miércoles, 8 de julio de 2009

Otra puntada: No un Santa Claus espiritual‏

By SARAH HONIG

Desde el principio fue irrealista, si no tambien tonto, buscar por cualquier muestra de empatia emocional o sincera contricion del Papa aleman durante su historico discurso en Yad Vashem. Aquellos que albergaron tales expectativas no las basaron en la personalidad real de Benedicto XVI sino en un agradable Santa Claus espiritual, una imagen de sus expresiones de deseo. Josef Alois Ratzinger, sin embargo, es un producto de su epoca y educacion. Hubiese estado fuera de su caracter conducirse de otra forma. El actuo conforme a su predisposicion y no rompio las convenciones, como quizas nos engañamos que podria hacer.
Esto no tiene nada que ver conque si fue o no forzado a unirse a las Juventudes Hitlerianas o su conscripcion (voluntaria o no) al servicio militar nazi. Quizas tiene mas que ver con su ambiente posguerra, cuando la coercion ya no era mas un pretexto. La vision mundial de su devotamente religiosa, ultraconservadora juventud fue formada en la Bavaria ocupada por los americanos. Alli la Iglesia que guio Ratzinger fabrico su mision para eludir cargos de culpa colectiva alemana. Se convirtio en doctrina de la Iglesia afirmar que la culpa era un tema individual a ser juzgado por Di-s. Como corresponde, las iglesias a traves de la Alemania post-Holocausto sostuvieron rezos de perdon para todos "quienes se habian equivocado."
Despues de eso, el pasado fue para ser dejado de lado- cuanto antes, mejor.
Los alemanes avidamente hicieron su parte para acordarse mal. La Division de Control de Informacion del Ejercito americano condujo encuestas de opinion en noviembre de 1945 que mostraron que solo el 20% de los alemanes consideraba a su pais responsable por la guerra. Repetida la encuesta en enero de 1948 no mostro cambios perceptibles. Los alemanes no estaban ni avergonzados ni arrepentidos. Ademas, la Iglesia hizo en efecto su mayor esfuerzo para frustrar la desnazificacion, percibiendola como izquierdista y atea. Los nazis fueron tolerantemente vistos como redimibles y merecedores de la absolucion y de una segunda oportunidad. Los clerigos con los que el joven Ratzinger estudio, decian a los catolicos que no cooperaran con los tribunales de desnazificacion americanos, mientras que la Iglesia suministraba a empresarios nazis y servidores civiles del testimonio para el efecto que ellos pasaran como meros miembros del partido nazi, pequeños dientes en la maquinaria.
Asi los incondicionales del Tercer Reich fueron absueltos y quedaron como los jefes que mandaban dia a dia, tambien en la "Nueva Alemania".

La conveniente mitologia de la victimizacion alemana y la carencia de cualquier culpabilidad crecio. Las atrocidades del Holocausto fueron cometidas por "otros" indeterminados, llamados nazis. Algo malo sucedio acerca de lo que nadie sabia y por lo cual nadie podia ser culpado. Ese esencialmente fue el recurrente estribillo de la gelida homilia de Benedicto en Auschwitz-Birkenau en 2006. Cualquiera que recordo sus cliches entonces no podria haber estado sorprendido por sus insensibles omisiones en Yad Vashem tres años despues.

Si alguna duda persistia acerca de cuan ajustadamente encaja este pontifice en el molde moral de su tierra nativa, sus afirmaciones en el mas grande campo de muerte aleman la eliminaron. De acuerdo con Benedicto, los alemanes "fueron usados y abusados" por un "circulo de criminales". Como la mayoria de sus engreidos compatriotas, el evidentemente suscribe a la blanqueada version de la historia, donde el Holocausto es reducido a un crimen sin perpetradores predispuestamente identificables. Mas aun, estos anonimos criminales "finalmente querian arrancar las raices de la fe cristiana". Por lo tanto, 1,5 millones de chicos judios fueron martirizados en el contexto de una acometida contra la cristiandad.

Para escuchar al obispo de Roma, ningun pais ocupado confabulo en deportar a sus judios, ninguno engendro saqueadores codiciosos y colaboradores, mientras que los mismos ocupantes eran una banda alienigena sin distincion etnica, conocidos genericamente como nazis, o " un circulo de criminales."

