sofocaban brutalmente a otros grupos, como al-Qaida, cuando estos se convirtieron en una amenaza para ellos.
Ellos han adoptado abiertamente, entonces francamente con abrazos frios a diferentes lideres palestinos y americanos, por sus cambiantes intereses. Riyadh tambien financia a las madrasas* y mezquitas en todo el mundo para promover agresivamente su rama purista wahabita del Islam.
Asi, el rey y principes sauditas saben como hacer que las cosas sucedan, cuando ellos asi lo quieren.
Entonces, si el rey Abdullah, realmente quisiera llevar al mundo arabe a la paz con Israel, el podria encontrar una o dos maneras para expresar su "moderacion" mas claramente y hacer que las cosas sucedan.
Pero los mojigatos sauditas siempre parecen tallar el minimo de Relaciones Publicas. Cuando ellos tuvieron un problema de imagen por el 11/S (15 de los 19 secuestradores eran sauditas, recuerdan?), entonces el Principe de la Corona Abdullah hablo al The New York Times de la "absoluta normalizacion" con Israel a cambio de la "retirada completa" de los territorios. Sono muy bueno. En un destello, Abdullah transformo el discurso del involucramiento saudita en el terrorismo en el pacifismo saudita.
Sin embargo, como el Prof. Joshua Teitelbaum del Centro Dayan ha señalado, para el tiempo que el globo de prueba de Abdullah alcanzo la cumbre arabe en Beirut en marzo de 2002, la iniciativa habia sido modificada y sus terminos se habian endurecido. Hundio la "completa normalizacion", recompenso a Siria con una presencia en las costas del Mar de Galilea y encumbro un "derecho al retorno" palestino a Israel.
Desde entonces, los sauditas de sangre fria no han estado dispuestos a guiñar un ojo a Israel. Pero esto funciono tan bien que hoy la administracion Obama esta revendiendo la iniciativa de paz liderada por los arabes sauditas como la piedra angular de su diplomacia de paz regional.
El unico problema es que el super-arrogante rey saudita realmente no quiere liderarla. El no puede siquiera dar al presidente Obama alguna soga con la cual atar, o colgar, a Israel. De acuerdo a los informes noticiosos, Washington no puede al parecer exprimir algun compromiso sobre la normalizacion de los sauditas, incluso si Israel congela toda la actividad de asentamientos y pinta los muros de la Ciudad Vieja de Jerusalem con los colores nacionales sauditas.
AHORA, NADIE estaba esperando que el supremo rey saudita viniera a Jerusalem, Di-s no lo permita, al estilo Anwar Sadat. Ni podria ser razonablemente esperado que Abdullah ofreciera dinero para reasentar a los refugiados palestinos fuera de Israel. Ni probablemente el recortara la feroz propaganda anti-Israel bombeada diariamente al mundo arabe por su canal de television Middle East Broadcasting channel (MBC) o a traves de peliculas como la malevolente producida por los sauditas Olive Dream. No, eso seria pedir demasiado.
Pero Abdullah podria, y sigue pudiendo- si la paz realmente fue su objetivo- autorizar una reunion de academicos israelies y sauditas sobre desertizacion y desalinizacion u otros asuntos ambientales no politicos. El podria calladamente permitir la apertura de una seccion de interes comercial saudita de bajo nivel en una embajada extranjera en Tel Aviv, como otros estados del Golfo ya lo han hecho. El podria enviarnos una tarjeta por Rosh Hashana.
La pucha, Israel resolveria algo simple, como la aprobacion para que un vuelo de El Al vuele sobre el espacio aereo saudita en camino a New Delhi y Beijing. Nostors incluso estariamos dispuestos a abstenernos de servir comida kasher, tirar la cadena en los toilets y poner "Hava Nagila" en el sistema de parlantes mientras nuestros aviones sionistas atraviesan los sacrosantos cielos sauditas.
Pero no. El rey Abdullah no puede tolerar tales gestos amortiguados hacia Israel. Ni siquiera por su amigo Obama.
Ahora aqui va un pensamiento: Quizas Obama no esta presionando a los sauditas y otros arabes lo suficientemente duro acerca de normalizar vinculos con Israel? Quizas Abdullah tienen la impresion que Obama esta yendo a "entregar" Israel a los arabes, y extraer de Binyamin Netanyahu un congelamiento de asentamientos, luego retiradas y luego una toma de Jerusalem? De donde, oh de donde podria Abdullah haber posiblemente sacado esa impresion?

El autor es director de asuntos publicos del Centro Begin-Sadat para Estudios Estrategicos (BE-SA)
Fuente: The Jerusalem Post
*en arabe: escuelas religiosas

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