Incluso a los alemanes no se les debe requerir asumir la culpa colectiva por ellos. La higienizada historia retrata a Alemania como aun otra lastimosamente ocupada nacion. Los aliados "la liberaron"- no la conquistaron. Los alemanes prefieren refunfuñar acerca de su sufrimiento, evitando el enfasis excesivo en el hecho que sin millones de ardientes seguidores y entusiastas complices, ningun "circulo de criminales" podria haber masacrado sadicamente a multitudes.

Con la intensidad de la "Guerra Relampago", la ensangrentada Alemania fue transformada en la inmaculada progresista Nueva Alemania, la cual hizo su camino para profesar grandeza de corazon y beneficencia. El Papa, como se describio a si mismo, es efectivamente "un hijo de Alemania."

Para los alemanes colectivamente, la calculada, sistematizada, industrializada sangria de la IIª Guerra Mundial constituyo algo afin a la escuela reformatorio. Los alemanes concientes del deber recitaron sus lecciones, hicieron su tarea, se sentaron para sus examenes y se graduaron con honores.

Que mas pueden los judios demandar de ellos? Ellos pagaron sus deudas. Ellos surgieron edificados del cataclismo.

Para su patron, los judios no se purificaron igualmente a si mismos ni se elevaron a los standards eticos de Alemania, superaron el desagradable pasado tan elegantemente como los europeos, superando disputas residuales y dejando a los intolerantes ser intolerantes. Por lo tanto, incluso los alemanes se sienten libres para gruñir por la defensa propia y urgen a los israelies a retornar a los limites de Auschwitz (como el blando Abba Eban nombro a las lineas del armisticio de 1949).

Los topicos correctos y oportunidades perdidas de Benedicto en Birkenau presagiaron mas de lo mismo en Yad Vashem. Si nada mas, el demostro firme consistencia.

Parandose en Birkenau - 95% de cuyos prisioneros eran judios- el nombro las distintas nacionalidades de los prisioneros de Auschwitz, como si la tragedia fuese identica y las proporciones iguales. El se las arreglo para no puntualizar que los judios fueron aniquilados como gusanos, no en una forma violenta sino en forma meticulosamente premeditada- ordenadamente, metodicamente y al estilo de la produccion en masa. Ellos no eran siquiera un actor beligerante.

En el mismo tono, en Yad Vashem, el no pudo lograr admitir que las victimas del Holocausto fueron "asesinadas". Este meticuloso estudioso ciertamente comprendio la diferencia entre "muertos" y "asesinados" (por lo tanto su ocurrencia intento la correccion antes de partir).

Pero al menos tanto en Polonia como en Jerusalem Benedicto se refirio a los judios. En 2005, mientras condenaba el terrorismo global, el lamento el derramamiento de sangre en Gran Bretaña, Egipto y Turquia. Por alguna razon, Israel no fue incluido. Posteriores intentos por blanquear el descuido solo empeoraron las cosas. El Vaticano discutio que Benedicto aludio solo a los "incidentes recientes". Aunque un atacante suicida en Netanya el 11 de julio de 2005 llego despues que el ataque del 7 de julio apuntando a los medios de transportes masivos de pasajeros britanicos y la espiral de humana en Netanya fue mayor que aquella en el ataque a Turquia que siguio despues.


Aunque esto traiciono una tendencia subconciente para descartar vidas judias, nosotros podemos no obstante tener la graciosa satisfaccion en destacar que las cosas han mejorado. Finalmente, en circunstancias obligatorias, los judios fueron acordados a la obligatoria mencion papal. Es progreso y en nuestra existencia eso no es algo para burlarse, especialmente en lo que a los judios concierne.
En una reflexion mas seria, sin embargo, nuestra leccion de la visita- cuya importancia nosotros exageramos, como solo los ansiosos por afecto judios pueden- es que debemos conocer los personajes en juego bien pero preocuparnos por sus pronunciamientos y opiniones sobre nosotros mucho menos.

Nosotros realmente no debemos preocuparnos acerca de lo que el Papa pontifico aqui, ni por la precisa fraseologia a la que el recurrio o si el estuvo mas cerca de una apologia. Nosotros no necesitamos su aprobacion. Como sostuvo David Ben-Gurion decadas atras: "No importa lo que los goim dicen, sino lo que los judios hacen."

Fuente: The Jerusalem Post

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